Continúan las buenas sensaciones para el Illes Balears – Arabay, que suma un nuevo top-10 en la Vuelta a Asturias de la mano de Alex Molenaar, sexto en la volata de Ribadesella.
Tras una actuación muy sólida en la primera jornada de la ronda asturiana, con presencia en la fuga y logrando la octava plaza con el corredor neerlandés, el equipo afrontaba la segunda etapa con el mismo objetivo, tener protagonismo. Una vez dado el pistoletazo de salida, los corredores de la formación balear buscaron una escapada que se acabó formando en la primera ascensión de la jornada.
Sin ningún integrante en el grupo cabecero, el equipo se resguardaba en el pelotón consciente de la dureza de la etapa, con casi 200 kilómetros de recorrido. Superado el ecuador de la prueba la lluvia hacía acto de presencia, añadiendo dureza a un trazado ya exigente de por sí. Ya en la última ascensión de la jornada y con la fuga ya neutralizada el equipo ganaba posiciones en un reducido pelotón de unas 40 unidades aproximadamente antes de afrontar un descenso vertiginoso hasta Cangas de Onís.
Con 30 kilómetros por delante, la formación balear contemporizaba hasta llegar al kilómetro final, donde Alex Molenaar demostraba su buen estado de forma finalizando en sexta posición en un esprint pasado por agua. Otro buen resultado para el equipo, que continúa mostrando un gran nivel en su temporada de debut como profesionales.
La Vuelta a Asturias llegará a su fin mañana con una jornada de clausura que transcurrirá entre Benia de Onis y Oviedo en un recorrido de 143 kilómetros. Tras un arranque de etapa favorable, idóneo para buscar la escapada, el punto más exigente llegará en el alto del Violeo. Una ascensión corta pero explosiva que se corona a 10 kilómetros de meta donde se prevé una gran batalla con el objetivo de romper el pelotón.