Sin Mathieu van der Poel ni Wout van Aert, que estarán en la prueba élite, dos hombres monopolizan la prueba sub-23: Michael Vanthourenhout y Laurens Sweeck. Por estado de forma, Laurens Sweeck llega como principal favorito al arcoiris. El campeón belga y subcampeón europeo -fue batido por Van Aert- ha dado un paso al frente esta temporada afianzándose como uno de los corredores más regulares de la categoría y rozando el top-10 en varias Copas del Mundo disputadas con los élite. Por su parte, Michael Vanthourenhout ya consiguió el año pasado colgarse la plata, por detrás de Van Aert y batiendo a Van der Poel. El belga ha sido uno de los dominadores de la categoría a lo largo de la temporada, e incluso se ha impuesto en carreras C2 como la de Kermiscross a corredores élites.
Tras ellos, el bronce si que estará más disputado. Bélgica puede conseguir el triplete con Toon Aerts, otro de los corredores que ya ha hecho sus pinitos entre élites. El principal escollo en la posible fiesta belga será el francés Clément Venturini, que sin llegar al nivel de los belgas, sí que ha demostrado ser superior incluso a muchos élites en el calendario nacional francés. También el campeón francés sub-23, Fabien Doubey buscará poner entrar en la pelea por subirse al podio en Tábor. Dentro del top-10 podemos esperar al neerlandés Stan Godrie, o la dupla local formada por Jakub Skala, bronce en el europeo, y el prometedor Adam Tuopalik. Habrá que seguir también de cerca a los estadounidenses Logan Owen y Curtis White, que a pesar de carecer de experiencia en Europa, tiene un gran palmares en tierras americanas.