El murciano completó otra larga escapada en la octava etapa con final en Zaragoza, a pesar de que los morados cuentan ya solo con cinco ciclistas tras el abandono de Eric Fagúndez por enfermedad.
Al mal tiempo, buena cara. Esa fue la actitud del Burgos Burpellet BH en la octava etapa de La Vuelta. En un complicado inicio de carrera, marcado por las enfermedades y sus consiguientes abandonos, los morados volvieron a dar la cara desde la escapada. José Luis Faura entró en una fuga de tres ciclistas que rodó en cabeza en la jornada entre Monzón y Zaragoza. En la llegada al sprint, su compañero Hugo de la Calle, pese a no ser un velocista, logró acabar en la 23ª posición. Una muestra de fortaleza en el día en que los morados perdieron a Eric Fagúndez, que tuvo que bajarse de la bicicleta tras dos días luchando con una gastroenteritis vírica. Una enfermedad que ya ha causado tres abandonos en las filas burgalesas.
José Luis Faura atacó desde el kilómetro cero junto a otros dos corredores, conformando pronto una escapada que logró una ventaja mayor que la de días previos. Hasta cuatro minutos llegaron a tener, aunque no iba a ser sencillo ganar el pulso al pelotón en un día muy llano. Los corredores circularon siempre por carreteras anchas y con un fuerte viento de cara que favorecía al grupo principal. Pese a ello, el murciano se mantuvo al frente hasta los 20 kilómetros finales, cuando fue atrapado por el pelotón ya dentro del circuito final en Zaragoza. El viento sopló de costado en la segunda mitad de la carrera, pero no con la fuerza suficiente como para formar abanicos.
Antes de llegar a la capital aragonesa, Eric Fagúndez se vio obligado a abandonar por culpa de un proceso vírico que le afectó seriamente en los dos últimos días. Su baja se une a las de Carlos García Pierna y Daniel Cavia, ambas por el mismo motivo. La carrera se resolvió, como estaba previsto, con un sprint masivo. Al no contar ahora con un velocista en el equipo, Hugo de la Calle fue quien peleó en el final de etapa, logrando una destacada 23ª posición. La clasificación general no sufre cambios y Sergio Chumil sigue ocupando la 23ª plaza.
José Luis Faura: “Sabíamos que la carrera estaba abocada al sprint o que, en su defecto, podría haber algún corte por abanicos. En ese caso podía anticiparme e ir por delante y ya si te alcanzan, eso que llevas ganado. Nosotros aquí somos un equipo invitado y no podemos desaprovechar ninguna oportunidad de dejarnos ver, aunque estamos bastante mermados por la enfermedad. La situación es complicada, ya que muchos están malos y tenemos cierto miedo a enfermar. Nos hemos marcado el día de descanso como un punto y aparte. Creo que los corredores que seguimos podemos hacerlo muy bien. Los compañeros han trabajado muy bien protegiendo a Sergio Chumil, que está con los mejores escaladores del pelotón y esa actitud va a venir bien para lo que resta de vuelta. Los corredores estamos en habitaciones separadas, utilizando gel hidroalcohólico en todo momento y minimizando el contacto lo máximo posible”.
La primera semana de La Vuelta concluirá este domingo con una nueva etapa de montaña, con final en la estación de esquí de Valdezcaray. Será otra larga jornada de 197 kilómetros con un único puerto puntuable, pero con multitud de pequeñas subidas a lo largo del recorrido. La carrera llega a La Rioja, comenzando en Alfaro y dirigiéndose hacia la Sierra de la Demanda, cerca de Burgos. La subida final a Valdezcaray (13 km al 5%) concentra su mayor dureza en la parte inicial, con rampas de hasta el 8% de desnivel. Un día en el que la fuga tiene muchas opciones de pelear por la victoria.



