Hubo sorpresa en el inicio de la XXII Vuelta a la Montaña Central de Asturias con cinco ciclistas adelantándose en la recta final de Moreda en la que se esperaba un sprint masivo. En ese quinteto se llevaba el premio gordo Axel Van den Broek (Acrog-Tormans) tras vencer con superioridad y situarse como primer líder de la ronda asturiana.
Los belgas ya dieron muestras de que hoy querían ser protagonistas desde los primeros compases con Cisse Pauwels fugándose en solitario. El del Acrog-Tormans, gracias a su buen rodar, rápidamente conseguía abrir una brecha superior al minuto. Esta andadura le acabaría reportando a Pauwels ser el primer líder de las metas volantes, aunque acabaría por ser neutralizado cuando aun restaban 40 kilómetros para la línea de llegada.
Desde ahí hasta el final se sucederían los continuos intentos por formar una nueva avanzadilla sin éxito, hasta que llegaba el movimiento bueno generado por Pablo Leno y Eleazar Jiménez (Polti-Kometa), Alfredo Calzada (Recambios Callejo), Axel Van den Broek (Acrog-Tormans) y Juan José López (Valverde-Ricardo Fuentes). El quinteto con un buen entendimiento ponía en jaque al pelotón dentro de los últimos 20 kilómetros, justo en el momento en el que sobre ellos descargaba con fuerza la lluvia para añadir un poco más de emoción al desenlace.
Cuando parecía que iba a ser absorbidos a 10 kilómetros de meta, en el paquete que venía por detrás se producía una montonera que desarbolaba la persecución y daba alas a los cinco de delante. Esa nueva ventaja adquirida ya iba a ser suficiente para que de la fuga saliese el vencedor de esta primera etapa, haciendo Van den Broek bueno su papel de favorito en estas lides, como acredita su tercer puesto de hace una semanas en la Paris-Roubaix junior. La segunda posición fue para Eleazar Jiménez y la tercera para Alfredo Calzada, mientras que el pelotón llegaba a 24″ del vencedor del día.
Mañana viernes ya sí los ciclistas se encontrarán con la montaña y es que en el tramo final de los 112 kilómetros entre Figaredo y Mieres habrá que superar el alto de San Tirso y Santo Emiliano.