El vizcaíno del Burgos BH estuvo escapado en la tercera etapa de la Vuelta a la Comunidad Valenciana y fue alcanzado por el pelotón en las calles de Orihuela. Georgios Bouglas acabó 14º en un accidentado sprint final
El Burgos BH soñó con un posible triunfo de etapa en la Vuelta a la Comunidad Valenciana hasta el último kilómetro de su tercera etapa. El grupo de escapados, entre los que se encontraba Ander Okamika, puso en jaque al pelotón y no fue alcanzado hasta entrar en las calles de Orihuela, localidad de llegada de la carrera. Los integrantes de la fuga fueron neutralizados al cruzar la pancarta del último kilómetro, pero el vizcaíno mantuvo su esfuerzo para acabar en la 19ª posición.
Fueron seis los corredores que desafiaron al pelotón desde la línea de salida. Okamika lanzó el primer ataque de la jornada y de él surgió la fuga que pronto alcanzaría los seis minutos de ventaja. El grupo principal no quería sustos y se puso pronto a trabajar, rebajando a la mitad esta diferencia antes del ascenso al Puerto de Albatera, que el propio Okamika coronaba en segunda posición. Desde ahí, el terreno hacia la meta era ideal para un rodador como él. El entendimiento entre los corredores del grupo delantero fue perfecto y todos ayudaron a mantener el pulso al pelotón.
La fusión se acabó de completar a un kilómetro de meta, justo después de haberse producido una caída numerosa en el gran grupo en una de las últimas curvas. Este accidente en la parte delantera del pelotón provocó un corte y la pelea al sprint se redujo a una decena de corredores. En un segundo grupo entró el velocista griego Georgios Bouglas, en 14ª posición. En la clasificación general, José Manuel Díaz escala a la 21ª plaza antes de la etapa reina de la carrera. La nota negativa del día fue el abandono de Jetse Bol, que sufrió una caída en el primer kilómetro de carrera y tuvo que retirarse con un traumatismo en la cabeza que, por fortuna, no tuvo mayores consecuencias.
Ander Okamika: “A priori era una etapa diseñada para el sprint, pero la predicción de viento generó incertidumbre en el pelotón sobre si se cortaría el grupo en la parte final y todos los equipos estuvieron en tensión. Yo preferí entrar en la fuga y, si se hubiera roto la carrera, habría aguantado por delante, aunque no se dio el caso. La escapada se hizo muy rápido y empezamos bastante fuerte. Nuestra idea era abrir hueco y, después, regular fuerzas. Por detrás varios equipos controlaron, aunque logramos llegar a la parte final con un minuto. Dimos todo lo que nos quedaba, manteniéndonos unidos hasta el final, que era lo que hacía falta para poder llegar a meta. No ha podido ser y es una pena, porque después de estar todo el día delante, te quedas con un sabor agridulce. Lo volveremos a probar desde lejos más adelante e intentaremos que llegue el gran día”.
La cuarta etapa de la Vuelta a la Comunidad Valenciana será la más montañosa de la carrera, al incluir hasta cinco puertos puntuables en el camino. La jornada comenzará en Teulada y se adentrará hacia la sierra de Aitana, donde se encadenarán varias ascensiones en un terreno muy quebrado. En la parte final de la etapa, el juez de la carrera será el Alto del Miserat, subida de primera categoría con rampas superiores al 14% de desnivel y que se coronará a solo 16 kilómetros de la meta en Vall de Ebo, ubicada también en ascenso.