Si hace un par de días nuestro sexto miembro del Siete Ideal Élite era uno que anunciaba justo en esa fecha su paso a profesionales como el cántabro José Manuel Gutiérrez Revuelta «Gallu», hoy el sexto en entrar en nuestro siete sub23 es otro José Manuel que también el año que viene estará entre los mejores del pelotón internacional, y que también anunciaba la buena nueva recientemente. Estamos hablando de José Manuel Díaz Gallego, uno de esos ciclistas llamados a hacer grandes cosas en este deporte, ya que en su paso por el ciclismo aficionado de nuestro país ha demostrado ser un escalador formidable, con una cualidades innatas que le hacen ser de esos ciclistas a los que da gusto ver cuando la carretera se pone a mirar al cielo. Desde El Pelotón estamos muy seguros que estamos ante un corredor que seguro no tardando tanto estará dándonos alegrías a los aficionados españoles.
Y es que el del Extremadura-Bicicletas Rodríguez ha confirmado en este 2016 lo que venía apuntando en las temporadas anteriores, siendo uno de los mejores escaladores que ha pasado por el pelotón amateur de las últimas campañas. Uno de esos ciclistas que disfruta jugando al ataque, y que pocas veces se deja algo en el tintero, y aunque no haya sido un año prolífico en victorias, la que consiguió fue para tenerla en la memoria durante mucho tiempo, siendo el jienense el vencedor en la Catedral de las pruebas de un día del calendario nacional, el Memorial Valenciaga, donde además lo hizo atacando en la última subida a Ixua, protagonizando junto con Richard Carapaz (Lizarte) un auténtico festival de demarrajes en la parte final de la ascensión, y posteriormente jugársela en el descenso para dejar atrás al ciclista ecuatoriano y llegar así en solitario a la mítica meta de Eibar. Y lo cierto, es que no nos estamos inventando nada, ya que el balance del año hecho por el propio José Manuel no varía mucho del nuestro «Ha sido un año positivo en general. Aunque con pocas victorias. Me hubiese gustado ganar alguna más pero no ha podido ser. Eso sí, el momento de la victoria en el Memorial Valenciaga compensa todas las veces que he podido quedarme cerca del triunfo en otras carreras. Verme en las calles de Eibar levantando los brazos no tiene precio».
Esa victoria la verdad que suele ser sinónimo de paso a profesionales, y un año más se ha demostrado ya que el año que viene el ciclista jienense estará en las filas de la formación israelí Cycling Academy Team, un equipo que busca aunar a todos los jóvenes valores del ciclismo mundial para darles su primera oportunidad dentro del campo profesional, y sin duda, con José han dado de lleno, teniendo en sus filas el año que viene a un ciclista que como ya hemos dicho dará mucho que hablar en el futuro más cercano. «El futuro pinta bastante bien. Como sabéis ya, el año que viene estaré en el pelotón profesional que es por lo que hemos trabajado tantos años, así que seguiremos dándolo todo para aprovechar esta oportunidad».
Poco a poco se van disipando los nubarrones que parecían hacer bastante daño a nuestro pelotón amateur este año hace mes y medio, en donde pocas eran las noticias de los nuestros dando el salto al campo profesional, pero poco a poco hemos ido conociendo como varios de ellos, entre los que se encuentran algunos de los seleccionados para nuestros Sietes Ideales sí han conseguido la oportunidad como Marcos Jurado, Richard Carapaz, Óscar Hernández, Antonio Angulo, José Manuel Gutiérrez, Jon Irisarri o nuestro protagonista de hoy. En el caso de José Manuel Díaz Gallego, el equipo israelí se lleva a un diamante al que todavía quedan cosas por pulir, pero que tiene toda la pinta de poder brillar y mucho, siendo para muchos un escalador cuya pinta recuerda bastante al de un tal «Alberto Contador», y nosotros somos poco amigos de ese tipo de comparaciones, pero siendo justos su apariencia encima de la bicicleta bastante saltarina cuando está en la montaña y ese carácter tan impetuoso que le llevan a ser uno de los ciclistas que seguramente más ataques realiza a lo largo del año, hacen verdadera esa fama.
Ese triunfo en el Valenciaga fue el colofón de un gran año que le llevó a hacer una gran Copa de España, aunque de nuevo se quedó a las puertas de ser el mejor sub23 de la competición, siendo esta vez, otro de nuestros elegidos, Jaume Sureda (Seguros Bilbao) el que le dejaría a las puertas de la victoria por segundo año consecutivo, aunque mejorando en el global de la competición el puesto del año anterior, consiguiendo un magnífico cuarto puesto, superando tan solo por el citado Sureda, y dos grandísimos y completísimos ciclistas que el año que viene también estarán entre los pros como Antonio Angulo y Marcos Jurado. El mismo nos apunta que esta es la espinita que le queda de esta temporada «No haber ganado la Copa España sub23 me dejó con un mal sabor de boca, ya que durante toda la competición tuve el liderato muy cerca, pero finalmente me tuve que conformar con la segunda plaza».
También el haber quedado sin triunfar en alguna de las vueltas por etapas puede ser algo que pudiera apuntárele a José Manuel en el «debe», pero no hay que darle importancia porque en muchas de ellas siempre estuvo ahí presente peleando por el triunfo y siendo protagonista de la carrera, aunque la fortuna no se alineara con el andaluz para llevarle a lo más alto, y ahí podemos citar su participación en varias de las grandes vueltas de este país como la Vuelta a Toledo, donde finalizó quinto en la general final, así como en la Volta a Galicia, donde junto con los chilenos del Kuota-Contruscciones Paulino, Elías Tello y Miguel «Lobito» Burmann, fue el ciclista más incisivo en una carrera con muchísima montaña en donde pudimos comprobar la regularidad del jienense ya que desde el principio de la temporada hasta el final siempre mantuvo estas grandes sensaciones en las duras pendientes lo que le llevó a final de temporada a ser el tercer ciclista sub23 en el ranking de la RFEC, solo superado por dos de nuestros seleccionados dentro del Siete Ideal Sub23: Gonzalo Serrano y Jon Irisarri. En Galicia un mal día en la cuarta etapa lo echó todo al traste, ya que en las dos etapas anteriores había sido segundo en Noia y cuarto en una dura jornada con final en Sarria y estaba en la lucha por el amarillo dentro del top10.
Pero sí hay una carrera en la que siempre vemos la mejor versión de José Manuel es en la Vuelta a Palencia. Este año en la ronda palentina se quedó muy cerca de repetir el triunfo conseguido el año anterior en la ascensión al Santuario de la Virgen del Brezo, ya que haría segundo solo superado en los metros finales por Héctor Carretero (Lizarte), aunque en este 2016 mejoraría mucho su posición en la general final, ya que acabaría siendo cuarto, con una gran tercera posición también en la primera etapa con final en Aguilar de Campóo. Lo cierto es que José Manuel Díaz sufrió el dominio abrumador del conjunto navarro del Lizarte que coparon las tres posiciónes del podium, así que se podría decir que en Palencia fue el mejor de los mortales, ya que como se ha visto durante todo el año la dictadura del Lizarte ha sido realmente difícil de superar. De hecho, en otra de las pruebas míticas vascas del calendario amateur como es la Subida a Gorla, otro Lizarte, como Sergio Samitier le robó la cartera llevándose la victoria en un final apretadísimo, entre ellos dos y Fernando Barceló (Polartec-Fundación Contador).
Y no fue el único final apretado vivido por José Manuel, ya que en otra de las grandes citas del año como la Vuelta a Bidasoa, en la cuarta y última etapa volvió a quedarse muy cerquita la victoria, siendo cuarto en el sprint del grupo selecto que acabó llegando a la meta de Irún y que se llevó otro futuro pro, como Jon Irisarri (Caja Rural-RGA), siendo la carrera guipuzcoana, todo lo contrario que la palentina para José Manuel, ya que si el año pasado una dura caída le dejaba fuera de la prueba en la jornada inaugural, este año siendo uno de sus principales objetivos no podía mostrar su mejor versión por otra caída sufrida días antes durante el trascurso de la prueba de la Copa de España de Legazpi, siendo para el mismo el peor momento del año, «Las peores sensaciones de toda la temporada las tuve en los tres primeros días de la Vuelta a Bidasoa, donde tras meses de preparación con ese objetivo y con ganas de hacerlo bien me vi sin fuerzas debido a una dura caída en la Klasika Legazpi que me dejó el cuerpo mermado hasta la última etapa que levanté un poco la cabeza». Aunque donde sí que consiguió mojar fue en una prueba menor como la Subida a Colmenar, aunque el final fue realmente impresionante con un durísimo ataque final que absolutamente nadie pudo seguir.
Pero bueno todo eso ya forma parte del pasado, presentándose a José Manuel un futuro muy prometedor que a buen seguro sabrá aprovechar, con esta primera oportunidad en el campo profesional en el Cycling Academy Team. Un mundo este, que durante unos días pudo probar durante este año al ser uno de los elegidos por toda una estructura World Tour como el Trek-Segafredo para vivir una de sus concentraciones alpinas allá por el mes de julio, junto con el gallego Martín Bouzas, algo que dejó unas ganas tremendas de llegar a ese campo profesional, que finalmente en el caso de José Manuel ha podido conseguir. ¡Enhorabuena!