En Bielorrusia los hombres son fuertes. Los ciclistas, más. Vasil Kiryienka es el prototipo de ciclista machacón. Capaz de mantener el solo una escapada a raya, capaz de tirar de un pelotón 50 km seguidos, capaz de escaparse y rodar en una etapa de alta montaña al mismo ritmo que el grupo del líder… Incombustible es sin duda el adjetivo que mejor le califica.
Con 31 años ya ha ganado en el Giro (2 etapas) y País Vasco. Y todos recordaremos el 2º puesto en una etapa de la Vuelta 2009 con final en Segovia. En aquella etapa Kiryienka demostró el gran gregario que era, y su entrega. Pese a llevar pegado a su rueda a David Arroyo, que no le daba relevos él tiró y tiró. Detrás el pelotón, comandado por Caisse d’Epargne, buscaba el sprint para Valverde. Vasil pedía relevos. David le advirtió que no se los daría porque su baza estaba detrás.

El corredor que por entonces estaba invitado a La Vuelta con su equipo (Tinkoff Credit Systems) y tal vez la victoria, la simple opción, merecía arriesgar. Pero el ciclismo no perdona, y en la meta Arroyo dio el relevo definitivo.
El equipo fue criticado por aquella táctica, poco ortodoxa. Y no se sabe exactamente si tuvo algo que ver las críticas que gente como González Linares vertieron contra Unzué, pero al año siguiente Vasil Kiryienka pasó a formar parte del equipo español.
El poderío físico del corredor siempre tuvo salida tanto en Caisse d’Epargne como después en Movistar Team. Con la sanción de Valverde, fue una de las mayores bazas del equipo. Respondió.
Para recordar, aquel segundo puesto en 2010 en el Tour tras una larga fuga, haciendo frente en el sprint final a Sergio Paulino; y sobre todo la victoria en 2011 en la penúltima etapa del Giro d’Italia, con dedicatoria al desaparecido Xavi Tondo y emocionando a todo el equipo.
Este año, tras un 2012 discreto (buenos puestos en País Vasco o Romandía y 3º en el mundial de contrarreloj), emigró al todopoderoso SKY. En París-Niza ya le vimos trabajando para Porte, controlando de una manera bestial la carrera y manteniendo a raya cualquier intento de ataque. A buen seguro que en el Tour de Francia de este año le veremos tirando del pelotón. Lo que falta saber es si lo hará para Wiggins o para Froome.