El Illes Balears – Arabay anuncia la renovación de Gonzalo Ariño. El castellonense, que cumplirá su segunda temporada en la categoría, es un ejemplo de superación y lucha ante las adversidades que plantea la vida.
Gonzalo Ariño, de 1999, dio el salto al campo profesional la temporada pasada de la mano de la estructura cafetera. Una historia de superación y pelea contra las adversidades con un objetivo, cumplir el sueño de correr junto a las grandes estrellas del pelotón internacional.
En su tercera temporada como corredor sub-23, cuando Gonzalo se encontraba en un gran momento deportivo, su vida daría un giro de 360 grados tras sufrir un pequeño mareo, primer síntoma de un tumor cerebral que le acabarían diagnosticando unas semanas más tarde.
A partir de ese momento Gonzalo iniciaba la carrera más importante de su vida con objetivo en mente, volver a pedalear. Un viaje complicado, pero a la vez lleno de aprendizaje, con la bicicleta como herramienta para relativizar la situación, una vía de escape. Sin embargo, para sus padres y su novia, el panorama era muy distinto. Ellos sí entendían la magnitud del problema y lo acompañaron con preocupación pero con una fuerza inquebrantable, siendo su apoyo más importante en los momentos de incertidumbre.
Llegó el día de la cirugía, una operación compleja que acabó siendo un éxito de la mano Dr. Riesgo, pero el arduo camino a la recuperación aún no estaba finalizado. Al despertar, era incapaz de nombrar objetos tan simples como unas llaves, una situación que me frustraba mucho, apuntaba Gonzalo. Unos días difíciles donde sus padres y su pareja fueron una pieza clave para seguir hacia delante.
Tras tres largas semanas de recuperación en el hospital, llegaba una nueva pequeña victoria para el corredor castellonense, regresar a casa. Gonzalo, que ya pensaba en volver a montarse en la bicicleta, sació sus ganas con pequeños paseos por el monte para fortalecer la musculatura.
Unas semanas más tarde, ante el asombro de corredores y aficionados, Ariño volvió a ponerse un dorsal en Elche, formando parte de la escapada de la jornada. En ese momento, la vida me devolvió una felicidad que ya creía perdida, relata Gonzalo durante la conversación. Desafortunadamente, la carrera de fondo no había finalizado y volvía a poner una nueva piedra en su camino, 6 meses de quimioterapia y radioterapia.
Lejos de rendirse, sin perder el foco, durante 2022 Gonzalo compaginó competiciones, estudios y tratamientos de quimioterapia. Una vida tan acelerada como su persona, que consciente de todas las victorias que acumulaba en su palmarés desde hace un año no pensaba detenerse. A pesar de no concluir varias carreras por su estado de salud, Ariño no arrojó la toalla y el punto de inflexión llegó en el Campionat de Sabadell, donde volvió a sentirse del todo ciclista, cruzando la línea de meta en quinta posición.
Las nubes de dos años muy complicados, empezaban a disiparse en 2023, con una colección de puestos de honor que se verían recompensados unos meses más tarde tras una llamada desde Mallorca. En ese momento sintió que todo este proceso había tenido sentido, que las piedras de este arduo camino habían estado enfocadas en un sueño que se acabaría cumpliendo al cruzar la línea de meta alentado por su pueblo en la primera edición del GP Castellón – Ruta de la Cerámica.
Un año más tarde, Gonzalo extiende su vínculo con el Illes Balears – Arabay para seguir disfrutando de cada minuto encima de la bicicleta, mirando al futuro sin mirar atrás, llevando dentro el proceso y las lecciones de vida adquiridas durante los últimos años.