La dupla chilena formada por Miguel «Lobito» Burmann y Elías Tello ha dado un nuevo aire en este 2016 a un conjunto que ya llevaba unas cuantas temporadas a las espaldas en el ciclismo amateur nacional como el Kuota-Construcciones Paulino, para ayudarles a completar la que ha sido, sin ningún género de duda, la mejor temporada de la estructura asturiana con triunfos de renombre como en la Vuelta a León o la Vuelta a Cantabria, y creando unos cimientos que hacen que en esta próxima temporada el conjunto capitaneado por Monchi Álvarez aspire a absolutamente a todo.
Muchas y muy buenas han sido las victorias en esta temporada aunque como señalábamos anteriormente, dos sobresalen por encima de todas, y en ellas aparecen los nombres de los dos grandes protagonistas del equipo, con la Vuelta a León obtenida por Burmann y la Vuelta a Cantabria conseguida por Tello. Y es que ambos han sido dos de los mejores escaladores de este año, animando cualquier carrera en la que los chicos del Paulino se encontraban en el pelotón, y es que a la que se ponía la carretera mirando al cielo no dudaban ni un segundo en lanzarse al ataque por muy lejos que pudiera encontrarse la línea de llegada, ofreciéndonos siempre un espectáculo y una ambición que siempre es digna de alabar.

En la Vuelta a León lo cierto es que Burmann estuvo a un nivel descomunal, demostrando que los segundos puestos cosechados en las semanas anteriores en Ávila y Zamora no eran fruto de la casualidad, para acabar consiguiendo el botín del triunfo final al que añadió dos victorias parciales, destacando especialmente la conseguida en la segunda etapa, la considerada por todos jornada reina, con final en el durísimo Cueto Rosales donde el hispano-chileno llegó en solitario a la línea de llegada tras demarrar en la base del puerto y superar con maestría las rampas superiores al 20% de desnivel de la parte final sin que nadie por detrás pudiera arrebatarle un solo segundo. Lo cierto es que los chicos del Kuota con Burmann y Tello a la cabeza brillaron en las carreteras leonesas, sabiendo leer a la perfección las situaciones generadas en carrera, demostrando que podían lanzarse al ataque para buscar la carrera como en esta segunda etapa, o también saber controlarla a la perfección para defender ese liderato de Burmann como así demostraron en la tercera y cuarta jornada con final en Astorga y Cabañasraras respectivamente. La última cita fue la cronoescalada a una de las subidas emblemáticas de la ronda leonesa como las Cuevas de Valporquero y ahí, de nuevo, Burmann dejó claro que era el mejor llevándose la victoria con solvencia para ratificar su condición de portador del maillot amarillo.
En esa Vuelta a León, Elías Tello fue vital para su compañero y compatriota siendo él quien se lanzó al ataque junto con Burmann en esa ascensión a Rosales o ayudándole a defenderse en la subida a La Mina durante la cuarta jornada evidenciando también sus grandes dotes de escalador, hecho que se reafirmó siendo portador del jersey de topos rojos, que acabó perdiendo en la última jornada en línea por defender los intereses globales el equipo y mantenerse al lado de su líder, aunque la recompensa le llegaría rápidamente, y es que tan solo un día después de terminar León, Tello levantaba los brazos en tierras cántabras haciéndose acreedor del triunfo del Trofeo Santiago de Cos, donde el equipo en general hizo una gran carrera filtrando en el trío que se acabó jugando la victoria a dos ciclistas, y es que junto con Tello también llegó destacado a meta el japonés asturiano Marino Kobayashi, leyendo a la perfección la superioridad numérica con respecto al tercer ciclista, Diego Noriega (Polartec-Fundación Contador), para acabar sumando una victoria más para el equipo en unas tierras cántabras, que vieron pocas semanas después como volvían a encumbrar al bueno de Tello en otra gran carrera como la Vuelta a Cantabria. Y de nuevo, con un denominador común, ya que la carrera finalizaba con una cronoescalada a un lugar emblemático como la Cuesta de la Atalaya en la capital santanderina, ascensión de apenas un kilómetro y que fue clave para resolver una carrera que tenía varios favoritos tras dos jornadas en línea, y en donde Tello realizó una bravísima ascensión haciendo el segundo mejor tiempo por detrás del local Antonio Angulo (Gomur-Liébana2017), lo que le valió para hacerse con el triunfo final con tan solo un segundo de ventaja sobre Josu Zabala (Caja Rural-RGA).

Cerca estuvo Tello de poner el broche dorado a su temporada en la última prueba del año, y es que en la Volta a Lleida tan solo un soberbio Óscar Linares (Gomur-Liébana2017) pudo evitar que sumara otra general el ciclista chileno del Kuota, ya que se agarró a su rueda en la rampa final de la tercera y última etapa con final en la capital ilerdense, aunque Tello se llevaba el premio de la victoria de etapa, en el día que se echaba el telón a la temporada 2016.
Pero no solo de Burmann y Tello vivió el equipo asturiano, y es que antes de las dos grandes victorias, ya sabían lo que era vencer este año en una prueba por etapas, y es que en una de las que, en este caso, abrió el telón de las vueltas veraniegas, la Volta a Coruña, gracias al ciclista ucraniano Oleksandr Sheydyk, que se hacía con el triunfo parcial en solitario de la segunda etapa con final en Brión con una renta que que le acabó valiendo para hacerse con la general final. También Sheydik había sido protagonista en el primer gran día del Kuota esta temporada en tierras segovianas durante la Vuelta a los Pinares, donde el equipo dio un recital metiendo cuatro de sus hombres entre los mejores y llegando el propio Sheydik y Juanma García Durán de la mano a meta, siendo el triunfo final para este último. Unos días después del triunfo de Sheydik en Coruña, era Noel Martín el que subía a lo más alto del podium también en tierras segovianas al levantar los brazos en la última etapa de la Vuelta a Segovia, en un lugar tan emblemático como al lado del mítico acueducto. Un Noel Martín que también se haría con los campeonatos castellano-leoneses contra el crono.

Pero como decíamos antes, no solo los grandes triunfos, sino las sensaciones mostradas en muchas carreras por parte del Kuota-Construcciones Paulino, demostrando ser un gran bloque, cosechando podiums como mejor escuadra como en pruebas como Fontíveros donde Tello fue segundo, en Zamora donde Burmann también fue segundo, como en Ávila, o también los podiums cosechados por otros ciclistas como Anderson Maldonado en el Díptico Ciclista do Ribeiro-GP Xacobeo, donde fue segundo, o en el Trofeo San Juan y San Pedro de Aguilar de Campoo donde acabó en tercera posición, misma posición que ocupó Diego Fernández en el Gran Premio Nuestra Señora del Portal en la localidad asturiana de Villaviciosa, o la gran imagen combativa ofrecida en la Volta a Galicia donde Tello rozó el triunfo en dos ocasiones, y en donde tanto él como Burmann en todo momento buscaron la victoria en la general atacando una y otra vez cuando los desniveles se hacían notar.
Un gran nivel que se refleja en el quinto puesto final que ha ocupado el equipo asturiano en el ranking de la Real Federación Española de Ciclismo, evidenciando el gran salto de calidad dado en esta temporada y el futuro tan esperanzador que tienen ante si, dejando claro que puede ser un equipo que puede aspirar a cualquier cosa y competir en cualquier lugar, como también pudimos ver este año lejos de nuestras fronteras, dejándose ver bastante en toda unas pruebas UCI 2.2 como el Tour de Bulgaria o el Tour de Ucrania donde en la primera Tello finalizó en una grandísima 12ª posición y las decisiones polémicas de los jueces evitaron que Sheydik diera al equipo su primera victoria de categoría UCI en Ucrania.
El propio director del equipo, Monchi Álvarez nos dejó su balance del año «Sabíamos que teníamos potencial suficiente para pelear por el triunfo y hemos estado ahí siempre. Hemos disputado la victoria en cuantas carreras hemos disputado, y en siete vueltas hemos estado en la lucha hasta el último momento y por eso, tenemos que hacer un balance más que positivo. Hay que ser conscientes de la gran dificultad que conlleva alcanzar estos resultados, si bien en el fondo lo realmente importante es la imagen que está dando el equipo y seguir formando corredores para dar el salto a la categoría profesional. Ha sido una temporada increíble, con una marca de 18 victorias que supone el mejor registro de nuestros 15 años de historia. Hasta ocho corredores han conseguido al menos un triunfo. El equipo sigue creciendo, cada año superamos los objetivos marcados y este es el camino que debemos seguir».

En cuanto al mejor momento del año lo tienen claro, y es que vencer en la que para la gran mayoría es la vuelta por etapas más importante de nuestro país no tiene parangón, «El mejor momento del equipo lo vivimos en la Vuelta a León, donde el equipo al completo estuvo increíble, la motivación de los corredores era superlativa y cualquiera de los chicos, Lobito, Tello, Maldonado o Kobayashi estaban en condiciones de lograr el triunfo. Luego una vez cogido el liderato, el equipo fue una piña entorno a su compañero». Y en cuanto al peor, las caídas y el quedarse con la victoria tan cerca en Lleida se reparten los sinsabores del director del conjunto asturiano «El peor momento del año ha sido la caída de Oleksandr Sheydyk en el Tour de Bulgaria, una nueva fractura de clavícula en su mejor momento de forma, dio al traste con todas sus ilusiones para la última parte de la temporada. Así como el sabor agridulce de Volta Lleida en el que no se consiguió el triunfo en la General por una décima de segundo».
Lo cierto es que en esas salidas al extranjero los chicos de Monchi tuvieron «mala suerte» y es que si se quedaron sin triunfo en una carrera UCI fue por algunas decisiones, cuanto menos, controvertidas «Este año no hemos conseguido nuestra primera victoria 2.2 por autentico infortunio, y aquí tenemos la espina clavada. Oleksandr Sheydyk la logró en el Tour de Ucrania en una llegada polémica y la decisión de los jueces de repetir los últimos 5 km fue incomprensible. Por otro lado, en el Tour de Bulgaria la organización desvía en la misma recta a 300 de meta a Elías Tello que venía conventaja suficiente para alcanzar el triunfo».

En cuanto al año que viene, como decimos es muy esperanzador para el Kuota-Construcciones Paulino, aunque también deberán tener muy en cuenta que en este 2016 se ha puesto el listón bastante alto, y que igualarlo va a estar realmente complicado, aunque seguro que ese será el objetivo de todo el equipo: «Respecto al futuro, en 2017 empezaremos una nueva etapa, para lo cual se ha llegado a un acuerdo como Equipo Oficial Kuota durante las próximas tres temporadas. Tanto Manuel Jorge Domínguez como Jesús Suárez Cueva trabajan ya en el proyecto del futuro. Es un tema que se está todavía estudiando, pero aun no es seguro. La idea es seguir formando a corredores, el nuestro es un proyecto de ciclismo global y no cerramos las puertas a los ciclistas de fuera que puedan aportar cosas buenas al equipo. Se trata de dar la oportunidad a todos aquellos corredores que por condiciones y ganas buscan hacerse un hueco en el pelotón profesional. El subir a categoría Continental de momento es algo que se está estudiando, ya se verá. En estos 15 años son ya trece los corredores que han dado el salto».