Aunque hemos ido intentando haceros llegar durante los cinco días la Vuelta a Léon a través de twitter de la mejor manera, siempre hay detalles o momentos que son muy difícil de trasladar. Es por eso que queremos hacer un repaso de lo sucedido en tierras leonesas durante 5 días. Desde aquí agradecer a César Buitrón (Sportleon.com), Adrián Rodríguez y Marta G. Curieses, por tener la cámara siempre preparada.
1. A pelear por todo
Eso es lo que pensaron Marcos Rojo (Lizarte) y Egoitz Fernández (Fundación Euskadi-EDP) en el único puerto puntuable del día en la primera etapa. Arrancaba la ronda leonesa con una etapa, supuestamente, tranquila y acabó volviéndose una locura con un corte de 22 ciclistas con viajeros de mucho nivel y aspirantes a la victoria final. Aún así entre ellos, hubo momento para pelear por cosas como esos primeros puntos de la montaña, que fueron para Marcos por medio tubular sobre Egoitz. La cara de los jueces que tenían que decir quién pasó primero por la raya que delimitaba la cima era todo un poema.
2. Rosales y sus rampones
Varios fueron los ciclistas que tuvieron que ceder ante las pendientes de Cueto Rosales. Lo curioso del caso es que hubo dos ciclistas que tuvieron que poner pie a tierra en esa parte final de la subida, y los dos del mismo equipo, que además acabaría siendo el más fuerte de la Vuelta a León, el Aldro Team. David Civera antes de llegar a la meta se salía del propio asfalto en una de las «eses» que iba haciendo para poder solventar la pendiente de la mejor manera, y eso que entraba el 13º en meta. El otro su compañero Antonio Soto, que después de pegarse buena parte del final de la etapa fugado en solitario veía como Burmann le pasaba por encima, y cuando ya en el último kilómetro, donde estaban las rampas del 20%, lograba mantener la desventaja con el hispano-chileno, un problema con la cadena le hacía tener que parar y veía como le alcanzaban tanto su compañero Joan Ruiz como Diego Pablo Sevilla (Fundación Contador)
3. Las espinas de Rosales
Como decimos la subida al Cueto Rosales fue un auténtico suplicio para los ciclistas, y es que sus rampas se cobraron muchas víctimas. Un puerto que ya apuntábamos hace más de un año que podría ser un escenario idóneo para una carrera ciclista. Ya se ha estrenado en la Vuelta a León, y las malas lenguas dicen que Javier Guillén ya le ha echado el ojo a esta subida para la Vuelta a España. No nos extraña lo más mínimo. Pues bien, dicen que vale más una imagen que mil palabras, así que no escribiremos nada más.
4. ¿El fútbol es duro? Díganselo a Sergio Rodríguez
El de Caja Rural-RGA venía a León a por la victoria, después de que el año pasado fuese tercero, y que hace una semana volviese a hacer tercero en Zamora, como el año anterior. Pues en la jornada reina, en uno de los descensos previo a La Lomba, Sergio se iba al suelo tras pinchar la rueda delantera y salírsele el tubular, quedando aún más de 50 kilómetros por delante. En Caja Rural saltaban las alarmas y se ponían en bloque a intentar enlazar con los de cabeza. Tarea imposible para él, que acababa dejándose todas sus opciones en esta ronda en la ascensión a Rosales. Aún así finalizaba con claras señas del trompazo que se había dado, lleno de rasguños y sangre en codos y piernas. Al día siguiente tras salir en Bembibre volvía a caerse, pero aún así finalizaba esta Vuelta. ¡Ole tus h….s!
5. Sergio Hernández «homenajeo» a Froome en León
En el día en que Froome dejaba sentenciado el Tour de Francia, Sergio Hernández del Fundación Contador hacía su pequeño homenaje al campeón británico. Y es que si en la subida al Ventoux veíamos a Froome vestido de amarillo corriendo, en una imagen que dio la vuelta al mundo, en la subida a La Lomba, Sergio veía como se le partía la cadena y tenía que hacer parte de la subida a La Lomba a pata. Eso sí en su caso con la bici en la mano, que no están las cosas en el pelotón amateur como para dejar una bici por ahí tirada.
6. ¡Uy, qué bien se ven los toros desde la barrera!
Los chicos del Autronic, capitaneados por Sergio Prado, se tomaron un pequeño descanso antes de pasar por el control de firmas en Bembibre. Seguro que estaban pensando en el Miura que les venía por delante con los puertos de Igüeña, Espina de Tremor y Garandilla.
7. Un café con leche, por favor
Es muy importante conocer bien el terreno al que se van a enfrentar los ciclistas, y por supuesto atender a las indicaciones de los directores. Pero tanto o más son el coger fuerzas para que luego no vengan las pájaras. En Bembibre veíamos como Pablo Más les ponía las pilas a sus chicos antes de la salida. Sirva esta foto para rendir un merecidísimo tributo al conjunto de Seguros Bilbao, que tras 12 años el año que viene no podremos verle en las carreteras leonesas. Una auténtica lástima.
8. La soledad de Infisport
En esa salida de Bembibre, alrededor de la furgoneta de Infisport las risas no abundaban, y es que unas horas antes se había oficializado que ellos iban a ser, como Seguros Bilbao, otro equipo que el año que viene daban por seguro su desaparición. En su caso el problema venía con la falta de apoyo por parte de las instituciones alavesas, algo extraño, ya que lo realmente complicado en este mundo es conseguir los patrocinios privados. Esperemos que Gorka y sus chicos sean capaces de encontrar una solución.
9. La Vuelta a León está que arde
Y es que en la tercera etapa de la Vuelta a León nos encontrábamos con un pequeño incendio situado a poco más de un kilómetro de la meta de Astorga. Por fortuna no supuso ningún problema al paso de la carrera, pero aún así a todos nos puso un poco el miedo y la tensión en el cuerpo.

10. «Cabeza arriba. Somos un equipo, Carallo»
Eso era lo que se escuchaba en una de las esquinas alrededor de la catedral de Astorga, al lado del coche de Rías Baixas. El que lo decía era su director, el mítico ex-ciclista Marcos Serrano, que había visto como sus chicos habían protagonizado uno de los momentos de esta Vuelta, formando tras salir de Bembibre una fuga, donde cuatro de los «gallegos» se metían en ella, con el local Jesús Nanclares guiando a Cristian Mota, Borja Alfaraz y Ángel de Julián. Al final, el pelotón les lograba echar mano a poco más de 5 kilómetros para llegar a la meta en la capital maragata, pero el pulso que mantuvieron con el gran grupo fue digno de elogio.
11. Marcos y su «afición»
Si hubo un grupo de aficionados que puso color a esta Vuelta a León, esos fueron los integrantes de la Peña Marcos Jurado desplazados desde Ciudad Real, encabezados por su hermano, que se quedaron con ganas de verle triunfar por dos veces en Astorga y Cabañas Raras. Aún así el apoyo dado, no solo al ciclista manchego, sino a cada uno de los integrantes del pelotón fue fantástico. ¡Sois enormes, chicos!
12. El rostro como espejo del alma
¡Y vaya que se quedaron con las ganas! Porque como decimos Marcos Jurado fue en dos ocasiones segundo en esta Vuelta a León, siendo superado en ambas ocasiones por «Chava» Angulo. La segunda de ellas por apenas dos milímetros de diferencia, mostrando que no solo en las llegadas masivas del Tour puede haber emoción hasta el final. En esa meta de Cabañas Raras las caras de uno y de otro eran fiel reflejo de lo que estaban sintiendo y pensando ambos ciclistas.

13. Reunión de pastores…
Es habitual ver en los minutos previos a las salidas de una carrera los diferentes corrillos de ciclistas y directores. En la cronoescalada de Valporquero presenciábamos una de galones entre Gorka Beloki y Manolo Saiz. Manolo minutos después nos dejaba unas declaraciones importantísimas que pronto podréis leer aquí, y Gorka nos esperanzaba al decirnos que volvía a abrirse la posibilidad de que el año que viene el equipo pudiera seguir adelante. Grandes noticias serían las de ambos.
14. Cualquier tiempo pasado fue mejor
Y es que, como leeréis estos próximos días en la entrevista realizada a Manolo Saiz, la del tiempo es una de las conclusiones que podréis sacar según su opinión. Por ello igual es que en su equipo del Aldro Team se ven ciertos resquicios de la época de la ONCE, a ver si así se les pega algo a sus chavales.
15. Los hermanos Benito, padrinos del ciclismo leonés
Y es que a la salida de Valporquero ambos se acercaron a dar ánimos a sus compañeros del Caja Rural-RGA. El mayor Miguel Ángel Benito, a dar consejos de cómo de esa misma situación en la que están todos esos chicos, uno se puede abrir camino hacia el profesionalismo, y el pequeño Pablo a ver sufrir a sus compañeros de una situación que le hubiera encantado vivir, ya que él era de la partida en esta ronda, pero camino de la tercera etapa fue, difícilmente comprensible, descalificado junto a otros 9 ciclistas. Pero eso, ya son secretos del pelotón.
16. Últimos ánimos al campeón
No hay mucho qué decir a quien se está jugando todo, pero aún así la piña del Kuota-Construcciones Paulino fue vital para poder llevarse esta 27ª edición de la Vuelta a León con Miguel «Lobito» Burmann. ¡Enhorabuena!
17. Paraje incomparable
Poco más que decir ante el escenario escogido por la organización de la Vuelta a León para poner el punto y final de esta edición, con el paso de los corredores, uno por uno, por un lugar mágico como Las Hoces de Vegacervera. Una pena que los ciclistas sufran tanto encima de la bici y no sean conscientes muchas veces de los lugares por los que atraviesan, pero para los que lo vemos desde fuera es un auténtico disfrute.