Cervina es territorio sagrado para el Equipo Lizarte. En el coloso alpino, presidido por el majestuoso pico del Cervino, ganó Andrey Amador una de las etapas más duras del Giro de Italia de 2012. Igor Arrieta, otro corredor formado en la casa de Manolo Azcona, firmó otra gran actuación en el puerto italiano. El de Huarte Arakil llegó a meta el 12º y dejó el sabor de un gran corredor en una jornada durísima de más de 4.000 metros de desnivel.
En la etapa Pau Miquel fue valiente. Se escapó, pasó en el primer grupo de unas 15 unidades el primer alto de montaña y, cuando fue alcanzado por el pelotón, volvió demarrar junto con su compañero Mikel Retegi para protagonizar durante muchos kilómetros una etapa de máxima exigencia. En meta, Igor Arrieta se repuso de la etapa del viernes y ocupó plazas reservadas para los hombres privilegiados.
“Esta es una carrera mentalmente durísima”, afirmaba Jon Armendariz tras la jornada de este sábado. “Hoy hemos ido mejor que ayer, hemos sido valientes cuando estuvimos en cabeza e Igor Arrieta ha hecho una gran ascensión final”, relató.
Este domingo, en la etapa final del Giro della Valle d´Aosta, el conjunto rosa firmó de la mano de Pau Miquel su mejor clasificación en la carrera italiana. El catalán fue sexto en una jornada de la máxima dureza en la que el propio Miquel junto a Mikel Retegi se filtraron, de nuevo, en la fuga del día.
La escapada de unas 20 unidades se fue fraccionando y las diferencias en meta fueron considerables. Los ciclistas rosas fueron de los más valientes en la fuga, dieron la cara y ampliaron paulatinamente su ventaja sobre el pelotón. En las dos ascensiones finales, el de Sant Quirze del Vallés aguantó en un segundo grupo y firmó un gran puesto en meta.
“Hemos cogido el ritmo”, aseveraba Jon Armendariz tras la carrera. “Los primeros días sufrimos, pero con el paso de la vuelta hemos ido cogiendo el golpe de pedal que ya traen los equipos con los que aquí nos medimos y nos hemos puesto a su nivel. Hoy Pau Miquel ha sido el mejor del equipo, pero todos los corredores han progresado con el paso de las jornadas. Esta carrera pone al límite a los corredores y estos aprenden a sufrir como, quizá, nunca antes lo hayan hecho”, sentenció.
Pau Miquel desprendía alegría tras su actuación. “No pensaba que se me fueran a dar bien estos puertos tan largos pero, sin embargo, me he demostrado que este terreno también se me puede adaptar. Nos hemos vaciado en la escapada, en el kilómetro 70 -el ecuador aproximado de la etapa- me sentía vacío y, aun así, me he agarrado a la carrera”, pronunciaba el ciclista rosa.
Prensa Equipo Lizarte