El ciclista balear, que regresaba a la competición tras las clásicas francobelgas del pasado mes de marzo, rodó en cabeza de carrera durante más de 100 kilómetros.
Pau Llaneras fue el Illes Balears – Arabay más destacado en la disputa del 26ª edición del Gran Premio Miguel Indurain. El ciclista balear, activo como el resto del equipo desde el primer kilómetro, consiguió formar parte del grupo que comandaría la prueba navarra durante gran parte de la misma.
Los ataques se sucedieron prácticamente tras el banderazo inicial. Un extramotivado Unai Esparza era el primero en probarlo. El de Estella formaba parte de una pequeña avanzadilla de ocho corredores que, a pesar de tomar una pequeña ventaja, era neutralizado apenas dos kilómetros después.
Con un Álvaro Sagrado muy activo que también quiso probar fortuna, era finalmente Pau Llaneras el que acababa por filtrarse en la escapada buena del día. El ciclista balear tomaba ventaja tras varias intentonas y su grupo -también de ocho unidades- comenzaba rápidamente a aventajar al pelotón.
Con una diferencia que llegó a superar los seis minutos, el exigente Alto de Eraul terminó con la aventura de un Pau Llaneras que, en las duras rampas del puerto navarro, sufrió un fuerte dolor en la espalda y se vio obligado a descolgarse del grupo de cabeza.
“Las sensaciones eran buenas y la escapada estaba caminando bien. Ha habido varios ataques al inicio y he podido meterme en el corte bueno. Era una fuga de calidad, con ocho equipos que querían estar y que la escapada caminara. Ha sido una pena el dolor en la espalda, porque me ha impedido rodar más tiempo en cabeza” comentaba Pau Llaneras.
“Me quedo con las sensaciones y con la alegría de haber estado en una fuga más. Esperemos que el dolor de la espalda se vaya en los próximos días” concluía el ciclista balear.
Tras el penúltimo paso por Estella, el ritmo se tornó en vértigo y velocidad. Continuos ataques y los exigentes porcentajes del encadenado Eraul – Muru – Ibarra acabaron por romper el pelotón en mil pedazos.
En meta, Asier González fue el mejor de los nuestros, cruzando la meta en un segundo grupo a algo más de cuatro minutos del vencedor final. El local Unai Esparza subía al podium como ganador del Premio Calidad.