La Selección Española masculina, integrada por Juan Ayuso, Oier Lazkano y Alex Aranburu, afrontan con gran ambición la prueba en línea de estos Juegos Olímpicos de París 2024, que se disputará mañana, sábado 3 de agosto, a partir de las 11:00 h.
El regreso a la acción del ciclismo de carretera con la disputa de las pruebas en línea será uno de los grandes acontecimientos de este fin de semana en los Juegos Olímpicos de París 2024. La competición masculina será la primera en llevarse a cabo, este sábado 3 de agosto a partir de las 11:00 h, sobre un recorrido con espíritu de clásica, puesto que los poco más de 90 participantes tendrán que superar 272,1 km y 2.800 metros de desnivel, fruto de ascender 13 cotas.
La Selección Española se presenta a la cita con máxima ambición y como una de las escuadras a tener más en cuenta. Alex Aranburu, Oier Lazkano y Juan Ayuso serán los tres ciclistas con los que contará el seleccionador nacional Pascual Momparler para tratar de buscar el sueño olímpico. «Va a ser una carrera muy abierta, el recorrido no nos favorece mucho, pero tendremos que estar atentos y buscar nuestras oportunidades. Estamos con muchas ganas”, comenta Ayuso, que ya se encuentra condiciones óptimas tras haber superado la enfermedad que le obligó a abandonar el Tour de Francia. “Han sido unas semanas difíciles, el Covid-19 me ha afectado más que otras veces, pero he hecho todo lo que estaba en mis manos para llegar en las mejores condiciones y confío en poder ofrecer mañana un buen nivel”.
Para los tres ciclistas de la Selección Española esta es su primera experiencia en unos Juegos Olímpicos, un hecho que viven con enorme ilusión y que a la vez genera cierta incertidumbre por no haberse enfrentado antes a una prueba con tanto kilometraje y con tan pocos efectivos en el pelotón. “Convertirte en deportista olímpico es un sueño, un regalo, algo que llega después de tanto trabajo y de tantos años de esfuerzo. Desde que he llegado a la Villa está siendo una experiencia fantástica”, relata Aranburu, que al respecto del desarrollo de la carrera de mañana imagina “una carrera bastante loca, sin control y en la que habrá que estar muy atentos para intentar entrar en ese corte bueno. Nunca nos hemos enfrentado a una carrera de este tipo y es difícil predecir qué puede pasar”.
Oier Lazkano, que viene de disputar el pasado sábado la contrarreloj individual de estos Juegos Olímpicos, asegura que “sobre el perfil parecía una carrera más llana, pero en el circuito final tenemos la subida a Montmartre y otro repecho más. El resto es muy ratonero, hay mucha isleta, muchas curvas y con 240 km en las piernas se va a hacer muy duro”. El ciclista vitoriano pronostica que “el pelotón va a llegar ya seleccionador al circuito urbano final” y al respecto de la subida a Montmartre detalle que “el adoquín no es malo, pero siempre dificulta un poco más el ascenso y con tantos kilómetros acumulados va a terminar siendo selectiva”.
Los ciclistas de la Selección Española tratarán de aprovechar su talento para encontrar una oportunidad de entrar en la pelea por las medallas y contrarrestar a la selección belga, que con Remco Evenepoel y Wout Van Aert, parten como principales favoritos, así como a otros de los grandes candidatos como Mathieu Van der Poel, Tom Pidcock, Mads Pedersen, Matej Mohoric, Matteo Jorgenson o Julián Alaphilippe, que viene de ganar en el Czech Tour. Oier Lazkano asegura que se encuentra con «buenas sensaciones», mientras que Alex Aranburu señala que «pasé una semana de recuperación después del Tour, que acumulaba mucho cansancio, y en esta última semana ya he entrenado en dinámica de hacer buenos entrenamientos, me he encontrado bien y estoy con ganas de ver qué podemos hacer”.
La plaza del Trocadero será el lugar de salida y meta de esta prueba en línea masculina, que estará compuesta de un gran bucle inicial de 225 km por la zona oeste de la región de Ile-de-France, donde afrontarán el ascenso de 10 cotas cortas y explosivas. Tras completarlo, regresarán a la ciudad de París para realizar tres vueltas al decisivo circuito urbano final, donde tendrán que superar en cada giro la ascensión a Montmartre, de 1 km al 6,5% de pendiente media, que con su pavimento empedrado está llamada a ser la encargada de decidir la carrera.
