El Celta de Vigo fue, sin duda, uno de los grandes animadores de la pasada edición de La Liga EA Sports. Especialmente en casa, los de Giráldez fueron uno de los equipos más divertidos de ver y con mejor juego desplegado a lo largo de la temporada, lo que le valió su clasificación para la UEFA Europa League. Lo cierto es que el cuadro celeste no ha comenzado bien la temporada y los resultados en La Liga EA Sports no son los esperados, pero es esa participación europea la que da un toque especial a la campaña.
Será difícil pues combinar la ilusionante andadura europea con la trayectoria en la liga española, pero es evidente que, dejando quizá la Copa del Rey al margen, las mayores posibilidades de llegar a momentos grandes en una competición pasan por la Europa League, e incluso la posibilidad de levantar un trofeo, dado que la presente edición del torneo aparece algo más abierta, a pesar de la presencia de los ingleses Aston Villa y Nottingham Forest.
Precisamente fueron dos ingleses los que estuvieron en la pasada final de la competición en San Mamés, y ambos miembros del llamado Big Six, Tottenham y Manchester United. La ausencia de miembros de ese selecto grupo en esta Europa League abre algo el abanico de posibilidades y de candidatos al título, y ahí es donde crecen las opciones de este ilusionante Celta de Giráldez.
El equipo gallego no se puede contar, aún, entre los favoritos, especialmente porque la liga española también aporta un reforzadísimo Betis, pero el Celta tiene derecho a soñar. Sus posibilidades en la competición dependerán de la capacidad del equipo para gestionar el pluriempleo que supone jugar cada jueves por la noche, con posibles viajes y regresos en la madrugada del viernes, y, posteriormente, afrontar un partido de liga cada domingo.
Analizando el calendario del equipo gallego en esta fase de liga, los de Giráldez tendrán un bautismo de fuego en el campo del Stuttgart, una visita complicada a la que siguen las visitas a Balaídos de PAOK y Niza. Los galos serán, en principio, una oposición más dura, pero el Celta debería sacar buenos puntos de esos partidos, así como de las visitas al Dinamo de Zagreb croata y al Ludogorets búlgaro. La fase de liga se cerrará con la complicada visita del Bolonia a Balaídos. Por lo pronto, es más que razonable pensar que el equipo celeste podrá acabar entre los ocho primeros para evitar la ronda de 1/16 de final. A partir de ahí, el cielo es el límite.


