Cancelada el pasado año a causa de la celebración de los Juegos Olímpicos en el país, la Route d’Occitanie regresa este 2025 con más fuerza y con novedades reseñables en su trazado, aunque respetando la tradición que dicta que la alta montaña de Pirineos juega siempre un papel fundamental tanto en su desarrollo como en el desenlace. Caja Rural-Seguros RGA afronta esta semana en el sur Francia su última prueba por etapas de junio.
La noticia es que por primera vez desde 2016, la Route d’Occitanie contará con una crono individual, que además abrirá la contienda. Eso sí, para no perder la esencia de la carrera, ésta no tendrá ni un metro llano. En la primera mitad de sus 10 km se ascenderá la Côte de Tiergues, 5 km de subida a casi el 5% de media, para continuar con una ligera bajada y una parte final de nuevo en subida hasta el final en Roquefort-sur-Soulzon.
La primera jornada en línea, el jueves, cubrirá casi 200 km sinuosos dirección Carmaux, superando una sucesión de pequeñas subidas, muchas no puntuables, en su tramo final. La etapa reina llegará el viernes, ascendiendo el coloso Tourmalet por su vertiente de Sainte Marie de Campan antes de encadenar el ascenso final hasta la cima de Luz Ardiden, uno de los grandes puertos pirenaicos con 13 km por encima del 7% de desnivel medio. Para acabar, una etapa corta, menos de 130 km, con meta en Saint-Girons en la que se subirán el Portet d’Aspet (1ª) y el Col de la Core (1ª) en la primera mitad de recorrido previo al Col de Latrape (2ª) lejos aún de la llegada.
Un test por tanto diseñado para escaladores, en el que Caja Rural-Seguros RGA dispondrá de especialistas como Abel Balderstone, Jan Castellon, Joan Bou o el australiano Sebastian Berwick. También serán de la partida corredores que pueden hacerlo bien en terreno sinuoso como Julen Arriolabengoa, Álex Díaz o Sergi Darder, que tendrá su mejor oportunidad en la segunda etapa.