El corredor italiano de Simone Ponzi (Astana) se ha adjudicado la primera etapa de la XXXV Vuelta a Burgos al imponerse en un duro y disputado sprint en la última rampa del Alto del Castillo a Daniele Ratto (Cannondale) y Sergei Chernetski (Katusha) con un tiempo total de 3 horas, 16 minutos y 34 segundos.
Durante el control de firmas, la capital burgalesa dejó a los corredores un aguacero que hacía presagiar que la etapa no sería fácil precisamente. La salida se daba a las 13:40 desde la puerta del Fórum de la Evolución. Una vez superada la salida neutralizada, varios corredores atacaron, consolidándose una fuga en el kilómetro 15 formada por Kiryienka (SKY), Christian Meier (Orica GreenEDGE), Azanza (Euskaltel Euskadi), Tiralongo (Astana), Ferrari (Caja Rural) e Illart Zuazubiskar (Euskadi).
A pesar del buen entendimiento de los fugados, el pelotón, encabezado por un incombustible Movistar, no dejó nunca que la ventaja superase los 3 minutos. En el kilómetro 80 de carrera se produjo el susto del día al producirse una caída que fracturó al pelotón en dos, reagrupándose varios kilómetros después del incidente. A medida que los corredores se acercaban a la meta, el conjunto de la telefónica se puso manos a la obra y consiguió echar abajo la escapada en la entrada a la capital burgalesa. Llegaba en ese momento los codazos, empujones y protestas por colocar al líder en una buena posición para encarar las dos subidas al Alto del Castillo, de tercera categoría. En dichas rampas probaron suerte hombres como Geslin (FDJ.fr) o el colombiano Chapalud (Colombia), aunque sin suerte.
En la segunda ascensión, un ataque del italiano Vincenzo Nibali (Astana) dejó seleccioando el grupo dehombres que lucharían por al victoria, entre los que se encontraban Daniele Ratto (Cannondale), Sergei Chernetski (Katusha), Anthony Roux (FDJ.fr), Dario Cataldo (SKY) o Simone Ponzi (Astana). El italiano del conjunto kazajo lanzó el sprint a falta de escasos metros para la meta y no tuvo rival, enfundándose el maillot morado de la general.
Mañana segunda etapa de la ronda burgalesa entre Roa de Duero y las ruinas de la ciudad romana de Clunia, con una rampa final al 6 % de desnivel que deja más que abierta la victoria.