Pese al apagón televisivo que sufrimos hasta que solo nos quedaban 40 kilómetros de carrera, por fin pudimos disfrutar del ciclismo femenino en la tele, cosa que no sucedía desde la Copa del Mundo de la Ronde van Drenthe, prueba que ganaba Lizzie Armitstead (Boels Dolmans). Y fue precisamente la británica una de las que peor suerte corrieron en La Course by Le Tour, puesto que a falta de un kilómetro sufrió una caída junto a la campeona francesa Pauline Ferrand-Prévôt (Rabobank-Liv), que privaba a ambas de buscar su oportunidad en una extraña volata masiva, en la que Marianne Vos (Rabobank-Liv) alzaría los brazos sobrepasando a Kirsten Wild (Liv-Shimano).
89 kilómetros, 13 vueltas a los Campos Elíseos y, como era de esperar, muchísima pelea por ser protagonistas. Pero la jornada comenzaba mal para las aspiraciones españolas, puesto que la ikaztegietarra Leire Olaberria (Bizkaia-Durango) sufrió al poco de comenzar una avería mecánica que le impidió completar la carrera parisina. Por delante, mucho ritmo, un ritmo que hizo que la media de carrera se fijara en meta en más de 44 kilómetros a la hora, un ritmo por lo tanto poco válido para aquellas corredoras que querían probar fortuna en solitario.
Entre otras muchas que atacaron, muy destacable la actuación de la campeona bielorrusa Alena Amialiusik (Astana BePink) y Chantal Blaak (Specialized-lululemon), así como de las dos que al poco de meta se irían al suelo, Armitstead y Ferrand-Prévôt. En solitario atacó la campeona del mundo de contrarreloj, todo un portento físico en el llano, la neerlandesa Ellen van Dijk (Boels Dolmans), que mantuvo su pulso con el pelotón durante unos 15 kilómetros, para acabar siendo cazada por un feroz gran grupo que comandaban las Rabobank-Liv junto a un Alé Cipollini que buscaba plantearle a su velocista Shelley Olds un escenario perfecto para pelear por la victoria.
Si en la última etapa del Tour eran los Giant-Shimano los que corrían a la defensiva, preparando la carrera para Kittel, en La Course no iba a ser menos. Sus homólogas femeninas del Liv-Shimano le preparaban la carrera a Kirsten Wild, máxima favorita en casi todas las quinielas, eso sí, sin dejar de intentarlo con Amy Pieters, en busca de la machada en solitario. RaboLiv ponía toda la carne en el asador, al más puro estilo HTC/Columbia/Highroad, para que finalmente la campeona del mundo Marianne Vos, símbolo de La Course, batiera por rueda y media a una Kirsten Wild decepcionada con su segundo puesto. La sorpresa positiva del día fue la campeona canadiense Leah Kirchman (Optum p/b Kelly Benefit Strategies), tercera en meta superando a gente rápida como Lisa Brennauer (Specialized-lululemon) o Shelley Olds (Alé Cipollini).