Como viene siendo habitual, la selección teutona se presenta en la línea de salida de Tábor con la intención de dar guerra y de conseguir un resultado destacable con su líder indiscutible. Hablamos claro está de Philipp Walsleben, que si bien este año no llega en su mejor momento de la temporada al mundial, ha demostrado en reiteradas veces su calidad y su buen hacer, haciendo de él un candidato claro incluso al oro si está inspirado. Tras unas temporadas desaparecido, por fin ha vuelto el joven que ya cuenta con un bronce en una cita mundial. Esta temporada ha bajado sus registros con respecto a la anterior, saliendo del top-5 de las carreras e instalándose en el top-10. Pese a todo, será la baza clara que jugarán los alemanes. Opta al top-5, aunque sus últimos resultados hagan pensar que su puesto será entre los 10 primeros. El resto de la selección la completan el irregular Marcel Meisen, que pese a alzarse con la victoria en el reciente campeonato nacional, mezcla actuaciones de relumbrón con carreras en las que desaparece del todo. El experimentado Sacha Weber y Ole Quast completan la selección, siendo dos hombres de los que no se espera nada importante en la carrera checa.
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