Tercera etapa del Giro d´Italia y la noticia es que todo sigue igual. Como el año pasado, Matthews se lleva su etapa y mantiene el liderato. La carretera puso a todo el mundo en su sitio. A todos menos a Domenico Pozzovivo. El corredor italiano, ilusionado como nunca, acudía a este Giro con el sueño de subirse al cajón. Ayer ya cayó y perdió tiempo. Hoy por suerte, solo perdió definitivamente este Giro. La carrera dejó de tener importancia para todos los que vivimos el ciclismo cuando las cámaras mostraban como se encontraba postrado en el asfalto. El corazón de todos se detuvo y Weylandt volvió a nuestro recuerdo. No podía ser. Otra vez en el Giro. Otra vez en la tercera etapa. Pero por suerte, otra vez no. Por suerte, todo sigue igual.
La carrera, ajena a este susto, se desarrolló conforme a lo esperado. Una fuga numerosa en un recorrido rompepiernas. 25 corredores de prácticamente todos los equipos componían una cabeza de carrera que contaba con nombres como Gilbert, Chaves, Clarke, Gavazzi o Herrada. El grupo se fue desgranando y unos 10 corredores comenzaban el último ascenso de la jornada a Barbegelata. El puerto de segunda categoría con casi 5 km al 8% de desnivel, fue el terreno aprovechado por el Tinkoff para tensar la carrera y seleccionar el pelotón. El primero en coronar fue Kotchekov (Katusha). Por detrás lo hizo un grupo perseguidor con Gilbert, Herrada, Ulissi o Paterski y a casi 50 segundos el pelotón principal. El descenso fue rápido. El peligro se palpaba y Pozzovivo lo sintió más cerca que nadie.
Ya en la costa de Sestri Levante el grupo principal continúo a la caza de los escapados. El último en caer fue el ruso del Kathusa, quien se vio lastrado en los últimos kilómetros por un Simon Clarke que nunca dio un relevo, en pos de los intereses de su líder Michael Matthews. La maglia rosa aspiraba hoy a vencer y reafirmar su liderato. El australiano supo moverse y conseguir una buena posición en un sprint que sorprendentemente lanzó el conjunto Astaná. Tiralongo y Luisle fueron las bazas de los kazajos, pero el arreón definitivo fue el de Felline. El italiano del Trek lanzó la llegada con descaro y solo Gilbert y Matthews se atrevieron a seguirle, pero solo el del Orica pudo vencerle. Ganó Matthews, reafirmó su liderato y lo mejor de todo, es que esa fue la noticia.