A pesar de haber comenzado ya la temporada de ciclocross, después de todo el verano compitiendo en la modalidad de gravel y con la capacidad de adaptarlo al calendario, el campeonato del mundo ha sido una de las motivaciones de Kevin Suárez para este año. Limburgo es la ciudad elegida para albergar esta prueba, que celebra su cuarta edición y que, en este caso para nuestro corredor, constará de 180 kilómetros de recorrido.
No solo el trazado es exigente, sino que en esta cita se reunirán grandes corredores de varias modalidades, como por ejemplo el multidisciplinar Tom Pidcock, Tibor del Grosso, joven promesa del ciclocross, Tim Merlier o también Alejandro Valverde. La modalidad no ha hecho más que crecer y sumar ciclistas de todas las disciplinas que se encuentran en este mundial y que serán los rivales de Suárez el próximo domingo.
«Tengo muchas ganas del mundial, después de todo el verano con el gravel y teniendo el campeonato del mundo en estas fechas tenía que aprovecharlo. Me hubiese gustado más que fuese un poco más adelante pero no me importa, creo que llego en buena forma. La carrera es muy larga y el nivel va a ser muy alto, por suerte creo que no saldré demasiado atrás en la parrilla, porque la colocación al principio será importante si se puede correr en grupo. A partir de ahí, a ver hasta donde puedo llegar, es un recorrido que creo que me viene bien por no tener subidas largas. Al final es una experiencia nueva, quiero disfrutar al máximo y ver hasta donde puedo llegar».
Prensa Nesta MMR



