Que desdén el de todos -los que escribimos y opinamos de ciclismo- por utilizar el adjetivo jovencísimo. Que extraña afición la de quienes hemos seguido la Vuelta a España por remarcar la edad de 23 años, la edad de Enric Mas.
Solo 23 primaveras le han bastado al mallorquín para incendiar los corazones de quienes vibran por este deporte. Solo dos temporadas en el profesionalismo para lograr lo que otros anhelan durante toda su carrera deportiva. Basta con mirar las estadísticas para cerciorarnos de lo excepcional de quien mañana subirá al segundo cajón del pódium de Madrid.
Solo Andy Schleck, Alejandro Valverde, Damiano Cunego y Nairo Quintana pueden presumir de haber subido al pódium de una gran vuelta con 23 años o menos en lo que llevamos de siglo. Todos ellos ganaron, al menos una gran vuelta. Andy Schleck fue el más precoz. Con apenas 21 años –a punto de cumplir los 22- el luxemburgués finalizaba en segundo lugar el Giro d´Italia 2007 solo por detrás de un inspirado Danilo Di Luca.
Damiano Cunego no aguardó mucho más. El italiano es uno de los corredores más jóvenes en ganar una gran vuelta. Aun con 22 años –a dos meses de cumplir los 23- el corredor italiano se alzaba con el triunfo en la edición de la corsa rosa del 2004, con nada menos que cuatro triunfos de etapa.
Alejandro Valverde y Nairo Quintana se destaparon ambos a los 23 años. El de Las Lumbreras, tras una brillante temporada 2003, tomó los galones del Kelme-Costa Blanca en la Vuelta 2003, relegando a un Óscar Sevilla que partía, de salida, como el claro jefe de filas. Aquel año, Valverde finalizaría tercero y vencería en dos jornadas, camino de Envalira y La Pandera.
Nairo Quintana aprovechó sobremanera su primera participación en el Tour de Francia. Tras la avería de Alejandro Valverde camino de Saint-Armand, el boyacense tomaría los galones telefónicos para firmar un brillante segundo puesto, un triunfo de etapa y la victoria en la clasificación de la montaña y de los jóvenes.
Hoy, Mas ha seguido su estela. El mallorquín ha sentado las bases de una carrera que promete éxitos y alegrías. Su maestro y referente, Alberto Contador, ya lo anunció el año pasado, señalándolo como el futuro del ciclismo español. El pinteño, que comenzó a brillar con 24 años en el Tour 2007, no pudo estar más acertado.
Valiente, escalador brillante y más que sobradamente preparado contra el crono. Todo eso con 23 años. Hoy, en la Gallina demostró que él es el gallo que esperaba nuestro ciclismo. Bravo Enric. Ahora recuerda…
Queremos Mas, Enric. Queremos Mas