El III Ciclocross de Tous dejó una mañana rápida y sin tregua, de esas en las que el circuito exige ir siempre con el gancho y la carrera se decide por quién se atreve a subir un punto cuando más duele. Andrés Fernández Latorre (C.C. Utiel) remató la manga open masculina con autoridad; en la femenina mandó María Filgueiras (XSM–San Tomé de Piñeiro), que leyó a la perfección los movimientos para marcharse en solitario.
La prueba masculina se estiró desde los primeros compases, con Fernández asentado al frente y un grupo selector que fue perdiendo piezas a medida que la velocidad y los cambios de dirección iban cobrando peaje. A mitad de carrera el valenciano ya corría con margen de seguridad y cabeza fría, manteniendo la renta sin entrar en rojo y neutralizando cualquier intento de acercamiento. En meta, el podio lo completaron Ricardo Pellicer (CC Soulbikes Alzira) y Manuel Sánchez Aldeguer (UC Ilicitana), tras un pulso sostenido que se decantó por detalles de colocación y limpieza en las zonas más técnicas.
La manga femenina se decidió en el terreno que más le gusta a Filgueiras: ritmo alto y precisión. La coruñesa se soldó de inicio a la estela de Sara Bonillo, referencia en el arranque, hasta que la júnior Carla Bañuls llegó por detrás y endureció la cadencia. “Vi que a Sara le costaba aguantar la rueda y decidí atacar; quedaban dos vueltas, puse un ritmo alto y me fui”, relató después Filgueiras. Desde ahí, sin mirar atrás, sostuvo la escapada hasta la llegada mientras Bonillo defendía la segunda plaza y Raquel Pérez Atienza cerraba el podio de la open.
La jornada dejó también vencedores en todas las mangas de base y máster, subrayando el buen tono competitivo en Tous: en cadetes se impusieron Marc Sancho (Sumistock In Bike) y Nicoletta Malavia (Ciclismo Base Femenino); en júnior, Hugo Arnalte (Ikascola TX. AEL) y Carla Bañuls (Mirat Team). Entre los veteranos, triunfos para Carlos Sanchis (M30); Óscar Perales y María Valero (M40); Jordi Reñé y Natalie Turjanicova (M50); y Vicent Bonafé (M60). Una edición sólida en lo organizativo, con Wheeler C.D. al frente, y un circuito que, tal y como se vio en carrera, premió la valentía de quien supo cambiar de ritmo en el momento justo



