El neozelandés completó una larga escapada en la prestigiosa carrera guipuzcoana del UCI WorldTour. Ander Okamika y Mario Aparicio fueron los primeros morados en meta.
El Burgos Burpellet BH regresó por sexta vez en su historia a la Clásica de San Sebastián, carrera del UCI WorldTour en la que se midió a los mejores equipos del pelotón internacional. El conjunto morado fue protagonista desde la escapada por medio de Josh Burnett, que logró filtrarse en el grupo delantero de doce corredores que se formó en los primeros compases de carrera. El escalador neozelandés se mantuvo en esta fuga durante unos 150 kilómetros, hasta que todos los escapados fueron atrapados en el Alto de Jaizkibel, a unos 60 kilómetros de la meta.
El pelotón nunca dejó que este grupo delantero cogiera más de dos minutos de ventaja y, tras dar caza a la fuga, los principales favoritos se movieron en la subida a Erlaitz, antes del segundo paso por San Sebastián. Ander Okamika y Mario Aparicio fueron los morados que más aguantaron en el pelotón de favoritos y llegaron a meta en uno de los grupos perseguidores.



