Hemos hablado con Verona antes de la salida de la 2.ª etapa de la Vuelta. Carlos nos comenta que «ayer fue un día muy largo, con una contrarreloj muy corta y exigente pero las sensaciones fueron buenas dentro de lo posible. Fueron 14 minutos muy agónicos y aunque no ganamos no creo que estuviese mal, ya que finalizamos en 5.ª posición y de cara a lo que buscamos, que es la genera con Rigoberto Urán, creo que está bastante bien».
Sobre su preparación para esta carrera, nos aclara que «he seguido entrenando como lo he hecho habitualmente y creo que esto es parte natural del proceso de aprendizaje. He llegado hasta aquí y ahora es un reto que tengo que superar. Eso sí, he intentado llegar lo más fresco posible porque dicen que la Vuelta se hace larga».
Dentro del equipo tocará ponerse el mono de trabajo. «Ya lo vimos en el Giro que todo el equipo estuvo con Rigo y en la Vuelta los tiros irán por el mismo lado. Mi papel será el de estar al lado de Rigoberto lo máximo posible y echarle un cable en todos los terrenos. No me toca buscar el protagonismo, vengo al servicio del equipo y de Urán. La carrera dirá pero a día de hoy hay que estar con Rigoberto».