Sin Sir Bradley Wiggins, sin el actual campeón del mundo. Así arrancará mañana la prueba contrarreloj de la categoría Élite masculina. 53 kilómetros con salida y llegada en Richmond (EEUU), servirán para coronar al nuevo arcoíris contra el crono. Un recorrido técnico y con constantes subidas y bajadas, muy cortas y sin mucho desnivel, eso sí, bastarán para encumbrar al vencedor.

La nómina de favoritos es extensa, como siempre, pero quizás menos que otros años. Faltan nombres y faltan muchos. No está Wiggins, no está Cancellara, y tampoco Chavanel. Ausentes por varios motivos. Wiggins por una triunfal retirada, con el título de Recordman de la hora bajo el brazo; Cancellara por unas complicaciones intestinales que llevan lastrando su preparación desde la pasada Vuelta a España; y Chavanel sencillamente por la edad.
Sí estará Tony Martin. Sus potentes piernas volverán a rodar con el mismo objetivo que el año pasado se le escapó en Ponferrada: su cuarto arcoíris contra el crono. Wiggins se lo birló el año pasado. Entonces fueron 26 segundos los que le separaron de ser el primer hombre en lograr cuatro campeonatos mundiales consecutivos. Eso ya no lo podrá lograr, pero sí igualar a Cancellara como el hombre con más campeonatos mundiales contra el crono. Con ese propósito saldrá mañana un Tony Martin que busca cerrar uno de los mejores años de su carrera, con protagonismo especial para esa etapa y ese liderato en el pasado Tour de Francia.
Si hablamos de Martin como uno de los protagonistas del pasado Tour y uno de los principales favoritos a este arcoíris, posiblemente será uno de los protagonistas de la reciente Vuelta a España su principal rival. El que hasta la ya memorable etapa de Cercedilla liderara la clasificación general, Tom Dumoulin, partirá mañana en penúltimo lugar con el único objetivo de desquitarse del mal sabor de boca que le dejó su sexto puesto final en la pasada ronda española. Le avalan su victoria en la contrarreloj de Burgos y su bronce en el pasado mundial. Entonces fueron 14 segundos los que le separaron de Tony Martin. 14 escasos segundos que buscará revertir un Dumoulin que aun con 24 años, acude ahora como un contrarrelojista consagrado y con serias opciones de éxito.
Un escalón por debajo parecen aparecer otros nombres: Kiryenka buscará repetir medalla tras su bronce de 2012. El metal parece esquivo al bielorruso, que acumula dos amargos cuartos puestos en los últimos años. También habrá que tener en cuenta a la dupla de BMC. Phinney y Dennis, Dennis y Phinney. El australiano y el norteamericano acuden, no obstante, con objetivos bien dispares. Dennis parte con el objetivo del pódium tras una temporada soñada para sus 25 años: recordman de la hora, general del Tour Down Under y del recientemente finalizado USA Pro Challenge, pero sobre todo un espectacular triunfo en el prólogo del pasado Tour y su consiguiente maillot amarillo. Phinney por su parte acude con el objetivo de recuperar sensaciones tras la durísima lesión sufrida en el campeonato nacional estadounidense de 2014. Entonces se fracturó tibia y peroné rompiendo una progresión que parecía imparable. Ahora vuelve, con la misma sonrisa y con la ilusión intacta.
El protagonismo español recaerá sobre las piernas de Jonathan Castroviejo y Luis León Sanchez. El de Movistar llega tras firmar el pasado año un fantástico top-ten y con la ilusión de seguir creciendo. Su presencia no será la única de la escuadra telefónica. Junto al vasco, Alex Dowsett y Adriano Malori representarán también al equipo navarro, eso sí, con sus distintas selecciones. El inglés y el italiano, con un demostrado poderío contra el crono y con una temporada llena de éxitos para ambos, llegan a Richmond con la esperanza de mejorar su gran actuación de Ponferrada.
Luis León, por su parte, aporta a la representación española la madurez y la serenidad. El de Mula parece haber perdido en los últimos años esas dotes de contrarrelojista puro que apuntaba en sus inicios. Aun así, su planta de rodador y su poderío en cualquier terreno le hacen ser un corredor a tener en cuenta, al menos para el top-10, y más sabiendo el punto de forma que trae de la pasada Vuelta a España.