Adrián García Montes inauguró el Ciclocross Villa de Luarca con una victoria de control en un circuito ratonero y húmedo, de hierba que patinaba y sin margen para el error. La salida fue tensa, con Julio Pérez y Mario Vega marcando un ritmo alto que dejó un primer grupo de cinco (Mario Vega, Julio Pérez, David Ovín, Hugo Traviesa y el propio García Montes). “Era un circuito ratonero, con condiciones húmedas y que patinaba”, resumía después el cántabro, consciente de que había que entrar delante en cada 180º y medir cada apoyo para no pagar peaje.
La carrera se seleccionó a mitad de prueba. García Montes se puso en cabeza, se marchó con Vega y, sin gestos bruscos, fue despegándolo poco a poco. “Me fui con Mario y empecé a soltarle abriendo hueco y sin arriesgar”, explicaba, atento a las zonas con piedras donde era fácil pinchar. Desde ahí, administración pura: enlazadas sin fallos, relanzadas limpias y pulso estable hasta meta.
Detrás, Vega sostuvo la persecución y Traviesa clausuró el podio tras aguantar en el corte bueno. García Montes, que confesó preferir “circuitos tipo La Morgal, de abrir más gas”, valoró el estreno como “un buen entrenamiento de técnica” y ya mira “a Navia” para cerrar el fin de semana.
En júnior, Samuel Castiello (Equipo Cortizo) impuso jerarquía por delante de Óliver Losas e Iker Ibañez. En cadete femenina, Laura Solares (Mirat–Salamanca es Ciclismo) dominó con claridad, con Estela Fernández y Daniela Castiello completando el podio, mientras que en cadete masculino se llevó el triunfo Manuel García Fernández (Viella Guttrans). Entre los máster, victorias de Francisco Baña en M30, José Domingo Cadavieco en M40, Francisco Muñoz en M50, Darío Buceta en M60; en las mangas femeninas, Cristina Suárez ganó M30 y Noelia González hizo lo propio en M50.



