[Ciclismo El Pelotón]
Durante las últimas semanas hemos podido probar de primera mano su Sigma ROX 11.1 EVO, habiendo sacado unas conclusiones muy positivas sobre las prestaciones y nuevas aportaciones que este modelo da a cada uno de nuestras salidas en bicicleta.
Gran evolución la conseguida por Sigma con su modelo ROX 11.1 EVO, que continúa presentando un ciclocomputador en el que no se da ni un solo fallo, como sus modelos predecesores (ROX 11.0), pero que ha modificado su tamaño y peso, haciéndolo mucho más cómodo y fácil de usar.
Entre las grandes novedades, como resaltamos, es su complexión con una pantalla de 1,8″ de diagonal. No dejarse engañar por sus dimensiones, y es que sus funciones se han incrementando hasta superar las 150. Sobresale su excelente conexión ante los múltiples sensores que tiene: velocidad, pulso y cadencia.
Enormes puntos a favor
Para el usuario de a pie, hay que mencionar la facilidad que proporciona a la hora de unir el Sigma con nuestro teléfono móvil, tanto Android como iOS. Sin duda, uno de los principales requerimientos de cualquier ciclista que se echa a rodar a la carretera.
Además, no solo no presenta fallo en los diferentes recorridos, si no que posteriormente podremos realizar múltiples tareas desde nuestro pc o móvil, una vez descargado el entrenamiento. También enorme rapidez y éxito en la carga de las actividades realizadas desde la aplicación de entrenamiento que solamos utilizar, y es que las cosas como son, la mayoría de los mortales ya pensamos que «no hemos entrenado, si no se ha cargado bien el entrenamiento o no lo hemos podido cargar a alguna de nuestras redes sociales«.
El manejo, prácticamente desde el mismo momento desde que abrimos la caja, es muy sencillo, y de hecho en su propia instalación inicial apenas es «leer y seguir los pasos que nos van marcando», por lo tanto nada de preocuparse en cuanto a tener que pegarse con hojitas de instrucciones, porque cualquier persona con un conocimiento medio-bajo, tecnológicamente hablando, puede utilizarlo sin ningún tipo de problema. Introducirse en el ciclocomputador, no solo una vez acabado el entreno, si no sobre la propia marcha es muy sencillo, y sus botones hacen que sea muy fácil de trabajar con ellos, llegando rápidamente a cualquiera de sus menús o dato que queramos conocer en cualquier momento o situación.
En la parte técnica hay que destacar que se compatibiliza tanto con GPS, como con GLONASS, como con GALILEO, por lo que podríamos estar perfectamente localizados en cualquier parte del mundo. También muy interesante es la función «Crash Detection», para que puedan localizarnos rápidamente en caso de tener un accidente.

Tenemos que destacar su pantalla antirreflectante y retroiluminada, y con hasta 6 colores diferentes, lo que nos permite poder ver en todo momento la información que nos va otorgando. Se agradece muchísimo, porque cuántas veces nos ha cegado el reflejo del sol cuando hemos ido a mirar los kilómetros que llevamos o la velocidad a la que estamos rodando. Se incluye con el propio ciclocomputador el acople al manillar, que nos facilitará una mejor colocación en nuestra bici y que nos sea incluso mucho más fácil el poder acceder a él sobre la marcha.
Con hasta 20 perfiles deportivos distintos, el Sigma ROX 11.1 EVO nos da la oportunidad de amoldar cada uno de nuestra actividad al perfil más conveniente, y por tanto que se ajuste lo máximo posible a la necesidad de cada salida. Imposible no apuntar que la medición de la altitud es a través de barómetro, de ahí también su alta fiabilidad en este aspecto, al que damos una importancia notable.
Dejado a un lado el aparato propiamente dicho, se debe sobresaltar la aplicación Sigma Ride para nuestro teléfono móvil, donde nos encontraremos con una cantidad de información infinita a la hora de volcar el entreno, y donde visualizaremos al detalle cada punto interesante de lo realizado (mucho más si contamos con los diferentes sensores de velocidad, pulso y cadencia).

Un punto que también nos ha llamado la atención en nuestra experiencia, es la importante autonomía que presenta su batería, llevando a cabo varias salidas de larga duración hasta que nos hemos visto en la necesidad de volver a cargarlo, tardando muy poco tiempo en completar dicha carga.
Para acabar, y obviamente no es lo menos importante, es su precio, ya que estamos hablando de una máquina que nos da unas prestaciones altísimas y que no nos vemos con la obligación de «pedir un préstamo» para llevar a cabo su compra, ya que estamos hablando que hacernos con el Sigma ROX 11.1 EVO rondaría los 150 euros, acercándose a los 200 en caso de querer completar la compra con los diferentes sensores de velocidad, cadencia y pulso.
En conclusión, estamos ante un ciclocomputador recomendable 100%, que nos da todo lo necesario tanto para el cicloturista medio, como para aquellos más «pros», con una facilidad de manejo y cantidad de funciones imprescindibles, y con una exactitud enorme en el desarrollo de nuestros entrenos en el tiempo que hemos tenido la oportunidad de probarlo. Además, su precio hace que sea una de las opciones más económicas teniendo en cuenta todo lo que nos ofrece, presentando una oportunidad increíble para aquellos que estéis pensando en una compra de estas características, teniendo difícil comparación en el mercado en cuanto a la relación de calidad/precio.
Toda la información relativa al producto la tenéis disponible en la web rox.sigmasport.com