Partamos de la base que este que escribe no es, ni podrá ser, objetivo con nuestro protagonista, y es que después de varios años hablar de Marcos Jurado, es hacerlo de un ciclista al que se le tiene un aprecio especial, y es que si el manchego es un fenómeno dentro de la carretera, fuera de ella es un auténtico número 1, siendo uno de los ciclistas más respetados y queridos por todos los que forman el pelotón amateur, ya sean ciclistas, directores, aficionados o periodistas.
Pero esta temporada hemos tenido mucha suerte con Marcos, y es que aunque no pudiésemos ser objetivos, los números realizados durante todo el año en las filas del Lizarte, hacen que lo podamos ser, ya que no son pocos los triunfos que ha conseguido, algunos de mucha relevancia, estando en la pelea de muchísimas carreras desde marzo hasta septiembre, demostrando su gran regularidad, y pudiendo pelear por generales como la de la Copa de España, o vueltas por etapas como la gallega, o siendo siempre uno de los favoritos en cualquier prueba de un día en la que fuese de la partida.
Esto ha hecho que Marcos haya acabado siendo el segundo ciclista élite del ranking de la Real Federación Española de Ciclismo, únicamente superado por el inconmensurable y otro de nuestros elegidos en el Siete Ideal Élite Antonio Angulo «Chava» (Gomur-Liébana2017), que sin lugar a dudas, y como él mismo nos señala ha sido su mayor rival este año en el asfalto, «Si he hecho tantos segundos puestos gran parte de «culpa» la ha tenido Chava Angulo, y acabar tanto el ranking nacional como la Copa de España detrás suyo, es síntoma de que ha sido mi mayor rival».

Y es que como ya apunta el de Pedro Muñoz este año ha sido un año en el que si la fortuna le hubiera acompañado un poquito más, sin duda estaríamos hablando de una temporada para enmarcar ya que son muchos los segundos y terceros puestos acumulados durante el año, lo que aún dejándole muchas veces con ese sabor amargo de estar tan cerca de la victoria, demuestra que este año ha estado en todo momento en la pelea, y que no debería hacerse ningún reproche a su actuación, ya que de largo este 2016 ha sido su mejor año encima de la bicicleta, y ese mismo es su balance «Mi mejor temporada, sin lugar a duda, y los números hablan por sí solos: 5 victorias más el campeonato autonómico, 2º en la Copa de España, 2º en el Ranking Nacional de la RFEC, 2º Volta a Galicia, 3º en la General del Torneo Euskaldun, 5º en Vuelta a Navarra y parte del triplete que llegó destacado el primer día a la meta de Estella, y el Campeonato de España élite contra el crono. En total: 33 top10 y 23 top3, así que creo que no está nada mal. Hubiera firmado hacer una temporada tan regular a principios de año, y sobre todo con lo que me quedo es con eso, más que con los números, sentirme competitivo durante todo el año desde que empecé en la Challenge de Mallorca con la selección española hasta mediados de octubre en el Campeonato de España de pista después de estar 3 semanas vendimiando. Y por supuesto con el gran trabajo en grupo que he formado junto a mis compañeros en Lizarte».
Y es que después de muchas temporadas siendo el buque insignia de un equipo como el Seguros Bilbao, Marcos decidió este año cambiar de aires en una apuesta al todo o nada por alcanzar la meta del profesionalismo, recalando en un equipo de garantías como el Lizarte, un equipo que te lo puede dar todo, y ahí están los casos del pasado como Jorge Arcas, Antonio Pedrero, Dayer Quintana o Andrey Amador, o del presente como Richard Carapaz, miembro también de nuestro Siete Ideal Élite, o Héctor Carretero, pero que obliga al ciclista a darlo todo y a ofrecer unos registros muy por encima al que debería dar en otro conjunto, y ahí Jurado cumplió con creces.
Empezó el año tonteando ya con el triunfo, y es que en la puesta de largo con los colores del Lizarte ya se quedó a las puertas de la victoria en el Memorial Manuel Sanroma, donde en la primera etapa entró detrás de nuestro último elegido dentro del Siete Ideal Sub23, Jon Irisarri (Caja Rural-RGA), para después acabar segundo en la general tras Óscar Hernández (GSport), hecho que sí le valió para adjudicarse el campeonato manchego. Después ya llegó uno de los grandes objetivos del año, la Copa de España, y como ya hemos dicho se quedó cerca de la gloria ya que acabó segundo, después de ceder una buena cantidad de puntos entre la prueba inaugural del Circuito Guadiana de Don Benito, donde en la llegada al sprint no supo encontrar su sitio y acabó muy retrasado, y la prueba de Valenciaga, donde unos problemas físicos hicieron que no pudiera estar en la pomada de la carrera, algo que también le lastró en una prueba de fuste como la zamorana del Trofeo Iberdrola, lo que él mismo relata como su peor momento del año «Entre mediados de marzo y principios de abril recaí de la lesión del año pasado en el sartorio, y me mermó de cara a objetivos importantes como era Iberdrola, Valenciaga y la general de la Copa España».
Pero el resto de la participación en la Copa de Marcos fue para quitarse el sombrero acumulando tres podiums, con la pequeña pega de no poder rematar en ninguna ya que siempre hubo alguien que le dejó con la miel en los labios, como por ejemplo en el Trofeo Guerrita donde fue el mejor de los mortales, quedando solo por delante de él un Álvaro Cuadros (RH+-Polartec-Fundación Contador) que ese día se salió del mapa, o en Torredonjimeno donde acabó llegando en solitario a meta tras dejar atrás a todos sus rivales realizando una exhibición de fuerza en los últimos kilómetros, y completando una de las grandes imágenes para el equipo Lizarte de este año, ya que dos compañeros suyos como Carretero y Carapaz, habían cruzado la meta antes que él, dejando un podium al completo con hombres del Lizarte. Imagen inusual que Marcos repetiría como protagonista en la jornada inaugural de una vuelta de la suma importancia para el Lizarte como la Vuelta a Navarra, donde Marcos entró en la meta de Estella junto con sus compañeros Sergio Samitier, vencedor, y Marcos Rojo, en una ronda en la que acabaría quinto en la general, ayudando a su compañero Carapaz a llevarse finalmente el maillot amarillo.

Volviendo con la Copa de España en el Gran Premio Macario de Alcalá de Henares, Jurado regresó al podium ya que acabó llegando a meta dentro del grupo selecto de hombres importantes donde vio como los dos mejores sprinters del momento, y seguramente del pelotón amateur de este año, Irisarri y Angulo le superaban en la recta de meta, volviendo a ser así tercero como en tierras jienenses. A estos podiums habría que añadir sus 5º puestos en Legazpi y el Momparler, y el 9º de Aitzondo.
Como decíamos Angulo le dejó varias veces con la miel en los labios, especialmente en tierras leonesas donde en la tercera y cuarta etapa de la Vuelta a León se vivió un mismo desenlace, con el cántabro superando al manchego. En la primera de las dos ocasiones con final en Astorga lo cierto es que Angulo ganó con claridad después de que Jurado se viera cerrado contra las vallas en la última curva, pero en Cabañasraras se presenció un final bien distinto con el del Lizarte cogiendo bien la rueda del de Gomur superándole en la recta de meta, pero al que le faltó medio centímetro para ratificar el triunfo, ya que Angulo no se sabe muy bien cómo, fue capaz de recomponerse para volver a rebasar en el último suspiro a su rival.
Pero quedémonos con los triunfos, principalmente con ese tan especial para Marcos como el nacional contra el crono, y es que este año en Concentaina volvió a recuperar un cetro que tantas veces ha sido suyo, y es que Marcos es todo un especialista en esta disciplina y tras haber sido campeón junior y sub23, por fin logró hacerse con el título en la categoría élite que tanto ansiaba «El Campeonato de España era importante, pero lo mejor de este año ha sido formar parte de un buen grupo como el que hemos formado durante gran parte de la temporada en el Lizarte». Y es que las tierras valencianas este año se le han dado bien al pedroteño, ya que en la última de las cuatro etapas de una de las más importantes rondas por etapas de nuestro calendario, como la Vuelta a Valencia, no encontró esta vez a nadie que le superase en la llegada, siendo él quien alzase el triunfo.

Y si este año Jurado ha tenido buenas vibraciones con el levante español, qué decir del matrimonio que existe entre él y la localidad burgalesa de Villasana de Mena, donde este año conseguía hacer por tercer año consecutivo con la victoria del Gran Premio de San Antonio, hecho que esta al alcance de muy pocos por muy grande o pequeña que sea una carrera, ya que si ganar es difícil hacerlo tres veces seguidas es poco menos que imposible. Esta, en Villasana era en ese momento su segunda victoria, y es que el casillero ya lo había estrenado unas semanas antes en Natxitua donde alzó los brazos en la prueba de San Isidro, tras lograr llegar a meta destacado junto con Mauricio Moreira (Caja Rural-RGA) al que derrotó en la llegada, y sumar una buena cantidad de puntos dentro de otra prestigiosa clasificación como la del Torneo Euskaldun, en la que finalmente quedó tercero por detrás de otro de nuestros hombres, Egoitz Fernández (Fundación Euskadi-EDP) y Xuban Errazkin (Parking Geltokia), y es que además de vencer en Natxitua, también fue segundo en Azcona, por detrás de su compañero Óscar Rodríguez, y en Segura, donde Jonathan Cañaveral (Telco’m) fue mejor que él, y tercero en dos pruebas consecutivas como las de Murgia y Salinas.
Para acabar el año Jurado se dirigió a tierras gallegas en busca de la última gran vuelta del año, la Vuelta a Galicia, con los colores «prestados» del Supermercados Froiz, y estuvo muy cerquita de llegar y besar el santo, ya que en cinco días de competición Marcos fue líder, se llevó una etapa y acabó segundo de la general, solo superado por el local Samuel Blanco (Rías Baixas). La victoria en la cuarta etapa con final en Verín, seguramente, la jornada reina de esta edición nos resume a la perfección el año del «Ruso», y es que logró estar para arriba con los mejores, resistiendo las embestidas de grandes escaladores como José Manuel Díaz Gallego (Bicicletas Extremadura) o Miguel «Lobito» Burmann (Kuota-Construcciones Paulino), aprovechando su oportunidad para atacar ya en la parte final, abriendo un hueco que ya supo manejar a la perfección, ya que como demuestra su entorchado nacional contra el crono, a la hora de rodar hay pocos como él.

En definitiva, mucho protagonismo y muy bueno para Marcos Jurado en un año de sobresaliente, donde solo esa pizca de suerte que tanto hay pelear en nuestro deporte, hizo que no fuera de matrícula de honor, ya que el número de victorias se habría disparado, y lo que nos hace pensar que al manchego ya el pelotón amateur se le queda pequeño, y que de nuevo con él, al igual que con otros muchos, se está pagando la falta de oportunidades existente para nuestro jóvenes valores «El futuro se plantea incierto hasta el momento, así que iremos día a día; todos sabemos de la dificultad de pasar a profesionales en España como para encima sumarle la edad, pero no perderemos ni la esperanza ni las ganas». Nosotros tenemos la firme esperanza de verle con la bicicleta entre los profesionales, ya sea en nuestro país o fuera de él, y que se olvide durante un tiempo de la vendimia.