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Etapa 1 (19/7): Gradefes – Quintana de Rueda; 121,4km **
Hora de salida: 17:00 – Hora de llegada: Alrededor de las 20:00
La ronda leonesa arrancará, como viene siendo tónica habitual en las últimas ediciones, con la que presumiblemente debería ser la etapa más tranquila. Una toma de contacto para el pelotón de las carreteras leonesas, en la que salvo sorpresa mayúscula la victoria, y por consiguiente, primer líder de la general deberá salir de una llegada masiva. La salida desde Gradefes será muy cómoda, ya que los primeros 25 kilómetros hasta Cistierna serán completamente llanos por una carretera ancha y en buenas condiciones. Tras girar a la derecha en Cistierna la cosa cambiará, y es que hasta Puente Almuhey se sucederán los repechos, destacando el de Valmartino, que ya hace tres años fue decisivo en la segunda etapa de la Vuelta a León, que se acabó adjudicando José Antonio de Segovia. En esta ocasión este terreno servirá a buen seguro para provocar los primeros cortes interesantes de esta edición de la ronda Leonesa. A continuación y de camino a Almanza, el terreno favorable será lo predominante, por lo que de nuevo seguro que veremos volar a la posible escapada y por detrás al pelotón. Tras girar a la derecha en Almanza ya en dirección de nuevo a Gradefes, el terreno volverá a complicarse con una subida de 3 kilómetros que perfectamente podría haber sido puntuable, y que seguro que invitará a los ataques. Rápido descenso hasta Gradefes, donde tras pasar por el lugar de la salida, poco después arrancará la única cota puntuable del día, la subida de Casasola de tercera categoría. Una cota de poco más de 3 kilómetros, con alguna zona donde las rampas casi llegan al 10% al paso por la localidad de Rueda del Almirante, y en el que lo más duro viene casi provocado por el estado rugoso del asfalto. Se corona a 35 de la línea de llegada, y a partir de ahí el terreno ya sí que será completamente favorable al pelotón, en un principio por carretera estrecha, hasta llegar a Villafañe donde ya esta se ensancha y mejora su asfalto. Tras llegar a Mansilla de la Mulas se girará a la izquierda en busca de la llegada en Quintana de Rueda. Por medio quedarán algo más de 15 kilómetros totalmente rectos, y en donde el peligro podrá llegar en forma de viento como ocurrió en la edición del año pasado. La hora de la etapa, bien entrada la tarde, y lo descubierto de esta zona, puede provocar que si al dios Eolo le diese por aparecer, pudiéramos ver un final muy emocionante.
El análisis del experto: Marcos González (ciclista del Baqué-Campos):

Si tuviera que apostar por cómo se decidirá este primer día diría que casi al 100% acabará en sprint. Dudo mucho que pueda pasar nada importante porque la subida de Casasola y los repechos anteriores por la zona de Almanza, los va a pasar bien todo el mundo. Luego es todo llano hasta la llegada, y esta zona no es como la parte final de la primera etapa del año pasado que acabó en la zona de Sahagún, donde el viento puede ser determinante, aquí puede aparecer pero no con la misma fuerza.
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Etapa 2 (20/7): Sena de Luna – Cueto Rosales (Riello); 119,6km *****
Hora de salida: 15:00 – Hora de llegada: Alrededor de las 18:15
Desde nuestra humilde opinión, y habiendo hablado con personas que se dedican a esto como nuestros expertos, Marcos González o Sergio Prado, e incluso el artífice del recorrido de esta Vuelta, como Javier Fernández, debemos señalar esta como la etapa reina de esta edición. De ahí, las cinco estrellas. Al pasar por primera vez por Riello, donde restarán 73 kilómetros para la llegada, el infierno al que se someterá a los ciclistas será espectacular con 8 puertos de montaña. Ni un metro llano, subidas y bajadas continuamente, y un puerto de categoría como el de Rosales, al cual tendrán que enfrentarse hasta en tres ocasiones. El comienzo desde Sena de Luna hasta La Magdalena será bastante favorable, incluso con bajadas bastante largas y pronunciadas, aunque los primeros kilómetros serán rodeando el embalse de los Barrios de Luna, y ya sabemos cómo son estas carreteras. Continuo sube y baja y por una carretera que no está pasando por sus mejores condiciones. Seguro que aquí se volará en busca de formar la escapada del día . Una vez que se llegue a la presa, ahí sí ya arrancará la bajada hasta La Magdalena, donde se girará a la derecha hacia Riello. Los 15 kilómetros entre esas localidades, ya por una carretera en muchísimas mejores condiciones, son también un continuo sube y baja, destacando la subida de Canales, que durante casi 5 kilómetros va continuamente picando para arriba. Tras cruzar Riello, nada más salir del pueblo ya comenzará el sufrimiento. En primer lugar la subida a Pandorado, de tercera categoría, de apenas 2 kilómetros y sin rampas excesivamente duras, pero a la que se deberán enfrentar hasta en 3 ocasiones y veremos los estragos que ya pueda provocar en la tercera de las subidas. Tras coronar bajada rapidísima hacia Guisatecha y un kilómetro llano hasta la localidad de El Castillo donde comienza Rosales. Este kilómetro entre estas dos localidad será lo más llano que tengan los ciclistas en esta parte final. Rosales se trata de una subida durísima, de un poco más de 3 kilómetros, con un inicio de puerto realmente exigente, en el que el primer kilómetro continuamente está situado al 10% de desnivel. Los otros dos ya baja un poco la media, siempre oscilando entre el 8 y 9%, aunque hay repuntes que alcanzan el 12 y 14%, aunque si bien es cierto que no hay un solo descanso en la subida, lo que acaba lastrando y mucho la fuerza en las piernas, que no ven momento para oxigenarse. Tras coronar se seguirá de frente, dejando de lado el giro a la derecha al que deberán enfrentarse en la última de las ascensiones para aún subir otros 2 kilómetros y medio, donde se encuentras los tramos más duros del día. La carretera irá haciendo un circulo hasta Riello, por otra vez carretera muy estrecha, que generalmente es favorable, aunque hay intercalados un par de repechos, donde es necesario volver a meter plato pequeño, con el daño que ello provoca a las piernas que de golpe y porrazo pasan de no dar pedales a encontrarse con auténticos muros. Al llegar a Castro de la Lomba hay un descenso hacia el Río Omaña muy vertiginoso de un kilómetro, donde la pendiente llega casi al 20%, alcanzando velocidades de vértigo, y con un par de curvas peligrosas. Una vez se llega a abajo, se cruza el puente y arranca el otro puerto de tercera, una subida de similares características a lo descendido previamente. Poco más de un kilómetro, per de una exigencia brutal, con una primera rampa y revuelta que están muy por encima del 10% de desnivel. Coronado, de nuevo descenso empinadísimo hacia Riello, y volver a empezar con Pandorado. Se dará otra vuelta más completa a este circuito para regresa de nuevo a Riello, y enfrentarse por última vez tanto a Pandorado como a Rosales, pero en esta ocasión cuando hayan coronado este puerto de segunda categoría, harán ese mencionado giro a la derecha, para entrar en una carretera forestal, muy, muy rugosa, que lleva al mirador y las antenas de Rosales, un enclave espectacular. Por delante 2 kilómetros y medio, más irregulares que lo vivido antes en el puerto, pero en el que se van sucediendo los descansillos con rampas que llegan al 20% de desnivel. Lo más duro antes de la meta, en donde el último kilómetro siempre está por encima del 15% de desnivel. Visto lo visto, a más de uno ese último kilómetro puede atravesársele de manera increíble. Aún quedará mucha carrera por delante pero como algún ciclista hoy tenga su día podrá dejar la carrera muy bien situada. Eso sí, también veremos que si se abre gas ya en la primera subida a Rosales, más de uno sufrirá y mucho para no quedar fuera de la carrera.

El análisis del experto: Marcos González (ciclista del Baqué-Campos):
Aquí va a haber una escabechina terrible. Para mí la etapa reina, aunque haya gente que apunte la cuarta como la jornada más dura. Los últimos kilómetros son durísimos, y la última vez el último kilómetro de Rosales es bestial. Este día va a marcar muchísimo la general. Aquí no sé si habrá un ciclista muy por encima del resto, pero si no es así está claro que ya el ramillete de favoritos se podrá contar con los dedos de una mano, porque estoy convencido que entre el que gane y el que haga décimo ya habrá varios minutos de diferencia. Va a ser un día por eliminación, y la gente se va a ir descolgando de maduros. No creo que ninguno de los favoritos decida atacar ya en la primera o segunda subida, pero cuando comience la tercera el pelotón será muy pequeño. Además hay que tener en cuenta que el terreno que hay entre Rosales y Riello, es muy estrecho con muchos repechos durísimos y con bajadas que son realmente peligrosas, y eso va generando una tensión que las piernas siempre lo acaban resintiendo.
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Etapa 3 (21/7): Bembibre – Astorga; 141,8km ***
Hora de salida: 15:00 – Hora de llegada: Alrededor de las 18:30
Más madera. Estamos ante la etapa más larga de esta edición con más de 140 kilómetros entre pecho y espalda, tras pasar la titánica jornada del día anterior. Quizás los últimos 20 kilómetros entre Benavides y Astorga resten emoción a la etapa, ya que ese terreno para un pelotón que pueda venir por detrás a pleno rendimiento será muy favorable, pero veremos cómo llega la carrera a Benavides. Y es que el terreno previo puede deparar muchas sorpresas. Salimos desde Bembibre con un comienzo para arriba hasta Torre del Bierzo que dejará a buen seguro los primeros escarceos. Tras regresas a Bembibre se girará hacia el norte, con una carretera que continuamente será en ascenso hasta Boeza donde se iniciarán 45 kilómetros durísimo, encadenándose tres puertos de montaña: Igueña y Garandilla, de tercera, y el de Espina de Tremor, de segunda. Este último se encuentra entre Igueña y Garandilla y se trata de una subida realmente exigente, con dos kilómetros tras superar la localidad de Tremor de Arriba, donde realmente arranca la ascensión, que llegan al 9% de media, con rampas superiores al 10%. Tras coronar esta primera parte, no llega enseguida la bajada, sino que por delante quedan casi 5 kilómetros muy duros, en los que se intercalan bajadas, con subidas de hasta un kilómetro y en donde de hecho, antes de llegar a Espina de Tremor están las rampas de la subida, llegando casi al 15%. Una vez coronado ya sí, rápido descenso y terreno cómodo hasta La Garandilla, donde comienza el último puerto del día. Lo más duro de esta subida está al principio, aunque con la fatiga que llevan las piernas cualquier rampa puede atravesarse. Muy buen asfalto el que acompañará a los ciclistas todo el día, y realmente esta última subida de La Garandilla seguro que se hará muy rápido. Al igual que en Tremor, tras coronar esta última cota, que los ciclistas no esperen un descenso, ya que durante los siguiente kilómetros se sucederán los continuos repechos y bajadas, hasta llegar a Cogorderos, donde se girará a la izquierda hacia Benavides de Órbigo, donde ya sí se meterán por una carretera ya muy rugosa y estrecha y en continuo descenso que hará que si algún grupo llega ahí con algo de ventaja en los siguientes kilómetros el pelotón no podrá reducirles nada de tiempo. Ya en Benavides los últimos 20 kilómetros serán para rodar muy, muy fuerte, y aquí si en la escapada no se han guardado fuerzas a buen seguro por detrás tendrán la oportunidad de echarse encima antes de llegar a Astorga. La complicación radicará en ver qué ciclistas deciden pasar a la ofensiva, si los de la general buscan jaleos en esa parte intermedia para dejar al resto de rivales sin equipo y convertir los últimos kilómetros en toda una carnicería o si se deja marchar por delante a gente con tiempo perdido, y ver si luego en esa parte final se es capaz de alcanzarlos.

El análisis del experto: Javier Fernández (Director Ejecutivo de la Vuelta a León y Director del Diputación de León-Arte en Transfer)
Será una jornada de mucho movimiento en los coches de los directores. El terreno que está a mitad de la etapa es muy duro. Esa subida de Tremor es también de las más exigentes de toda la Vuelta. Veremos si la gente de la general decide buscar pelea o guardan fuerzas para lo que les queda por delante. Después de pasar los tres puertos del día, aún quedará un terreno donde ponerse a cazar a quién o quiénes vayan por delante será muy difícil, y solo desde Benavides a Astorga habrá esa posibilidad, pero veremos cómo llegan los equipos de organizados a esa parte final, o si en realidad el pelotón será un pequeño grupo de ciclistas, que tampoco podrán hacer mucha fuerza para coger si va gente por delante.
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Etapa 4 (22/7): Camponaraya – Cabañas Raras; 119,9km ****
Hora de salida: 15:00 – Hora de llegada: Alrededor de las 18:10
De nuevo jornada durísima la que les espera a los ciclistas antes de la definitiva cronoescalada a Valporquero que pondrá el punto y final de esta edición. Por lo que esta etapa con final en Cabañas Raras será la última oportunidad de que en equipo puedan reducirse o aumentarse los tiempos de cara a esa última jornada, en donde ya sí será una guerra de uno contra uno. Sin duda el terreno invita a las emboscadas y a que se pueda ver otra jornada épica de ciclismo. Si la de Rosales era dura, esta no le va a la zaga, con la pequeña diferencia de que no acabará en alto, pero eso nunca es sintomático de nada. La primera mitad de la etapa será más o menos tranquila, hasta llegar a Noceda donde la película ya cambiará, ya que todo el terreno que habrá por delante hasta Matarrosa del Sil será ya duro, con subidas que sin puntuar ya irán minando las fuerzas de los ciclistas. Y hablando de minar, en Matarrosa los ciclistas comenzarán la subida a La Mina, el único puerto de primera categoría de esta edición. Se trata de una subida realmente dura de casi 5 kilómetros a una media, los cuatro primeros superior a al 10%, de hecho el primer kilómetro supera el 12% de media, y alcanzando en algún punto el 17% de desnivel. Ya el último kilómetro suaviza mucho, siendo prácticamente un falso llano. Tras coronar rápido y peligroso descenso hasta Fabero y después terreno muy favorable hasta Vega de Espinareda, donde se subirá el otro puerto del día, el Alto del Ocero, de tercera, y que ya tuvimos oportunidad de conocerlo el año pasado, subida de 4,5 kilómetros, en su caso sin grandes rampas, pero que a estas alturas veremos el daño que puede hacer. Una vez que se corona a 11 de meta prácticamente todo será hacia abajo hasta llegar a la meta en Cabañas Raras, a excepción de un muro que hay por medio, que veremos también el daño que puede hacer. Sin duda, jornada para poner todo patas arribas una vez que se llegue a Matarrosa del Sil, y si aquí aparecen los verdades protagonistas, pudiera ser que viésemos un anticipo de la cronoescalada del día siguiente, ya que los últimos 50 kilómetros pueden convertirse en una lucha de uno contra uno.

El análisis del experto: Sergio Prado (ciclista del CC Vigués-Autronic)
Es un día muy duro, aunque siendo sinceros y tras reconocer la etapa, creo que la de Rosales se siguen llevando la palma. Sale este día casi 1700 metros de desnivel, lo que nos hace tener una idea de lo que nos espera. Tanto el tramo que hay antes de llegar a Matarrosa del Sil, como el final por el Alto de Ocero, ya lo hicimos el año pasado en la etapa que acabó en el Castillo de Cornatel. El alto de La Mina, aunque pongan que son 5 kilómetros, realmente son 4, porque el último hasta la cima es llano prácticamente. Eso sí, los tres primeros son una pared completamente, que no baja en ningún momento del 10-12%, ya del tercer kilómetro hasta arriba la cosa cambia con varias zonas llanas. Bueno y si no me falla la memoria creo que al principio del día recorremos parte del circuito del Mundial de Ponferrada, aunque en sentido inverso al que ellos hacían.
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Etapa 5 (23/7): Vegacervera – Cueva de Valporquero; 9,8km (CRI)
Hora de salida del primer corredor: 12:30
Precioso punto y final el que tendremos en este 2016 para la Vuelta a León, llegando a uno de los lugares que más historias nos ha dejado en esta carrera como es la subida a Valporquero, que sin ser la más dura de la provincia, ni la que más kilómetros tiene, se ha convertido en un lugar de culto para los cicloturistas de la provincia y una de las subidas más conocidas de todo León. La subida en sí, no debería marcar grandísimas diferencias entre los diferentes rivales, pero con lo que ya llevan todos los ciclistas en las piernas veremos que estragos puede causar esta cronometrada. Los primeros 4 kilómetros entre la salida de Vegacervera y Felmín donde realmente arranca la ascensión a Valporquero serán para rodar fuerte, aunque siempre en continuo ascenso, y ojo que al paso por las preciosas hoces de Vegacervera el viento suele pegar bastante fuerte de cara. Una vez en Felmín arrancan los 4,3 kilómetros del puerto, con lo más duro en su parte inicial y final. Esa primera zona de varias revueltas donde las rampas casi alcanzan el 10% y los últimos 500metros antes de coronar ya en el propio pueblo de Valporquero donde también la carretera se empina hasta casi alcanzar los dos dígitos, por medio la subida será un continuo de 4-5% por un muy buen asfalto. Una vez coronado quedará un poco más de 1 kilómetro de descenso rapidísimo hasta la meta situada a la puerta de las famosas Cuevas de Valporquero. Sin duda, este sábado será una jornada preciosa para poder acercarse hasta allí a pasar el día, combinando el turismo con el ciclismo. En cuanto al vencedor será complicado ver que quién gane la etapa no sea alguien de los que esté peleando por la general, ya que aquí primarán más las fuerzas que se tengan que el ser un especialista en las cronometradas.

El análisis del experto, Marcos González (Ciclista del Baqué-Campos):
Esta última crono la conozco como la palma de mi mano porque la he hecho mil veces. La cosa estará entre los de la general, siempre y cuando no haya alguno que se haya distanciado mucho entre Rosales y las etapas del Bierzo. Si hay un ciclista fuerte que tenga un minuto o así de ventaja es muy difícil que pueda recuperarse en esta subida, a no ser que se tenga un mal día. La verdad que la subida de Valporquero no es un puerto para marcar diferencias, pero si hay dos o tres ciclistas apretados en la general puede ser una lucha muy bonita, porque está claro que lo darán todo, y en esas condiciones y lo que llevan acumulado de los cuatro días anteriores, al final se hará una subida muy dura.
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