Comentábamos hace unos días lo difícil que se nos hacía entender que el número 1 del año, Antonio Angulo, a estas altura de temporada no hubiera encontrado acomodo el año que viene en algún equipo profesional, pues bien, con nuestro siguiente protagonista, en esta ocasión dentro de nuestro Siete Ideal Sub23, nos sucede más de lo mismo, y es que estamos hablando del vencedor del Campeonato de España sub23, y uno de los ciclistas con mayor proyección, en cuanto a hombres rápidos se refiere, que tenemos en nuestro país: OSCAR PELEGRÍ.
El ciclista castellonense, natural de Betxi, ha sido uno de los referentes, junto con Jaume Sureda, de una de las escuadras históricas de nuestro ciclismo amateur como es el Seguros Bilbao, que por desgracia en este 2016 se despedía de las carreteras, dando presencia al equipo desde principio hasta final de temporada, otorgándole de, no tanto un gran número de victorias, pero sí de muchísima calidad, lo que además le acabó reportando la oportunidad de poder disputar en estos últimos meses una buena cantidad de carreras con los profesionales a prueba en el conjunto italiano del Amore & Vita-Selle SMP.
Como decíamos, su mayor gesta en este 2016 fue el triunfo en los nacionales celebrados muy cerquita de su casa, en la alicantina Cocentaina, donde demostró ser el ciclista más fuerte, ya no solo por lograr el oro, sino por la manera de lograrlo, al provocar el movimiento clave del día dentro de la última vuelta junto con otros dos ciclistas, Jon Irisarri y Juanjo Agüero, jugándose finalmente entre ellos las tres medallas, y ahí Pelegrí fue el más rápido de manera clara, dejando con la miel en los labios a Irisarri que hacía segundo. Y es que para nosotros el conseguir un campeonato nacional, algo por lo que pelean y sueñan la mayoría de los ciclistas, siendo el mayor objetivo de la temporada para muchos de ellos ya es motivo más que suficiente para entrar en «nuestra» alineación. Opinión que no ha sido compartida por el seleccionador nacional, Pascual Momparler, ya que no quiso contar con él para los Mundiales de Doha, volviendo a sacar a la palestra el tema tantas veces debatido, de si el hecho de portar el maillot rojigualda de campeón de España ya debería ser motivo suficiente para representar a nuestro país en la cita mundialista, algo que al de Betxi dejó con un mal sabor de boca.
Pero es que Óscar no solo fue ciclista de un día o de una carrera, si no que su bagaje a lo largo de la temporada fue notorio, y a esos nacionales ya llegó con la experiencia de saber lo que era levantar los brazos, ya que un par de semanas antes de la cita en Concentaina, en la disputa de la que además era la vuelta de su casa, y una de las más prestigiosas rondas por etapas del calendario sub23, la Volta a Castelló, conseguía triunfar en el primer sector de la segunda etapa, tras sufrir (como él mismo nos contará) un mazazo grande en la primera etapa donde no pudo estar entre los mejores. Óscar lograba en Benicassim una victoria muy similar a la que repetiría unos días después en el nacional, ya que lograba dejar atrás al pelotón llegando a la recta final dentro de un pequeño grupo, en esta ocasión cinco ciclistas, en donde acabaría imponiendo su mayor punta de velocidad. Hasta ese momento también destacables eran su segundo puesto en la segunda prueba del Torneo Lehendakari, la Goierriko Itzulia en Urretxu, solo superado por el galo Cyril Barthe, una quinta posición en tierras francesas en la prueba de Mont Pujols, donde además se llevó el premio al primer sub23, quinto puesto que repetiría en tierras valencianas en toda una prueba de la Copa de España como el Memorial Pascual Momparler.
Tras ganar en Concentaina estuvo muy cerquita de estrenar el maillot de campeón de España de la mejor manera, ya que una semana después en la primera etapa de la Vuelta a Segovia sería tercero, acabando la general de la ronda segoviana en quinta posición. Pero la espina de vencer vestido de rojo y amarillo se la pudo quitar tres semanas después en la jornada inaugural de la Vuelta a León, consiguiendo además con ello enfundarse el amarillo de la que para muchos es la gran ronda por etapas de nuestro calendario, y en donde solo ganan los mejores, y para muestra un botón, por ejemplo en 2015 cuatro de los vencedores de las cinco etapas acabaron el año dando el salto a profesionales. En esta ocasión Óscar Pelegrí lograba meterse en un corte de muchísima calidad, donde se metían casi todos los favoritos al triunfo final en la Vuelta y que acabarón llegando con un minuto de ventaja sobre el pelotón a la meta de Quintana de Rueda, y ahí de nuevo el de Seguros Bilbao sacó a pasear sus grandes dotes en estas lides para vencer en otra cita tan prestigiosa, victoria que además pudimos ver en directo gracias al trabajo de esta casa que cubrió y retransmitió las llegadas de las diferentes etapas, a través de Periscope y que ahora recuperamos.
Ver en #Periscope: #VueltaLeon Llegada a Quintana de Rueda https://t.co/DNPtpik02K
— El Pelotón (@ElPeloton) 19 de julio de 2016
Para despedirse antes de poner rumbo a tierras italianas como «stagiaire» en Amore&Vita, disputó la Vuelta a Palencia, donde de nuevo estuvo a punto de dar otra victoria al conjunto vizcaíno ya que en la cuarta y última etapa con final en las calles de la capital palentina finalizó en segunda posición, únicamente superado por José Daniel Viejo.
Ya con los colores del Amore&Vita demostró no sufrir el cambio de «división» corriendo entre profesionales, metiéndose en la fuga buena del Circuito de Getxo, primera carrera que disputaba (ya a principio de año había podido disputar un par de pruebas de la Challenge de Mallorca con la selección española de pista). Después varias pruebas en Italia y en Canada, donde además brilló con luz propia volviéndose a meter en fugas, o como en el Tour of Alberta, donde en la quinta y última etapa logró un grandísimo 11º puesto, en una jornada donde el vencedor fue otro «jovencito» como Paco Mancebo.
Para terminar, y como al resto de integrantes de este siete, a Óscar le pedimos que nos hiciera su propio balance de la temporada y esto fue lo que nos dijo:
«El balance personal ha sido bueno ya que algunos objetivos personales marcados a principio de temporada los he cumplido, como por ejemplo el campeonato de España donde me hacía mucha ilusión poder conseguir el preciado maillot después de haber obtenido el bronce en 2015».
Su mejor momento como no podía ser de otra manera fueron esos nacionales «Por mejor momento de la temporada me quedo con dos. Obviamente el campeonato de España es uno, y el otro es el debutar en profesionales en la Challenge de Mallorca con la selección nacional de pista capitaneada por Salva Melia (al que agradezco su confianza)», y en cuanto al peor, no hubo que salir de tierras valencianas para dar con él «La primera etapa de la Volta a Castelló, la carrera de casa, donde no rendí como me esperaba. Etapa que me motivaba mucho porque salía de mi localidad, Betxi».
«No ser convocado por la selección nacional de ruta y poder competir carreras de nivel internacional para seguir con mi progresión», ha sido la espinita clavada en la temporada 2016 del bueno de Óscar, que ve el 2017 con bastantes nubarrones, «Para el próximo año todavía no tengo nada definido. Me gustaría tener un hueco en profesionales, pero todo el mundo sabe la complicada situación del ciclismo en la actualidad».
Como al resto de integrantes de nuestro siete, le deseamos que tenga la suerte necesaria de poder cumplir ese sueño del profesionalismo, sueño que para algunos se está viendo que es posible, como nuestro último protagonista élite, Richard Carapaz, o la noticia que hemos conocido hoy mismo del fichaje de Héctor Carretero, también, por Movistar.