Casi doscientos corredores, participaron ayer en la XX Marcha ciclista del Valle de Sabero. La cifra mayor alcanzada nunca hasta la fecha para celebrar las viente ediciones de esta popular prueba que recorre los impresionantes paisajes de la zona. Los más preparados completaron la ruta más larga, 50 kilómetros, con un tiempo de algo más de tres horas por duros caminos, rampas y desniveles de difícil ejecución. La otra alternativa, la ruta de 30 kilómetros para los menos exigentes, la completaron también un buen número de participantes. Tras la dura carrera, la gran mayoría se dirigió hacia las instalaciones deportivas municipales para disfrutar de una placentera ducha y, posteriormente, degustar la comida ofrecida en el Restaurante Fornos de la localidad.
El responsable de la Concejalía de Deportes, Javier González, puso el acento en el nivel de una prueba que cada vez arrastra a más seguidores. «Cada año la prueba recibe más participantes y ello demuestra que ofrecemos un evento de calidad y con buenos servicios, que intentamos mejorar cada año. Además, se consigue unos de los objetivos básicos como es el fomento del deporte como alternativa de ocio y, especialmente, la promoción de nuestros lugares, paisajes y el Museo Minero que es nuestro gran referente turístico», manifestó.
El Museo de la Siderurgia y la Minería de Castilla y León se ha sumado a la conmemoración del veinte aniversario de la marcha y ha programado una exposición temporal de bicicletas de montaña con cinco unidades antiguas y quince modernas, que se puede visitar a partir del viernes, y en ella se observará la evolución que ha sufrido la bicicleta desde un elemento de transporte para llegar al trabajo hasta una herramienta de ocio y disfrute.
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