Essen respiró ciclocross del puro: hierba rápida, giros que cortan el ritmo y una recta de meta donde el margen de error es una moneda al aire. La carrera masculina se cocinó a fuego vivo y estalló en la última vuelta, cuando un incidente entre Laurens Sweeck y Niels Vandeputte abrió la puerta a Toon Vandebosch para lanzar el sprint ganador y llevarse su primera victoria profesional. Por detrás, Victor Van de Putte salvó la segunda plaza y Vandeputte completó el podio después del susto que desordenó la llegada. Relato y desenlace, puro Flandes.
En esa pelea de belgas, Kevin Suárez (Nesta–MMR) firmó la noticia para España: 7.º a 43″ del ganador, tras una carrera muy “de oficio”, sin sobresaltos, asentado en el segundo grupo y con ritmo suficiente para ganar posiciones conforme el circuito fue cobrando peaje. Fue el único español en la parrilla de Essen, detalle que subraya el valor de su top-10 en una clásica de octubre donde la densidad belga es la norma.
La lectura femenina dejó otro final de uña y carne. Lucinda Brand impuso su ley al esprint ante Sara Casasola, con Marion Norbert Riberolle pegada; carrera compacta, ritmo de zeta en zeta y sentencia en la recta corta de Robotland. Brand había afilado la semana en Ardooie y en Essen remató con la frialdad de quien conoce cada bache de memoria.
Essen, en definitiva, volvió a ser semillero de titulares: Vandebosch se estrena entre los grandes gracias a un final loco y Suárez se marcha con puntos UCI y, sobre todo, con el aval de medirse de tú a tú en un escenario clásico y sin compatriotas a rueda. El Exact Cross no levanta el pie: la próxima parada llega ya en Heerderstrand (25 de octubre), otro circuito rápido con arena y viento donde la colocación en la primera vuelta vuelve a ser media victoria.



