El Burgos BH lucirá un nuevo maillot distintivo de campeón nacional en las próximas competiciones. Aaron Gate sigue mostrando unas prestaciones inmejorables y esta pasada madrugada se hacía con la victoria en la prueba de fondo del Campeonato de Nueva Zelanda. El veterano pistard se mostró pronto al ataque en los primeros cortes que seleccionaron la carrera y fue el más fuerte entre los corredores que se jugaron el triunfo al sprint, derrotando a varios rivales de equipos WorldTeam. El Burgos BH suma así su segunda victoria de la temporada y Gate enlaza su séptimo triunfo del año, tras los logrados en la Clásica de Nueva Zelanda y la Copa de las Naciones de Adelaida.
El campeonato neozelandés se disputó en un circuito en torno a la localidad de Timaru, completando un total de 196 kilómetros. Los ataques de los principales favoritos no se hicieron esperar y Aaron Gate se marchó en un segundo grupo de carrera, que rodaba un minuto por detrás de los líderes. En el pelotón aguardaba su oportunidad su compañero George Jackson. El grupo de Gate logró contactar con los fugados, aunque, en la última vuelta, hubo nuevos ataques y la persecución continuó.
A seis kilómetros de la meta, en la última subida del día, ambos grupos se unieron de nuevo, lo que desembocaría en un sprint final entre los siete más fuertes de la carrera. Bajo una intensa lluvia, Gate desplegó toda su velocidad para hacerse con la victoria. El neozelandés, campeón nacional de contrarreloj en 2021 y 2023, añade así el título nacional de ruta a su palmarés. Tras esta victoria, el Burgos BH contará en su plantilla con los actuales campeones nacionales de Nueva Zelanda, Mongolia (Jambaljamts Sainbayar) y Grecia (Georgios Bouglas).
Aaron Gate: “Hice todo lo que pude. Fui agresivo desde el principio. Sabía que habría otros corredores esperando el momento oportuno para atacar, nerviosos por la larga distancia del recorrido. No puedes dejar que carreras como esta se te escapen y terminen antes de empezar. Con ello en mente, hice todo lo que pude desde el principio. Estuve en cada movimiento, excepto en el que parecía que se nos había escapado. Sin embargo, con un buen grupo de seis corredores, logramos recuperar la distancia perdida. Se formó un grupo de diez y tuve que seguir los movimientos correctos y no dejar que la superioridad numérica de los ciclistas del WorldTour nos derrotara. No quería jugármelo todo al sprint, pero no funcionaron los ataques, así que tuve que medir los tiempos a la perfección en la última curva”.