Este domingo, 30 de marzo, podremos disfrutar en directo de una de las grandes carreras del calendario élite y sub-23: la Subida a Gorla (Gorlako Igoera 2025), perteneciente al Torneo Euskaldun y que esta temporada alcanza sus bodas de oro con 50 ediciones a sus espaldas. A partir de las 9:30h arrancará la emisión de la prueba guipuzcoana que llevará a los ciclistas por dos veces por las míticas rampas de Gorla, además de las ascensiones a Deskarga y Asentzio, esta última como gran novedad del trazado de este año.
Recorrido de la L Subida a Gorla
La carrera guipuzcoana presenta una modificación sustancial en su habitual trazado con la inclusión del exigente ascenso a Asentzio, justo antes de encarar la segunda y definitiva escalada a Gorla. Por lo demás, los ciclistas rodarán por las carreteras conocidas de estos últimos años, con un total de 114 kilómetros.

Los primeros 40 kilómetros, basados en un circuito bastante llano entre Osintxu y Zubillaga con Bergara como paso intermedio, se harán a una velocidad endiablada y habrá que rodar muy rápido si se quiere formar una escapada que abra hueco con el pelotón principal. Antes de completar los primeros 50 kilómetros del día, los corredores se enfrentarán por primera vez a la dura ascensión a Gorla (km 51,9), por lo que los kilómetros previos supondrán la primera gran batalla por entrar lo mejor colocado posible a esas rampas iniciales.
Lo normal es que en este primer ascenso se haba una criba importante y que por delante quede un grupo con los nombres más destacados. Tras el deseado descenso la carrera seguirá por el conocido “territorio comanche” en ascenso hacia Deskarga por el lado de Zumárraga (km 79,7). Puede ser una zona que cause estragos si en ese grupo principal hay algún equipo con varios integrantes que pueda permitirles llevar el peso de la carrera e imprimir un ritmo exigente, exprimiendo las piernas antes de que llegue el plato fuerte del día con el encadenado y novedoso final. En primer lugar, aguardarán las rampas de Asentzio (2ª categoría-km 96,5), con tres kilómetros finales muy duros con una media cercana al 9% y con varias rampas superiores al 10%, siendo un lugar ideal en el que poder empezar a romper la carrera.

Todo se decidirá entre los más fuertes del día en la subida a Gorla final. Hay que destacar que en sus 7 kilómetros no existe un metro de descanso, y aunque no haya rampas terroríficas, estas se mantienen siempre en la exigencia del 7-8%, convirtiéndola en una auténtica prueba de supervivencia, para sumar más de 500 metros de desnivel positivo. Además, su zona más dura llega en la parte final, donde en los dos últimos kilómetros se encuentran esperando a los corredores, ya bastante exprimidos, rampas de hasta el 10%, lugar en el que normalmente se producen los demarrajes definitivos en busca del pequeño descenso que les lleve a un triunfo de relumbrón.