“PAPÁ, ¿POR QUÉ SOMOS DE LA BICI?” La temporada 2012 cierra el telón y es el momento de hacer reflexión con todo lo que ha pasado. El ciclismo año tras año deja patente que es un deporte que tiene sus muchos momentos buenos pero sus grandes momentos malos. Y los que lo seguimos con pasión, ciertamente sufrimos y gozamos sin ponerle mucha cordura a esto, se podría decir que en cierta manera somos los Colchoneros del deporte, sufridores de profesión pero amantes de esto que nos gusta.
Este año 2012, el del fin del mundo según los Mayas, nos ha deparado mucho de ambas raciones. La pena es que el prólogo y el epílogo han sido escritos por esas sombras. El año no podía empezar peor, se confirmaba la sanción a Alberto por su “atracón” de solomillo en el Tour 2010, cuyo informe en sus conclusiones citaba textualmente: “el control positivo por Clembuterol del deportista es más que probable que haya sido causado por la ingestión de un suplemento alimenticio contaminado, que por una transfusión sanguínea o por ingestión de carne contaminada, pero no se ha aportado ninguna evidencia de que el deportista no actuara con culpa o con negligencia». Esperemos que en la vida real la justicia no tome ejemplo porque si no todos empezaremos a ser sospechosos hasta de la muerte de Manolete.
Para empezar, la verdad que este fue un duro derechazo que nos hizo besar la lona, y más en un país como el nuestro donde la prensa disfruta tanto con poder despellejar como buitres los cadáveres putrefactos, en forma de noticias, que va dejando el ciclismo por el camino. Esto es lo que ha pasado también para finalizar el libro 2012, y es que la prensa encontró la carroña necesaria para poder desprestigiar de nuevo a nuestro deporte. Hace escasamente un mes el Caso Armstrong volvió a la palestra, y como si de una auténtica exclusiva se tratara, el positivo del americano ha llenado cientos y cientos de páginas de periódicos y minutos de programas deportivos en radio y televisión.
Tanto en el caso de Alberto como en el de Lance hay un denominador común y es la gran incompetencia que existe entre las autoridades que rigen el ciclismo, ¿cómo puede ser que a Contador se le sancione año y medio después de su positivo?, ¿alguien me puede explicar por qué la exhibición del pinteño en el Giro 2011 ahora debe ser mentira? A estas puedo añadir otras grandes preguntas que se me vienen día sí, día también, ¿es necesario que tipos como Floyd Landis ocupen más titulares a lo largo del año que el propio Purito?, o ¿por qué un dopaje que ocurrió hace 13 años tiene el mismo bombo que una espectacular Vuelta a España 2012? Sinceramente creo que Antonio Recio dirige con más cordura su comunidad de Montepinar que lo que hace Patrick McQuaid o John Fahey con la UCI y con la AMA, respectivamente.
Fuera de casos relacionados con el dopaje la temporada ha tenido nubarrones, desde caídas desafortunadas que nos han privado de ver a corredores como Andy Schleck o Fabián Cancellara durante todo el año; este final de temporada que nos está dejando a tantos corredores que por culpa de estas nuevas puntuaciones de la UCI (paso de seguir hablando de ellos) se están quedando sin equipo y deben buscarse la vida como buenamente pueden; la muy reciente noticia de que Rabobank deja el patrocinio del ciclismo después de 17 años ligado a ello. Algo muy mal se tiene que estar haciendo, cuando un patrocinador holandés, donde el ciclismo es un modo de vida y que tantos éxitos ha cosechado durante todos estos años decida abandonar este barco; o lo que es peor, las muchas noticias que nos llegan todos los años desde las carreteras de nuestro país, donde tanta gente se deja la vida por el mero hecho de querer disfrutar de aquello que les apasiona y que es salir en bici. Disfrutar de dar pedales y poder volver a casa para contar las batallitas del día con los compañeros de grupeta, ¡esto si que es lo verdaderamente importante!
Por el medio estaría el Tour de Francia. Realmente no se como catalogarlo. Dejémoslo en un nubes y claros. Lo cierto es que fue una carrera que nos dejó buenas imágenes, que nos dejó días de disfrutar del ciclismo pero gracias a los más modestos. Entre los grandes resultó ser una carrera monocromática y previsible, es más soporífera en muchos momentos. Sí es cierto que este año no podía llevarle la contraria a aquellos que me decían: “si es que las tardes de Julio son de terminar de comer, poner el Tour, escuchar a Perico y a dormir”. Esperemos que el Tour, que es sin duda la carrera más grande del ciclismo tome algo de ejemplo de sus hermanas pequeñas, Giro y Vuelta, para poder recobrar la atención y el crédito que ha perdido este último año.
Pero como dicen todos los días en Al Primer Toque de Onda Cero “apagadas las luces, se encienden los focos”. Y aunque realmente la noticia de Alberto todavía no había saltado, los primeros rayos de luz de este año empezaron a radiar ya en Enero. Si es que está claro que es echar a rodar, sobretodo para la gente que nos gusta esto, y olvidársenos todas las penas que nos llegan desde fuera. Los primeros rayos como digo aparecieron, como es lógico, allá por donde primero sale el Sol, por la tierra del canguro y es que Alejandro volvía a la competición y volvía por sus fueros, siendo el centro de atención de todas las cámaras (vale más una imagen que mil palabras) y venciendo en la 5ª etapa del Tour Down Under y haciendo segundo en la general final (la 4ª etapa fue para Oscar Freire).
Ya en Europa, en la Paris-Niza, Bradley Wiggins empezaba a avisar de lo que sería después el Tour, y pasaba por esta carrera también como si de un paseo militar se tratara, firme y contundente se llevó la general final. Valverde se volvió a mostrar muchísimo y mojó en la 3ª etapa, mientras que Luisle se llevaba la 6ª. En Italia tenía lugar “La Classicissima”, el primero de los Monumentos del ciclismo que deparó un apretadísimo final entre Simon Gerrans, Fabián Cancellara y Vincenzo Nibali que fue el que rompió la carrera con un fortísimo ataque en las últimas rampas del Poggio, aunque la victoria final fue para el australiano. Y en España, a pesar de que estuvo en duda hasta el final una de las grandes de nuestro calendario, la Vuelta al País Vasco al final se pudo disputar y encumbró a Samuel Sánchez en lo más alto debido a una última contrarreloj que le sirvió para desbancar a Joaquim Rodríguez del primer lugar de la general (no sería la última vez que Purito se dejara ir una vuelta por etapas en la última etapa contra el crono).
Y apareció la primavera, las flores brotaban, los pajaritos cantaban y las Clásicas del Norte llegaron. Flandes, Roubaix, Amstel, Flecha Valona y Lieja. ¡La Feria de Abril del Ciclismo ya estaba aquí otro año más! ¿nombres a priori? ¡Los de siempre! Los Boonen, Cancellara, Flecha, Pozzato, Chavanel y sobretodo Gilbert. De primero un Tour de Flandes muy polémico antes de su salida debido a ese cambio de recorrido que hacía que no se ascendiera como había sido habitual en las últimas ediciones el Kapelmuur. Finalmente el belga Tom Boonen volvió a hacerse con la victoria de una de sus carreras predilectas, la de casa, por delante del dúo italiano Pozzato-Ballan. De segundo, Roubaix, donde Boonen repetiría y encima de manera insultante con un ataque a 57 kilómetros de la meta del infierno del norte. El adoquín se lo llevó para casa por delante de Turgot y de nuevo de un Alessandro Ballan que se encontraba pletórico, con ellos dos llegó Flecha, que fue el más batallador junto con el belga, y que fue el menos rápido en el sprint por los otros dos cajones del pódium. Y finalmente de postre, la trilogía de las Ardenas. En la Amstel Gold Race, todos nos comimos las uñas pensando que Freire pudiera hacerse con la victoria final culminando lo que hubiera sido una escapada impresionante, pero el Cauberg se le atragantó y se quedó, al igual que Flecha en la Roubaix, con la miel en los labios haciendo un más que digno 4º puesto. La victoria fue para el italiano Gasparotto por delante del belga Jenne Vanendert y Peter Sagan que ya ha empezado a dar muestras de que en estas carreras puede dejar bien impregnado su aroma. Gilbert lo intentó en el Cauberg pero no tuvo fuerzas suficientes para llevar su ataque a buen puerto. Igual se estaba reservando para unos meses más adelante en el mismo lugar… Pero después de tantos tiros al palo por parte de los españoles, por fin llegó Purito y en la Flecha nos dio su primera gran alegría de un año que iba a ser espectacular para él. En el mítico muro de Huy se deshizo de todos sus rivales llegando a meta con una de las mayores diferencias que recuerde lanzando el ataque en los últimos metros de esta preciosa clásica, por delante de Albasini y Gilbert que conseguía lo que iba a ser su mejor resultado del año hasta septiembre, saliendo de este mes de Abril como el claro derrotado después de un 2011 donde había sido el gran triunfador de esta peculiar Feria. Finalmente en la Lieja-Bastoña-Lieja, el kazajo Iglinsky se llevaría la victoria por delante de un Nibali valentísimo al que le sobró la última subida a Ans. El Pódium lo completó Gasparotto cerrando con ello una semana sublime para él.
Tras Abril, llegó Mayo (Fabio educa a la par que entretiene), y con ello llegó el olor a antiguo, a Dolomitas, a pasión, a tifosis, todo se tiñó de rosa, el Giro ya estaba aquí. ¡Ay, esa última contrarreloj! ¡Qué bonito hubiera sido ver de rosa a Joaquim en Milán! Pero la suerte le fue esquiva y después de 20 días luchando como un cosaco por hacerse con la Corsa Rosa, llegó un canadiense, Ryder Hesjedal y se llevó el gato al agua. 16 segundos le faltaron al de Parets del Vallés, lo que tardas en ir de la cama al baño es lo que le faltó para hacerse con su primera grande. ¡Pero no pudo ser!, y otra cosa no, pero para estas situaciones no lo hay como él que lo sepa encajar igual de bien. A los pocos días le leíamos este tweet: “Hoy me han hecho una encuesta y me preguntaban k haría yo si fuese presidente del gobierno para arreglar España?? pues quitar las cronos!!!!” Solo puedo decir ¡Qué crack! Fue un Giro bonito donde a falta de los grandes nombres especialistas en la actualidad en las vueltas de 3 semanas, fueron otros los que ocuparon su lugar. Los italianos, Scarponi, Basso o Cunego, pasaron a un segundo plano para dejar que la atención la acapararan el español (que se hizo con 2 parciales) y el canadiense. Imágenes preciosas y emoción es algo que garantiza el Giro y este año no pudo ser menos, con el colofón del penúltimo día con la meta situada en el Stelvio previo paso por el Mortirolo, donde De Gendt pasó del octavo al pódium de la general final, con un victoria de etapa de las que habría que tener muy en cuenta al elegir la cabalgada del año.
Llego Junio con sus preparativos para el Tour, y de nuevo Wiggins en el Critérium del Dauphine volvía a demostrar que en Francia no tenía rival, bueno unas semanas después si pareció que tuviera rival, Christopher Fromme se llamaba, pero navegaban en el mismo barco, y donde hay patrón no manda marinero. En este Dauphine el chollo de Katusha con los españoles seguiría quedando más que demostrado con las dos victorias de etapa conseguidas por Dani Moreno.
Julio, calor, todo seco y amarillo, amarillo Tour. Pero como ya he dicho este año, los brincos y saltos, la emoción y la heroicidad quedaron convertidos en bostezos y monopolio por parte de los hombres de Sky. Wiggins en lo más alto de los Campos Elíseos, secundado por su compañero Fromme y por el único que lo intento vez y media en 21 días, Nibali. A parte de eso, ¡Chapeau para los hombres del Europcar y para nuestros murcianos! De nuevo Luisle y Alejandro se harían con sendas etapas, y especialmente en el caso de Valverde dándonos la mayor dosis de emoción que pudimos vivir en la Grande Boucle de este año con el final en Peyragudes. ¡Otro año será, más y mejor!
Y en Agosto mientras la gran mayoría estaban de vacaciones, entre piscineo y piscineo, volvía al curro un madrileño. Se reseteaba el Contador que volvía a la competición. También pudimos ver como uno de los más luchadores del pelotón de la última década colgaba su bici de manera dorada, como el sol de la bandera du su querida Kazajistán, con el oro de Londres colgado en el cuello y a su estilo, atacando y atacando hasta el último metro de la prueba sin quererse casar con nadie. La plata fue para el colombiano Rigoberto Urán y el bronce para el noruego Alexander Kristoff. ¡Grande Vino! La crono de Londres sirvió para que los británicos se dieran de nuevo otro festival con el oro del de las patillas y el bronce del de Nairobi (Kenia-un pueblecito a las afueras de Liverpool). Entre Wiggins y Froome se coló el alemán Tony Martin. ¡Vaya año el de Cancellara! ¡y vaya con la “cadena” de despropósitos de Luisle! Por cierto, ¡qué envidia ver el papel tan importante que le dieron en Londres a un ciclista en la Ceremonia de Inauguración!
Y llegó el gran momento de la temporada 2012, la Vuelta a España ¡Qué 3 semanas de ciclismo! Unas semanas antes, en Burgos también pudimos disfrutar de ver como a Purito no se le caían los anillos por trabajar para Dani Moreno, su gregario de lujo devolviéndole de manera simbólica todos los días de curro a la inversa. Dani se haría con 2 etapas y con la victoria final sabiendo sufrir de lo lindo en las duras rampas de las Lagunas de Neila.
Y la Vuelta… ¡Qué espectáculo! ¿Sabrían decirme un solo día donde no pasara nada? Los equipos por la calle Estafeta, subida a Arrate preciosa con un final de infarto, llegadas masivas ajustadísimas aunque siempre fueran para el mismo (Degenkolb), caída de Valverde camino de Valdezcaray, Froome reventando a Contador en Jaca, Valverde y Purito apareciendo de la nada en la Gallina, Gilbert resurgiendo en Barcelona, crono “atípica” gallega que tendrá su segunda parte en el comienzo de la Vuelta del año que viene, de miedo la subida al Mirador de Ézaro que dejó claro que el Purito iba para Puraco, trilogía Ancares, Lagos, Cuitu de vértigo, día para la historia en Fuente Dé, llegada a Segovia al más puro estilo mundialista, la pared de la Bola del Mundo y venga a retorcerse ciclistas una vez más, y Madrid… y como dirían en el argot taurino, de Madrid al Cielo, que es lo que consiguieron Alberto, Valverde, Purito, Froome, Dani Moreno, Gesink, Aramendia, Simon Clarke y todos y cada uno de los participantes de esta Vuelta con el ciclismo, llevarlo al cielo. Volvieron a poner las bicis en boca de todos. Cada día más gente en las cunetas viendo pasar a los ciclistas. Cada día mas gente siguiéndolo por televisión o a través de “El Pelotón” en la Radio Universitaria de León (hay que hacerse publicidad). Cada día más gente que se animaba después de las etapas a salir ellos en bici por las carreteras de nuestro país a emular a los grandes héroes. Ahí la bombilla del ciclismo lució con una fuerza que hacía mucho que no la veíamos con tal intensidad.
Tras la resaca post-Vuelta llegó el Mundial donde Gilbert repetiría lo que hiciera en La Lastrilla con un ataque de los imposibles de seguir en Cauberg, Valverde se llevó el bronce cerrando de la (casi) mejor forma posible el año de su regreso, con el noruego Boasson Haggen logrando la plata. Contra el crono Tony Martin voló en Valkenburg, seguido a un suspiro del americano Taylor Phiney, y a un mundo por el bielorruso Vasil Kirienka, plata y bronce respectivamente.
Contador en esa crono se ahogó para resurgir en la Milán-Turín cerrando 2 meses de competición 2012… ¿inmejorables? Y la guinda de este pastel la tenía que poner Don. Joaquim Rodríguez Oliver con una victoria espectacular en el Giro de Lombardía bajo la lluvia torrencial, que hizo más impresionante el paso por el Muro de Sormano, con gran sabor a añejo en el ataque de su vida en la subida a Villa Vergano. La primera para un español en el último Monumento de la temporada ciclista, y cerrando un año tremendo, con pódiums en Giro y Vuelta, etapas en Giro, en Vuelta, la Flecha y el Giro de Lombardía… ¡Qué números!, bueno en realidad un solo número, el 1, que es lo que ha acabado siendo el español del Katusha en este año 2012.
Después de este juego son los aficionados los que deben decidir si el futuro del ciclismo debe ser el oscuro de sus sombras o el brillante de sus luces. Yo en el 2013 seguiré apostando por sus luces que realmente son con las que uno se emociona delante del televisor y escribiendo al hacer memoria de una temporada. Aaaaaaa y que no se me olvide, la última gran luz que nos ha hecho llevarnos una gran alegría (sobre todo para aquellos que estamos en León) es saber que definitivamente en Ponferrada se celebrará el Mundial 2014. ¡Enhorabuena a todos! Y como no tengo ninguna duda de que durante los años 2013 y 2014 disfrutaremos muchas y grandes luces, ¡nos vemos todos en Ponferrada!