El IV Trofeo CX Castejón de Sos cerró el Festival Puro Pirineo con una carrera de paciencia y pulso. La pradera, más seca que en Cerler pero igual de exigente en los pasillos de ida y vuelta, invitó a correr «en negativo»: entrar bien colocado, guardar lo justo y rematar cuando el circuito empezaba a pasar factura. En ese guion, Hugo Mayor volvió a acertar la tecla y Aintzane Montalbán resolvió la manga femenina con autoridad.
La manga open masculina se cocinó a fuego lento. Mayor salió sin estridencias, respiró en el primer par de giros y, cuando la hierba de El Vedau perdió el brillo, apretó donde dolía: en cada cambio de sentido, en cada relance a la salida de las eses pegadas a la rotonda. Beñat Mendiáriz fue quien más aguantó la presión, siempre a la vista pero sin llegar a tocar la rueda buena. Detrás, Ismael García remó con cabeza para asegurarse el podio, con Sergio Sánchez y Jorge Calcedo defendiendo posiciones a base de regularidad. La fotografía final no requiere cronómetro para entenderla: victoria clara de Mayor, Mendiáriz como alternativa más sólida, y un tercer cajón que premió la carrera inteligente de García.
La manga femenina fue un recital táctico de Montalbán. Arrancó con decisión, eligió la línea menos castigada y convirtió cada pasillo en un terreno de control. La respuesta de Carlota Juste fue constante, siempre en persecución, sin regalar un metro cuando el circuito invitaba a caerse de ritmo. La diferencia no nació en un ataque seco, sino en esa suma de detalles: la trazada limpia en la zona de ida y vuelta, la calma al superar a dobladas y la serenidad para no forzar donde el césped aún resbalaba.
En júnior, Noah Pérez y Asier Alaiza se ataron con una cuerda invisible hasta meta: un duelo sin concesiones que se resolvió por un suspiro, el tipo de final que educa en los matices del ciclocrós. Jorge García cerró el podio tras sostener el desgaste en la parte central. En júnior femenina, Carla Vicente dominó de principio a fin, con una lectura fina de los giros que partió la carrera antes del ecuador. Entre los cadetes, Marco Latorre impuso su ritmo sin necesidad de números: mandó en la salida, administró en el tramo rápido y no miró atrás cuando los pasillos empezaron a seleccionar. Izan Gallego y Alejandro Zaragozano completaron un podio de esfuerzo sostenido. En cadete femenina, Marta Mayor hizo valer la solidez en el segundo giro para despegarse y encarrilar una victoria sin sobresaltos, con Ainara Coterón y Marta Manrique manteniendo el tipo en una pradera que castigaba cada duda.
En los máster, la experiencia volvió a correr. Luis Gallego se llevó máster 30 con un punto de aceleración que no encontró respuesta; en máster 40, Javier Forniés gobernó la cita desde la colocación y amarró el triunfo por delante de Alberto Matute y Santiago Ruiz. Pere Joan Roig firmó un máster 50 de manual con Carlos Pina y Juan Manuel Gallego en los cajones, mientras Miguel Romero remató en máster 60 tras una carrera muy limpia, seguido de Emilio Guzmán. En las máster femeninas, victoria para Lilian Soriano (40) y Aranzazu Azketa (50), ambas sin necesidad de gestas: precisión y oficio.
Castejón de Sos cerró el doblete pirenaico con mensaje: quien leyó antes el circuito, mandó. Mayor rubricó un fin de semana impecable, Montalbán confirmó que su punto de forma pide escenarios grandes y la base dejó finales de foto. Dos días en el Puro Pirineo, dos lecciones: el reloj cuenta, sí, pero en noviembre manda la cabeza.



