Mostrarte delante de principio a fin de la temporada no está al alcance de muchos, y Julen Amezqueta ha evidenciado poder estar a ese nivel. El estellés ha cosechado triunfos desde marzo hasta septiembre, siendo incluso capaz de hacer las cosas muy bien fuera de nuestras fronteras haciéndose con la general de una prueba de la repercusión de la Volta a Portugal do Futuro, y también dejándose ver en tierras transalpinas donde finalizó entre los mejores en plena semana de Giro de Italia en la carrera para aficionados del Giro Pesca e Nettarina di Romagna.
Lo cierto es que el año no pudo empezar mejor con victorias a pares tanto en Euskaldun como en Lehendakari. Él mismo hace unos días nos señalaba esta misma idea «Yo califico mi temporda de extraordinaria de principio a fin. He conseguido mantener una regularidad toda la temporada con fuertes picos de forma para afrontar los objetivos de los que estoy muy satisfecho de haber logrado. He dado un importante paso en mi carrera deportiva, y estoy ya muy mentalizado para afrontar el próximo año con ilusión».
En el Lehendakari inauguró la temporada con una victoria incontestable en la prueba de Ereño donde llegó a la línea de meta con medio minuto de ventaja sobre Jonathan Lastra (a la postre vencedor final de la general del Torneo Lehendakari), volviendo a repetir hazaña un mes después en Markina, aunque en esta ocasión, no lo hizo atacando de lejos sino que fue el más fuerte en los metros finales, demostrando así su polivalencia. Tan solo tres días antes de vencer en Markina, había hecho lo propia en Lazkao, donde repitió el guión de Ereño atacando en la última ascensión y llegando esta vez con casi un minuto de ventaja de nuevo sobre Lastra. No sería su única victoria del Euskaldun ya que en mayo conseguiría hacerse en Natxitua con la que en ese momento era su quinto triunfo de la temporada, y además haciéndolo a lo grande ya que fue capaz de derrotar a cuatro hombres del equipo Lizarte que no fueron capaces de que sucumbiera ante su superioridad numérica, venciendo sobre la línea de meta a Antonio Pedrero.
Unos días antes había logrado la que hasta ese momento era su mejor triunfo en Legazpi, con la celebración de la última prueba de la Copa de España, la Clásica de Santa Cruz (Santikutz Klasika), y además de nuevo a su estilo más personal, yéndose en solitario en la última de las ascensiones, la mítica subida de Deskarga, para llegar a meta en solitario pudiendo saborear de la mejor manera las mieles del triunfo.
En cuanto a sus salidas al extranjero sin duda Amezqueta ya ha dejado su impronta. Arrancó yendo a Bélgica para correr la Lieja-Bastogne-Lieja donde alcanzó la meta en 44ª posición pero a tan solo 14″ del vencedor, el francés Guillaume Martin. Tras ello llegó acabando mayo y en pleno éxtasis final del Giro viajar a Italia para disputar el Giro Pesca e Nattarina di Romagna, donde consiguió un espectacular séptimo puesto en la general, a tan solo 12 segundos de meterse en el podio, en una carrera en la que los aficionados italianos llegan con las expectativas más altas. El navarro en dos de las tres etapas fue capaz de terminar dentro del top10 dando buenas muestras de su nivel competitivo.
Pero sin duda su gran momento llegaría en julio con la victoria en la Volta a Portugal do Futuro, donde mostró unas piernas increíbles, venciendo con mucha claridad y suficiencia en la segunda etapa, para posteriormente ser cuarto en la tercera y segundo en la cuarta y última etapa, para proclamarse con una ventaja notable vencedor final de la carrera lusa.
También en tierras francesas se dejó ver, durante el Tour del Porvenir, y es Julen ha sido uno de los hombres de confianza del seleccionador Pascual Momparler, contando ya con él en el primer tramo de la temporada para correr con el combinado nacional en dos pruebas entre los profesionales como el Gran Premio Miguel Indurain, donde acabó 40º, y la Vuelta Ciclista a la Rioja. Pero como decimos su momento importante con la selección llegó con su inclusión en el equipo del Porvenir que finalmente se llevó el triunfo con Marc Soler, y en el que el navarro estuvo muy cerca del triunfo en la cuarta etapa con final en Cluses donde llegó con la escapada buena a la línea de meta, pero no pudo superar al danés Mads Würtz Schmidt que ese día se llevó la victoria y que recientemente se proclamó campeón del mundo contra el crono en Richmond. Después los tres días siguientes de alta montaña se mostró muy cerca del líder, Soler haciendo un gran trabajo para él y posibilitando que este al final pudiera alzarse con el triunfo, especialmente el último día.
Aquí, en España también supo brillar en vueltas por etapas, quedándose muy cerca de la victoria en la Vuelta a Bidasoa, que finalmente acabaría cuarto, siendo segundo en la primera etapa, detrás del colombiano del Gomur, Steven Calderon, que a la postre definiría la carrera. También hay que destacar su papel en el Campeonato de España en Cáceres, ya que aunque finalmente quedara lejos del triunfo su ataque fue el que dinamitó al carrera en ese repecho final antes de encarar la recta de meta. Y para acabar el año en Sollube, ya en las postrimerías de la temporada en el mes de septiembre, volvió a mojar, dejando claro que gas tiene para rato, triunfando de nuevo en el Torneo Lehendakari, casi seis meses después de que lo hiciera en Ereño, lo que le sirvió para acabar siendo quinto en la clasificación general (12º en el Euskaldun).
Por lo tanto estamos ante un corredor completísimo que puede aspirar a triunfos en carreras de un día, pero que también ha dejado buenas muestras de ser capaz de pelear hasta el final en vueltas de varios días, e incluso de trabajar para otros. Los grandes puertos y las cronometradas es donde más margen de mejora tiene, pero estamos ante un ciclista de 22 años recién cumplidos por lo que sin duda, el futuro de este corredor es más que alentador.