Alberto Contador sigue sumando hitos a su palmarés. Como él mismo reconoce, en la posteridad se recordarán a los ganadores de las carreras y no a los que consiguen finalizar en el podio, un ejemplo de su ambición.
La temporada del corredor de Pinto comenzó en la Vuelta a Andalucía, donde tuvo su primer enfrentamiento a Chris Froome. Al ser una fecha prematura para este perfil de corredores cuyos objetivos se centran en las grandes vueltas, el termómetro no serviría para medir quién está por encima de quién, ya que la condición física puede decantar la balanza para un lado u otro, pero el duelo en la general fue para el británico mientras que Alberto sumaba la primera victoria del año en el final del Alto de Hazallanas con un ataque a pie de puerto. Un inicio de temporada ilusionante y esperanzador que mostraba a un Alberto que podía rayar al nivel de los mejores escaladores del mundo.
En marzo, Contador participó en Tirreno-Adriático y Vuelta a Cataluña. En ambas probó el asfalto. En Tirreno sufrió un percance en la 4.ª etapa cuando circulaba por un tramo de descenso con el asfalto mojado y en Cataluña en la 6.ª etapa sufrió un choque con un corredor cuando se disponían a trazar una rotonda. Afortunadamente ninguna le originó lesiones serias, y afortunadamente, ninguna de esas carreras estaban entre sus objetivos de la temporada. Alberto se tuvo que conformar con finalizar 5.º en Tirreno-Adriático y 4.ª en la Vuelta a Cataluña, sus dos últimas paradas antes del Giro de Italia.
Alberto Contador llegaba al Giro de Italia para ganarlo. En la 5.ª etapa se enfundó el maillot de líder y ya sólo lo cedería en una ocasión. En esa ocasión fue Aru el que se vistió de rosa, y es que Astana fue el gran quebradero de cabeza del corredor de Tinkoff-Saxo durante toda la carrera. Un Giro que no fue fácil porque una vez más, Alberto se vio afectado por una montonera. Esta vez fue en la 6.ª etapa y se rumoreó con una posibilidad de que sufriera una fractura de clavícula, ya que el corredor madrileño fue incapaz de enfundarse el maillot de líder en el podio a causa del dolor. Poco a poco fue reponiéndose y demostrando tener la carrera controlada, hasta que llegó otro día clave en el desarrollo del Giro: el día de Aprica -etapa 16.ª-. Antes de la ascensión al Mortirolo Contador sufría un problema mecánico que aprovechó Astana para lanzar la carrera, aportando más épica a la carrera de un Contador -tuvo que recuperar en solitario el terreno perdido- que supo aprovechar el poco entendimiento entre Landa y Aru para finalmente llevarse la general con un margen holgado. Sin ir más lejos, en la etapa 16.ª Landa demostró estar más fuerte que su líder Fabio Aru, hasta el punto de soltarlo, ganar la etapa y ponerse 2.º en la general; algo que hizo que Alberto adquiriese mayor ventaja sobre su perseguidor. Finalmente, llegó a Milán como líder, escoltado en el podio por la dupla de Astana.
Su último objetivo del año sería el Tour de Francia, previo paso por la Ruta del Sur donde se llevó la general y sumó su segunda victoria del año en la 3.ª etapa, ganándole a Nairo Quintana en el descenso un gran pulso que no pudo resolver en la subida. Ya en el Tour acusó el esfuerzo del Giro de Italia a pesar de las buenas sensaciones que mostró en Ruta del Sur. Volvió a verse afectado por una caída en la 17.ª etapa, aunque eso no mermó demasiado su nivel. En ningún momento de la ronda francesa se vio con los mejores, teniendo que conformarse con el 5.º puesto en la general de un Tour que él mismo calificó como digno.
Con los rumores de si será o no su última temporada, Contador irá por el Tour de Francia en 2016. Será su gran objetivo y además ha mostrado su deseo de ir a los Juegos Olímpicos de Río, dónde a los corredores les espera un duro circuito que se adaptan bien a las características del pinteño. También dijo añorar la Vuelta a España, por lo que su calendario parece claro a falta de saber hasta cuándo tendremos a Alberto Contador en el pelotón.