Alberto Contador (Tinkoff-Saxo) ha vuelto a mostrar al mejor ciclista del panorama mundial en la quinta etapa de la Tirreno-Adriático con una exhibición al alcance de muy pocos. En una jornada 192 kilómetros con salida en Amatrice y llegada en la corta pero durísima subida a Guardiagrele, el de Pinto ha dado un puñetazo encima de la mesa y ha demostrado su mejor versión lanzando una ataque a 36 kilómetros de la meta dejando de rueda a todos los rivales que le han salido a su paso para llevarse una épica etapa y dejar prácticamente sentenciada la general de la Tirreno.
Una etapa que comenzaba con la noticia del abandono por problemas de salud del australiano Richie Porte (Sky Team), cuarto en la general y uno de los grandes favoritos para el triunfo final de la ronda de los dos mares. Ya en la carretera Benjamin King (Garmin-Sharp), Andriy Grivko (Astana), Simon Geschke (Giant-Shimano), Matthias Brandle (IAM Cycling), Adam Hansen (Lotto), Yaroslav Popovych (Trek Factory Racing), David de la Cruz (NetApp-Endura) y Luca Paolini (Katusha), han sido los protagonistas de la fuga del día, que ha tenido a King, Geschke y de la Cruz como los más fuertes ya que solo han sido batidos por un estratosférico Contador.
Por detrás en la ascensión al duro Passo Larciano era Igor Antón (Movistar) el que saltaba del grupo de un líder Kwiatkowski (Omega Pharma-Quick Step) que no parecía estar ante su mejor día. Al ataque del vasco respondían Alberto Contador y Nairo Quintana (Movistar), y el de Pinto soltaba al colombiano yéndose en solitario en la ascensión cuando aún restaban más de 35 kilómetros de etapa, sobrepasando poco a poco a corredores de la fuga para finalmente alcanzar a los tres corredores que formaban la cabeza de carrera antes de comenzar la última subida a Guardiagrele, con hasta rampas del 30% de desnivel, y con una diferencia con respecto al grupo perseguidor de Quintana, Mikel Nieve (Sky Team) y Domenico Pozzovivo (AG2R) superior al minuto y medio.
En esa última subida no hizo si no que aumentar dicha diferencia y Alberto que aguantó bien el ataque de King se marchó en solitario tras pasar la parte más dura de la subida y soltar a Geschke cuando apenas restaba un kilómetro para la llegada para poder sacar su pistola a relucir en la línea de meta, después de dejarnos una nueva exhibición a cargo de sus piernas. Geschke entraba a 6″ y King a 45″. El grupo de Kreuziger, Nieve, Quintana y Pozzovivo llegaba a 1’47” de Contador por lo que además el de Tinkoff ha dejado muy a su favor la general de la Tirreno dejando como corredor más peligroso a Quintana a una diferencia notable de más de dos minutos cuando solo restan dos etapas, la de mañana de transición completamente y el martes una crono individual de tan solo 9,1 kilómetros, por lo que salvo catástrofe, el triunfo en la Tirreno-Adriático de este año debería recaer sobre Contador.
Para mañana sexta etapa entre Bucchianico y Porto Sant´Elpidio de 189 kilómetros casi en su totalidad llanos, por lo que mañana los velocistas volverán a tener su oportunidad.
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