Vincenzo Nibali (Astana) continúa con su dictadura en el Tour 2014 y se ha vuelto a hacer con la victoria, la cuarta de esta edición, esta vez en lo alto de la cima de Hautacam, haciéndolo a lo grande en solitario y de amarillo, en la que era la última etapa de montaña de la ronda gala, para dejar sentenciada la carrera, por si cabía alguna duda desde hace semana y media.
Las dudas que algunos han querido suscitar sobre su victoria ante las bajas accidentales de sus dos grandes rivales en la lucha por el triunfo en Paris, Contador y Froome, el italiano las ha querido eliminar día tras día demostrando que el estado de forma en el que llegaba él a esta edición era sublime y que mucho iban a tener que hacer los demás para haberle «birlado» su victoria.
En una jornada en la que todo parecía propicio para que los que habían compuesto la fuga lucharan por el triunfo en la cima de Hautacam ya que el líder no tenía por qué preocuparse y los demás parecía que tenían más miedo a perder que ganas de sumar. Pero en esta etapa de 145,5 kilómetros con salida en Pau y con el paso por el mítico Tourmalet, el «tiburón siciliano» parece ser que la había marcado en rojo y puso a trabajar a su equipo desde muy lejos echando abajo la escapada, siendo Mikel Nieve (Sky) el último al que devoró cuando el italiano ya había soltado a todos sus rivales y subía sin cadena hacía su póker de triunfos en este Tour.
Antes en el descenso del Tourmalet, Alejandro Valverde (Movistar) intentó conseguir algo que en los ascensos no ha sido capaz de hacer en ningún momento, descolgar a sus rivales y aprovechó que tenía por delante a dos compañeros que están haciendo un Tour estratosférico como Ion Izagirre y Jesús Herrada, pero la diferencia nunca fue inquietante y finalmente fueron atrapados. Ya en la última ascensión, Horner (BMC) encendió la mecha en el grupo de favoritos ya que su ataque hizo que Nibali saltara sin miramientos y medio kilómetro después ya decidiera arrancar para no volver a mirar atrás.
Como los grandes campeones Nibali se llevaba la victoria de su Tour demostrando que de lejos ha sido el mejor. Mientras por detrás estaba la lucha por ver quiénes le acompañarán en el podium de París, y el gran perjudicado fue Valverde, que no pudo aguantar el ritmo que impuso Pinot (FDJ) que demostró que tras el italiano seguramente haya sido el mejor ciclista en las etapas de montaña, llegando hoy segundo a la línea de meta, aunque el maillot de puntos rojos esté en poder de Rafal Majka (Tinkoff) que llegó tercero sumando los puntos necesarios para no perder tan cotizada prenda. Peraud (AG2R La Mondiale) hoy tuvo que saber sufrir mucho para no perder el ritmo que le impuso en los últimos kilómetros su compatriota. Al final estos tres junto con Tejay van Garderen (BMC) llegaban en un pañuelo a más de un minuto de Nibali. Valverde cedía 50 segundos con Pinot y 45″ con Peraud, saliendo del podium en favor de ambos, aunque la cosa estará por decidirse en la última crono ya que entre ellos tres hay una diferencia de 15 segundos en la general. Las malas noticias de Movistar no solo llegaban con Valverde, ya que José Joaquín Rojas era expulsado de la carrera por recibir el «abrigo» del coche del equipo conducido por Chente García Acosta durante el descenso del Tourmalet, algo totalmente desproporcionado según el equipo telefónico, opinión que compartimos.
Mañana toca «descansar» y los ciclistas recorrerán 208 kilómetros entre Maubourguet y Bergerac que seguramente nos deje la última fuga de este Tour, ya que los ciclistas importantes estarán pensando en la crono decisiva del sábado y todavía quedan muchos equipos por mojar en este Tour que tienen en mañana la última oportunidad de no irse de vacío.