«Voy al Giro porque así lo quieren los que me pagan». Vaya recadito dejó Nairo Quintana ayer en la presentación de Movistar Team.
El chaval no tiene un pelo de tonto, y por si nos quedaba alguna duda ayer demostró que no tiene pelos en la lengua. Dificil situación, cuando un corredor sobre el que descansa el peso del equipo (seamos realistas, es favorito para todo lo que corra este año) dice sin tapujos que corre una grande porque se lo mandan, no por gusto.
Si nos paramos a pensarlo, el Giro no le viene nada mal a Nairo. Incluso mejor que el Tour. RCS Sports, la organizadora, ha diseñado un recorrido que perfectamente se adecua a las características del ciclista colombiano. Con el permiso de Joaquim Rodríguez o Urán, podemos afirmar que Nairo es un candidato como mínimo (siempre que la carrera le sonría o, al menos, la mala suerte no se cebe con él) al podio de la ronda italiana. Y aquí empiezan los problemas.
Nairo no ha asistido a ninguna grande como líder. Las circunstancias le dieron ese papel en el Tour del año pasado, pero hasta el fatídico día de los abanicos las cámaras asistían al bus de Movistar buscando a Alejandro Valverde. El joven colombiano era “solo” un gregario de lujo.
No tengo la menor duda de que la presión de los medios de comunicación no supondrá para Quintana un problema. Ha demostrado ser un corredor muy tranquilo, y con una gran capacidad de concentración. Pero nunca se sabe lo que puede pasar, y el Giro va a ser una prueba para él. Movistar le pone a prueba.
Son muchas las voces que le dan la victoria final. Sin duda sería un magnífico resultado para él y para el equipo. La confirmación de que ha llegado un dominador de las grandes vueltas de cara a los próximos años. Pero, ¿y si no lo consigue?
Lo he dicho antes. En el Giro, Nairo está a prueba. Es líder, tiene libertad. No corre lo que él quiere pero tiene al mejor equipo del mundo arropándole. Si no es capaz de responder, si no logra el triunfo, ¿qué pasará en la Vuelta?
Está cantado que en 2015 Nairo irá como líder indiscutible al Tour de Francia. Y muy probablemente, los resultados de este año avalen su participación. Pero de momento Valverde será la baza, y aunque Froome, Nibali o Contador no se lo van a poner fácil, el murciano está convencido de poder subir al podio.
Entonces, si Nairo gana el Giro (o lo hace muy bien) y Valverde por fin consigue subir al podio de París; conflicto de intereses en la Vuelta. O eso, o un acuerdo. Un acuerdo que puede beneficiar a los dos.
Podría Valverde trabajar para Nairo, con el objetivo de preparar el Mundial de Ponferrada y demostrar que sabe cambiar de rol. Podría Quintana trabaja para Alejandro, intentando que el murciano logre un triunfo y asegurando ir la temporada siguiente como líder al Tour de Francia.
Visto así, ambos ganan. Y sobre todo, el equipo gana. Difícil es saber lo que pasará, pero en cualquier caso está claro que si las cosas se hacen bien, la temporada del equipo Movistar puede ser memorable.
Foto: Yahoo! Sports