Anticipábamos en nuestra previa que se antojaba una carrera con un principal centro de atención: Ismael Esteban (Ciclos Maestre). El cántabro ha sido el gran protagonista de la temporada, y llegaba a la gran cita de nuestro ciclocrós con la batuta de favorito a pesar de que el circuito no era el mejor para sus características. Y es que el circuito de estos nacionales de ciclocrós vaticinaba unos campeonatos diferentes, o al menos atípicos. La climatología y el terreno de Valencia se preveía algo insulsos para una disciplina cuya principal característica es el barro, y eso se ha visto traducido en que hemos podido presenciar carreras muy rápidas y ajustadas, en las que los grandes favoritos han acusado la falta de dureza para imponer su golpe de pedal.
Salvo la carrera masculina sub-23, donde Felipe Orts (Ginestar-Delikia-Ridley) se impuso con un gran margen de ventaja sobre sus perseguidores; Alicia González (Nesta-MMR-Lointek), María Parajon (Sanse-La Grupetta-BH), Iván Feijoo (Academia Postal-Actyon-MMR) y Gonzalo Inguanzo (MMR-Powerade) se impusieron en sus categorías con escasa ventaja sobre sus rivales, arrancaba la prueba reina.

Valencia no permite errores
Al ser un circuito tan rápido, cualquier error se magnifica. El oro fue a parar al único corredor de los llamados a estar en la pomada que no cometió ningún fallo. Aitor Hernández (Specialized-Ermua Impulso) se vio afectado por una caída nada más arrancar la prueba, diciendo adiós a sus opciones de victoria. El propio Ismael Esteban (Ciclos Maestre) fue el encargado de imponer un fuerte ritmo desde primera hora, formando un trío en cabeza junto a Javier Ruiz de Larrinaga (MMR Spiuk) y Kevin Suárez (Born). Óscar Pujol (PoloandBike Taymory) en primera instancia se enganchaba a ese grupo, pero finalmente acabó cediendo.
A cinco vueltas de meta Larri se puso en cabeza, aumentó el ritmo y provocó el error de Kevin Suárez. Se preveía una mano a mano entre el vasco e Ismael Esteban, pero la desconfianza hizo que en cabeza se vigilasen en exceso, y Suárez pudo retomar el contacto con los líderes de la prueba. El momento clave llegó a dos de meta, un tropezón de Ruiz de Larrinaga en las escaleras hizo que Ismael se encontrase con un hueco de unos cinco segundos, circunstancia que el cántabro exprimió hasta meta para acabar ganando este Campeonato de España.