La Baña coronaba el año pasado a un Cristian Rodríguez que volaba en la ascensión a Gobernada, dando uno de los recitales más sonados que se recuerdan en los últimos años de la Vuelta a León, y es que como muchos apuntaban la tercera jornada del 2015 podría entrar en el podium de las etapas más duras de la historia de la ronda leonesa, y ahí el de El Ejido pareció no darse cuenta de ello, dando al Caja Rural-RGA una preciosa victoria y mostrando la carta de presentación de cara al profesionalismo. Un año después no podíamos dejar pasar la oportunidad de charlar con el bueno de Cristian sobre sus recuerdos del paso victorioso por León, y sobre ese chico que un año después ya puede decir que es todo un “finisher” del Giro de Italia con apenas 21 años. Mientras recibe nuestra llamada está descansando en una habitación de un hotel en plena Sierra Nevada, y es que sí, la estación granadina a falta de nieve, es todo un hervidero en estas fechas de ciclistas, que buscan ponerse las pilas de cara a los compromisos del último tercio de temporada, y ese es el caso de nuestro protagonista, que tendrá un mes de septiembre y octubre muy movidito, ya que su equipo el Wilier-Southeast tendrá por delante grandes objetivos.
Vuelta a León 2015
ElPelotón: Buenas tardes Cristian. Fácil y sencillo, ¿cómo recuerdas tu paso por la Vuelta a León?:
Cristian Rodríguez: Fue una vuelta preciosa pero durísima. La etapa que gané yo me pareció una pasada en todos los sentidos, por unas carreteras muy bonitas, con paisajes espectaculares, aunque con una dureza enorme. La verdad que si volviera algún día al campo amateur, no tengo ninguna duda de que la Vuelta a León volvería a ser un gran objetivo.
EP: Esa etapa que ganaste tú, algunos que llevan cubriendo esta carrera desde sus inicios la señalaban como una de las jornadas más duras de toda la historia. ¿Cómo lo viviste tú?:
CR: ¡Fue realmente duro¡ El terreno rompepiernas antes de la última subida a Gobernada era durísimo. Lleno de repechos, carretera estrecha y bacheada y nos hizo mucho calor. Ahí el que no se alimentó y bebió bien luego lo acabó pagando. Yo en mi caso toda esa zona previa a la subida final me preocupé mucho de alimentarme bien y de beber y beber, y luego lo cierto es que me encontré muy bien. Se vio que la gente luego caía de maduro.
EP: Y en esa subida final, cuando te viste solo con los tres Lizarte, ¿Qué pensaste? ¿Mejor solo que mal acompañado y atacaste?:
CR: Claro. Por eso en cuanto vi el momento decidí atacar para irme solo, porque sabía que si subía con ellos hasta cerca de la cima me iban a dar por todos los lados.
EP: ¿Conocías algo del terreno por el que pasasteis o de esa subida final?:
CR: Lo cierto es que no. No conocía el puerto. A mí me habían dicho que eran dos subidas encadenadas de casi 20 kilómetros, y como me encontré con piernas ataqué desde muy abajo a ver lo que podía pasar, y ya cuando encima vi que las diferencias iban creciendo con mis rivales y eso me dio alas. Si te digo la verdad me encontré tan bien que la subida se me hizo corta (risas).
EP: Eso sí, fue una vuelta muy completa, con además de esa etapa titánica, un final en alto donde volvisteis a estar los mejores, una crono muy llana, o incluso con esa primera etapa que siendo la que a priori iba a ser de transición, acabó siendo una locura con los abanicos:
CR: Sí, recuerdo que tras coronar el único puerto de la primera etapa había una pequeña bajadita en donde entraba el viento de costado, y se empezó de pronto a abrir gas, y tuve suerte de que me pilló bien colocado porque apenas entramos una veintena de ciclistas, sino igual la película hubiera sido distinta. Pero bueno también me sirvió para ver que las sensaciones eran buenas porque luego a 3 kilómetros de meta ataque aunque me cogieron cuando casi se veía ya la pancarta de meta.
EP: Lo que está claro es que ganar en León tiene algo, porque los últimos tres vencedores aquí acabasteis a final de año firmando el paso a profesionales, aunque en tu caso aunque no fuera oficial el fichaje con Southeast estaba en boca de todos, ¿cierto?:
CR: (risas) Sí. Aunque no fuera oficial, mi fichaje con Southeast en esas fechas ya estaba hecho, lo que también hizo que corriera en León mucho más tranquilo. Eso me ayudó seguramente a obtener buenos resultados.
EP: Quizás la de este año sea una vuelta tan dura o más que la del año pasado. Si pudieras hablar con los favoritos al triunfo final de esta edición, ¿qué consejo les darías?:
CR: Guardar, guardar y guardar. Comer, beber, a rueda todo el día, e intentar llegar vivo a esa última cronoescalada, y ahí darle muy duro, que será un terreno en el que poder hacer diferencias. Luego habrá que ver si en esa segunda etapa con final en alto no hay un ciclista que sobresalga del resto y meta una minutada, que eso ya cambiaría mucho las cosas. Seguro que será una carrera preciosa, porque aunque ahora les diría que guardasen, ya sabemos que en la categoría amateur, guardar se guarda poco, y a buen seguro todos los días será una auténtica pelea.
Primer año en profesionales
EP: Hablamos contigo y con Julen Amezqueta en el mes de abril, y ninguno de los dos esperabais estar en el Giro, es más ambos pensabais que era todavía pronto. Pero cuando te dan la noticia de que te tienes que hacer las maletas porque te vas a la Corsa Rosa, ¿qué sentiste?:
CR: Bueno, la verdad que de primeras cuesta creer que vas a ir a todo un Giro con 21 años. Ahora pasado te digo que ha sido una experiencia durísima, pero que me alegro muchísimo de vivirlo, porque en una carrera como esta de tres semanas te das cuenta de hasta que límites puedes llevar a tu cuerpo, porque hasta ahora en carreras de una semana para nada me había acercado a los límites a los que he llegado en este Giro de Italia. Realmente aprecié lo que es ser un ciclista. Ahora estos días veo el Tour de Francia, y escucho en la televisión que la carrera va tranquila o que el pelotón se ha relajado y me da la risa. Vete y pregúntale a los que están ahí dentro que si van tranquilos. El pelotón va con una tensión de miedo, con el aire, con todo el mundo queriendo ir delante, yendo a medias de vértigo, y encima con unas dos últimas horas de carrera que son una locura.
EP: ¿Qué se te pasó por la cabeza cuando estabas en la cabra a punto de salir en el prólogo?:
CR: La verdad que estas centrado en la salida y hacerlo lo mejor posible, pero si es verdad que te emocionas mucho, porque se te viene a la cabeza ese niño que quería ser ciclista y estar en una grande, y ves que el sueño se hace realidad. Es algo muy bonito, y una sensación que no sabría muy bien describirte.
EP: Luego el Giro fue pasando, y aunque muchos podían pensar que bueno en algún momento tendrías que poner pie a tierra y para casa, al final acabaste llegando veintiuna etapas después a Torino, y eso que penurias tuviste que pasar unas cuantas, especialmente esa última semana en la que estuviste enfermo:
CR: Sí, llegar a Torino me costó muchísimo. Las dos primeras semanas me encontré bien, pero la tercera ya fue otra cosa y sufrí muchísimo, encima como dices enfermé, y no pude disfrutar de esas últimas jornadas de montaña. Pero llegar a Torino y ver que has terminado un Giro es algo que ya quedará para siempre, y será algo que podré contar toda mi vida. La verdad es que es algo muy emocionante.
ElPelotón: Te recibieron bien en El Ejido supongo:
CR: (risas) Pues sí, el recibimiento fue muy bueno.
ElPelotón: Para acabar. El otro día nos emocionábamos mucho con el adiós de Purito. A Contador o Valverde tampoco le quedarán muchas temporadas, y claro echamos la mirada a los que venís detrás, y de entre todos, siempre se destacan dos nombres un poco más, que son el de Jaime Rosón y el tuyo. ¿Presión, motivación o pasando de eso?:
CR: Eso no es nada. La gente tiene que hablar de algo. Yo tengo que seguirme formando y ojalá me sigan dando las oportunidades que me están dando hasta ahora. Lo que te puedo decir es que Purito seguro que no ganó Lombardia o subió al podium de una gran vuelta con 21 años. Así que hay que ir paso a pasa, trabajando muy duro y ya veremos dónde estamos y hasta dónde podemos llegar en unos años.