Llegó el momento de la tercera grande del año y con un cartel de lujo entre ellos Nairo Quintana. El colombiano, que viene de ser tercero en el pasado Tour de Francia, partirá sin duda alguna como uno de los máximos favoritos a coronarse campeón de la vuelta ibérica, al menos sobre el papel.
Pero una de las grandes interrogantes de los aficionados colombianos es como está Nairo físicamente, recordemos que en el tour evidenció problemas que lo tuvieron cerca del abandono. El boyacense que si bien logro algo que solo un selecto grupo de ciclistas ha logrado, ser podio en los tres Tour de Francia a los que ha acudido siendo dos veces subcampeón, no estuvo al nivel esperado. El de Movistar estuvo muy por debajo de su nivel. No estuvo a la altura de un Froome que con el pasar de las etapas demostró su casta de campeón y arrasó literalmente con sus rivales.
Pero los pergaminos del colombiano son los de un corredor que claramente va a una carrera a ganar o por lo menos a pelear por el podio. Teniendo en cuenta esto nos atrevemos a decir que si se pudo recuperar de la enfermedad que lo acecho, seguramente lo veremos peleando junto a Chris Froome y Alberto Contador por subirse al máximo cajón del podio.
El nacido en Cómbita, que saldrá en busca de su segunda grande para su palmarés, no la tendrá fácil por el cartel que acude a la ronda española como ya es costumbre en los últimos años. Tendrá como principales rivales a su bestia negra que le relego en 2013 y 2015 del tan deseado primer lugar en la ronda francesa dejándolo sin sueño amarillo, Chris Froome, uno de los máximos favoritos. Por otro lado un Alberto Contador que es el que más tiempo de preparación ha tenido para afinar su estado de forma. El pinteño será el rival a vencer. Corre en casa y si Froome no alcanza su nivel del Tour, podría alzarse con su cuarta ronda española.
Pero enfoquémonos en nuestro protagonista. Es claro que sus resultados en la Vuelta no son quizá los esperados. En 2014 por una caída que lo saco de competencia, se vio obligado a abandonar, y en 2015, una enfermedad estomacal, le hacía perder la carrera camino de Andorra. Lo cierto es que el corredor de Movistar no ha podido competir a su máximo nivel en la Vuelta. Este año parte nuevamente como líder de su equipo en busca de un maillot rojo que hasta el momento se le resiste. Amanecerá y veremos, en el ciclismo nada está escrito, y cualquier cosa puede pasar.