El Equipo Cortizo afrontaba el mes de julio como uno de los más exigentes de la temporada y lo cerrará con nota tras adjudicarse Dani Cavia la Vuelta a Castilla y León este domingo. Los padroneses tuvieron que sudar mucho, y no solo por el intenso calor, para asegurar el triunfo final del vallisoletano, el sexto en su palmarés particular esta temporada.
La Vuelta a Castilla y Léon arrancaba con muy buen pie para el Cortizo el pasado miércoles, cuando Maksym Bilyi se imponía en Árevalo, anotándose la etapa inaugural y convirtiéndose en el primer líder de la prueba. Sin embargo, al día siguiente, unos problemas estomacales apartaban al ucraniano de la lucha por los puestos de honor. El equipo, fiel a su filosofía, volvía a anteponer el interés colectivo al individual, sacrificándose para arropar a Bilyi hasta la meta.
Después de una jornada dura, los padroneses resurgían el viernes de sus cenizas cuando Modesto Pérez, director del equipo en la ronda castellana, se sacaba otro as de la manga y lanzaba al ataque a Dani Cavia en el kilómetro cinco de carrera. Sobre el papel, parecía bastante utópico que esa escapada llegase a buen puerto, teniendo en cuenta que restaban más de 160 kilómetros para la meta de La Bañeza. Los compañeros de fuga de Cavia iban cambiando a lo largo del recorrido y la diferencia con el pelotón se ampliaba progresivamente, llegando a superar los siete minutos en el ecuador de la prueba, una ventaja que se reducía a la mitad al entrar en los últimos 30 kilómetros. A partir de ahí, Dani Cavia y Jordi Artigues (High Level-GSport) se quedaron solos en la aventura camino de meta para disputar un emocionante duelo que se le escapó por centímetros al corredor del Cortizo. Sin embargo, la tremenda galopada de Cavia tenía recompensa; el vigente campeón de la Copa de España pasaba a ocupar el segundo puesto de la general con el mismo tiempo que el vencedor de la jornada, situándose con serias opciones de asaltar el liderato en la etapa reina del día siguiente.
Y así fue, el sábado Cavia le arrebataba el maillot rojo a Jordi Artigues. El ciclista del High Level no era capaz de seguir el ritmo de los favoritos en las durísimas rampas que conducían a la meta de La Collada de Brañosera (1ª Categoría). Nil Gimeno (Equipo Finisher) saltaba en los metros finales y Cavia tras él, el primero se llevaba la etapa y el del Cortizo, que entraba a 11 segundos, se encaramaba a lo más alto de la general con una ventaja de 28 segundos sobre el vencedor del día.
Con un perfil llano, la tirada definitiva de este domingo entre Tordesillas e Íscar se resolvió al esprint. El ruso Skorniakov (Maglia Technosylva) se anotó el último parcial y Dani Cavia certificó su victoria absoluta en la Vuelta a Castilla y León. Con ella, el Padronés pone fin a un brillante mes de julio en el que ha ampliado su palmarés hasta las 34 victorias, tras los éxitos cosechados también en la Vuelta a Zamora y la Vuelta a Madrid, además del subcampeonato logrado en la Vuelta a Ávila. Cavia, “feliz y agradecido al equipo”, vuelve a compartir un nuevo triunfo con sus compañeros. “Tenemos un bloque espectacular que siempre se sacrifica para llevar en volandas al que esté en disposición de disputar la carrera en cada momento. Es un orgullo formar parte de esta escuadra”, reconoce el ciclista de Laguna de Duero que sigue dando pasos firmes hacia el profesionalismo.