Jens Debusschere (Lotto-Soudal) ha sido el vencedor de la primera etapa de la Tirreno-Adriático disputada entre Camaiore y Cascina, sobre un total de 153 kilómetros, que se ha resuelto al sprint y que se ha visto marcado por una multitudinaria caída en los metros finales donde se han visto involucrados alguno de los favoritos al triunfo en el día de hoy.
La jornada ha estado amenizada por la fuga de siete hombres formada por Wyss (BMC), Quintero y Castiblanco (Colombia), Keizer (Lotto-NL-Jumbo), Zardini (Bardiani-CSF), Konrad y Salerno (Bora-Argon 18) y que han llegado a contar con hasta 6 minutos de ventaja pero que en todo momento han estado bajo el control del pelotón que cuando ha querido ha puesto una marcha más para echar la escapada abajo. Esto ha ocurrido a 12 kilómetros para la llegada y de ahí a meta ya ha sido un no parar, con los diferentes conjuntos de los sprinters pugnando por las mejores posiciones para sus velocistas.
Este nerviosismo tan característico en este tipo de etapas ha acabado degenerando en una llegada masiva marcada por una caída con el sprint lanzado en la que se han visto involucrados corredores que estaban luchando por la victoria en la etapa como Elia Viviani (Sky) o Sacha Modolo (Lampre-Merida). Finalmente Debusschere fue quien alzo los brazos por delante de Peter Sagan (Tinkoff-Saxo) y Sam Bennet (Bora-Argon18).
Con este segundo puesto el eslovaco del Tinkoff pega un gran salto en la general situándose segundo con el mismo tiempo que el líder, vencedor del prólogo de ayer, Adriano Malori (Movistar) y que tendrá una buena oportunidad mañana de poder arrebatárselo ya que se trata de una etapa completamente llana entre Cascina y Arezzo de 203 kilómetros y que muy presumiblemente se volverá a decidir al sprint.