Benjamí Prades (Vigo-Rías Baixas) ha sido el triunfador de la segunda etapa de la Vuelta a Cantabria con la meta en Vioño de Piélagos, siendo el más fuerte de un selecto grupo de apenas 12 ciclistas, haciendo valer su poderío en este tipo de llegadas, tras ser él el encargado en romper la prueba en el muro que se coronaba a menos de 2 kilómetros del final. Segundo volvía a ser el brasileño Vinicius Rangel (Telco’m-ON Clima-Osès), que pasa a ser el nuevo líder de la ronda cántabra a falta de la última etapa de mañana.
La etapa arrancó con los ciclistas mirando al cielo, y es que la lluvia, que golpeó esta zona por la mañana, amenazaba a los corredores con volver a descargar sobre ellos, algo que inquietaba y mucho a los protagonistas, especialmente de cara a ese decisivo descenso del muro del Cementerio de Salcedo. Costó mucho que algún corredor escapara al dominio del pelotón, rodando en pelotón la primera hora de carrera, para superar agrupados tanto la meta volante de Renedo, como el primer paso por el alto de La Montaña, así como el sprint especial de Vioño.
La disputa de ese sprint especial provocaba el primer corte interesante del día, un sexteto en el que se metían Jeroen van Krimpen (Antiga Casa Bellsolà-Girona), Miguel Ángel Fernández (Vigo-Rías Baixas), Igor Molina y Javier Fernández (Previley-Coforma-Atra Sport), Jorge González (Gomur-Cantabria Infinita) y Lander Lartitegi (Baqué Team). Los seis corredores, bien acompasados, lograban hacer camino durante los siguientes 40 kilómetros con una renta máxima que se acercó a los 2 minutos en algún momento.
Sería en la segunda escalada a La Montaña, cuando desde el paquete principal comenzaba a elevarse el ritmo, reduciendo vertiginosamente las diferencias, pasando ya solo en la cima con 30 segundos a su favor Fernández, Lartitegi, González y van Krimpen. La neutralización definitiva se acabaría produciendo a 40 kilómetros de meta, invitando a que más corredores se lanzaran para delante. Muy reseñable fue el intento de dos corredores llamados a poder vencer la Vuelta a Cantabria como Eugenio Sánchez (Lizarte) y David Martín (Eolo-Kometa), que atacaban a 30 kilómetros del final junto con Pedro Luis Monroy (Gomur-Cantabria Infinita).
En la cuarta y última subida los más fuertes eran Fergus Robinson (Eiser-Hirumet) y Yago Segovia (Eolo-Kometa) que alcanzaban la primera rampa del muro de Salcedo con unos pocos segundos de ventaja sobre el grupo principal comandado en todo momento por Gomur-Cantabria Infinita. En esa primera rampa el que demarraba era Benja Prades haciendo los durísimos 600 metros en primer lugar, coronando en punta, aunque con escaso margen sobre un grupo selecto perseguidor donde estaban Xabier Berasategi y Unai Iribar (Laboral Kutxa), Vinicius Rangel (Telco’m-On Clima-Osès), Daniel Cavia (Eiser-Hirumet), Vicente Hernáiz (Eolo-Kometa), Mikel Retegi (Lizarte), Calum Johnston (Caja Rural-RGA), Marcel Camprubí (Antiga Casa Belsollà-Girona), Francisco Javier Agea (Gomur-Cantabria Infinita) o Pablo Alonso (Supermercados Froiz).
#VueltaCantabria: ¡Top 10 de Retegi!
🚴🏼♂️La segunda jornada, en la que no ha habido descanso, se resuelve al sprint
💪🏼Buen papel de nuestros seis hombres, que aguardan la etapa reina
🏆Victoria de Prades (@CCRiasBaixas) pic.twitter.com/I8sfXqlRuT— Equipo Lizarte (@EquipoLizarte) September 3, 2021
Prades era neutralizado en el descenso, momento que aprovechaba para arrancar Berasategi, aunque este se iba al suelo poco después en una de las últimas curvas de la bajada. Finalmente, ese grupo de una docena de corredores se jugaba la victoria al sprint en la recta final de Vioño, imponiendo su calidad Prades por delante de Rangel, que como ayer en Maliaño hacía segundo, aunque al no entrar delante el ganador y líder hoy, Endika Balza (Electroalavesa-Zuia-BSafe), se hacía con la recompensa del amarillo. El tercer puesto era para Hernáiz.
En el resto de clasificaciones los ciclistas que las encabezan son Miguel Ángel Fernández, la montaña, Imanol Álvarez (Eiser-Hirumet), las metas volantes, Vinicius Rangel, la regularidad y los jóvenes, Jeroen van Krimpen, los sprints especiales, Pablo Alonso, la general de los cántabros, y el Laboral Kutxa, la de escuadras.
Este sábado se pondrá el broche final a la Vuelta a Cantabria con la que debería ser la etapa más decisiva de las tres. 150 kilómetros con salida en Puente Viesgo y llegada al alto de las Cuevas del Monte Castillo, atravesando por el camino los duros puertos de El Caracol y La Braguía.