Sin duda Xabier San Sebastián es uno de los ciclistas con mayor futuro de todo nuestro pelotón, ya que a sus apenas 19 añitos (que aún tiene en el momento de escribir estas líneas) ha completado una temporada extraordinaria en las filas de una formación top como el Fundación Euskadi-EDP, donde especialmente en poco más de un mes, desde finales de abril hasta principios de junio, supo brillar con luz propia «a pesar» de contar en sus filas con gente de la talla de Mikel Iturria o Mikel Aristi.
Además, el «premio gordo» le llegó a final de temporada al conocer que era uno de los seleccionados por el conjunto profesional francés, Cofidis, para pasar como «stagiaire» durante estos últimos días de competición de 2015, a lo que hay que sumar que se ha convertido en uno de los ciclistas mejor vistos por el propio seleccionador nacional de la categoría, Pascual Momparler, hasta el punto de contar con él a su temprana edad para disputar ya sus primeros mundiales en Richmond. Él mismo se mostraba así de satisfecho con la temporada realizada: «Ha sido una temporada increíble para mí, que me ha servido sobre todo de aprendizaje para buscar mayores retos el año que viene. Aunque no haya conseguido muchos resultados destacables, he podido trabajar para los compañeros, y ellos afortunadamente han rematado la mayoría de las veces. En lo personal, las experiencias que he vivido tanto con Cofidis, como con la selección en las Copas del Mundo y el mundial, han sido oportunidades para madurar tanto como persona y como ciclista. Espero aprovechar todo lo aprendido este año, e intentare dar un paso adelante como ciclista el año que viene. Finalmente, me quedo con las victorias, que aparte de ser grandes victorias, me ha llenado mucho el modo de conseguirlas, y con esos días en los que trabajando me he visto muy cerca de los mejores sino a la par de ellos».
Mejor resumida no podría estar su temporada, y es que es cierto que al podio no es que haya prodigado en exceso en subir, visto sobre todo los ciclistas que aquí han ido apareciendo en la categoría sub-23 con Jaime Rosón y Julen Amezqueta, pero sin duda que este año su equipo, el Fundación Euskadi-EDP haya sido uno de los más temidos en el pelotón amateur, y que haya acabado consiguiendo hasta 30 triunfos durante este 2015, se debe no solo a quiénes más veces han alzado los brazos, sino también a los que han realizado una gran labor para que estos últimos pudieran saborear la gloria de la victoria, y ese ha sido el caso del bueno de Xabier, que con ello ya se ha ganado el cariño y respeto de todos sus compañeros.
Pero aún así, como decíamos anteriormente el «manchego» de nacimiento supo aprovechar sus oportunidades en un mes de escándalo, para acabar sumando hasta tres triunfos parciales. El primero llegó en una de las pruebas de la Copa de España a finales de Abril, en la que además lleva las riendas el seleccionador nacional, Pascual Momparler, en memoria de su padre. Xabier se metía en la fuga buena del día cuando aún restaban más de 100 kilómetros, sabiendo dosificar los esfuerzos y leer la carrera a la perfección, saltando en solitario en la parte final de la prueba, para acabar llegando en solitario a la meta con un puñado de segundos sobre el pelotón que venía lanzado en su persecución. Con este triunfo demostró sus grandes dotes de rodador, dejando a muchos boquiabiertos al ver cómo había logrado administrar la ventaja en los kilómetros finales ante el empuje de todo el paquete que se vio incapaz de lograr echarle el guante.
Pero esta victoria no fue un espejismo, ya que menos de un mes después volvería a alzar los brazos en una prueba de categoría como la ronda francesa de la Ronde de l’Isard, de una manera más o menos parecida, al introducirse dentro de la escapada de la tercera etapa que contó con el beneplácito de los hombres de la general para acabar llegando a meta con un amplio margen para disputar la victoria entre ellos, y ahí de nuevo, Xabier volvió a ser el más rápido, logrando así un bonito y sonado triunfo para su equipo, que no pasó indiferente entre los dirigentes del Cofidis que ya le estaban siguiendo la pista. Finalmente, un par de semanas después redondearía su temporada, al llevarse la segunda etapa de la Volta a Castelló, en las calles de Almassora, donde llegó escapado junto con Diego Tirilonte, el cual no quiso disputar la etapa ante el gran esfuerzo realizado por el tolosarra que sirvieron al cántabro para hacerse con el liderato, y con una ventaja que acabarían permitiendo llevarse la general castellonense.
El final de temporada ya fue más discreto en cuanto a su propio protagonismo, pero como señalamos siguió ayudando al equipo a que carrera tras carrera se siguieran sumando triunfos, y sobre todo, a prepararse para esa gran cita que le esperaba de poder disputar varias carreras entre los profesionales con los colores rojos del Cofidis (ya el año pasado había disfrutado de algo parecido con el conjunto del Euskadi pudiendo disputar entre otras carreras el Circuito de Getxo, o este mismo año con la selección española estuvo en el bloque que disputó las pruebas del Gran Premio Miguel Indurain y de la Vuelta a La Rioja, donde acabó en 40ª posición). El momento llegó en el Tour du Poitou Charentes, carrera que se acabó adjudicando un tal Tony Martin, y que Xabier pudo acabar después de 5 días de competición de manera más que solvente, dejando claro que a sus 19 años puede tener ya su sitio en ese pelotón.
Poco después llegaría otro momento especial de la temporada como fue el disputar los Campeonatos del Mundo en Richmond, teniendo especial protagonismo en la prueba contra el cronómetro, donde fue el ciclista seleccionado para representar a nuestro país. Aún estando lejos en la clasificación final el rodaje realizado quedándole aún muchos años por delante es más que positivo, al igual que en la prueba en ruta donde fue el ciclista que se tuvo que sacrificar por ayudar al resto de integrantes del equipo, que llegaron con alguna opción a los kilómetros finales con Miguel Ángel Benito en cabeza.
Por lo tanto, ante lo dicho no queda más que seguir esperando a que este ciclista termine de cuajar, ya que si lo saben guiar y llevar por el buen sendero el resultado que se puede obtener puede ser magnífico. Como él mismo nos señala, este ha sido un gran año de aprendizaje y formación que esperemos puedan servirle de mucho de cara a las temporada venideras.