Al sprint, la primera del curso tan perseguida y tantas veces acariciada esta campaña. El italiano Tommaso Bessega impuso su punta de velocidad en la llegada con la que este domingo se resolvió la última etapa de la Vuelta Ciclista a Zamora, una nueva jornada frenética y llena de alternativas en la que los ciclistas rozaron los 46 km/h de promedio. El guatemalteco Sergio Chumil (Cortizo) concretó su triunfo en una general final donde Andrea Montoli, muy activo también en esta última fracción, concluyó sexto.
Bessega puso el mejor broche a la participación del EOLO-KOMETA en tierras zamoranas, al tiempo que se resarcía de la amargura de una etapa inicial en la que peleó con firmeza por el triunfo y no pudo concretarlo por una inoportuna avería mecánica. Su hermano Gabriele, que el sábado sufrió una caída durante la etapa reina, fue clave cerrando algunos huecos en la parte final, mientras que Edoardo Alleva fue el último soporte de Tommaso antes de la volata.
En la etapa no faltaron ofensivas con el trasfondo de la lucha por la general y en ellas estuvo siempre presente Andrea Montoli. En la subida a Toro, en un pequeño grupo de doce unidades que se seleccionaría después, siempre con el italiano incluido. Y ya dentro de los últimos 25 kilómetros, con Daniel Cavia (Gomur) probándolo y Montoli de nuevo a rueda. Eras pulsos con pocos segundos de ventaja y en dinámicas de ritmo muy altos. Pero si no se intenta, si no se prueba, no se sabe cuál va a ser el resultado. El ciclismo también es valentía.
Tommaso Bessega, tras estrenar su palmarés en la categoría: “Una alegría inmensa, mi primera victoria en la categoría. Ha sido un sprint muy disputado, con muchos corredores implicados, y después de la mala fortuna del primer día este triunfo también es una pequeña recompensa. Creo que hemos venido haciendo un trabajo muy bueno en las últimas carreras, con muy buenos resultados, y ya era hora de llegase. Quiero darle las gracias a los compañeros por todo su apoyo y su trabajo durante esta etapa en la que se ha ido muy rápido”.
Isaac Cantón, director del equipo en la Vuelta a Zamora: “¡Por fin! ¡Qué alegría! Es la mejor recompensa a la gran carrera que ha hecho todos los días. Todo cuesta mucho, el ciclismo no es un deporte nada fácil, muchas veces es ingrato y al final solo gana uno. No estaba siendo un año fácil, con mucha mala suerte en forma de caídas, lesiones y con varios segundos y terceros puestos. Esta victoria vale mucho, porque faltaba ese remate. Personalmente he disfrutado mucho viendo a los chicos competir hoy, se le veía disfrutar y manejarse muy bien en este tipo de terreno. Montoli ha estado en todos los cortes importantes del día. Como equipo lo han hecho de diez, cada día sabían qué y cómo tenían que hacer las cosas sin pensar más allá de esa etapa del día”.
Arnau Gilabert, en el top-20 de una exigente edición de Aosta
Es una carrera siempre extrema, pero en esta ocasión lo ha sido un poco más con esos cuatro finales en alto consecuivos. El Giro del Valle de Aosta concluyó este domingo a los pies del Monte Cervino con otra etapa de alta montaña en la que el varios días líder David Joshua Golliker (FDJ) se rehízo de la pérdida del amarillo desde la fuga del día para ganar en solitario, mientras que el irlandés Darrell Rafferty (Axeon) cerró su victoria en la general. Arnau Gilabert, que llegaría a 6’43” del ganador, el 29ª, ganaba una posición en la general final para acabar 18º.
“¿Mi balance? Me encantará volver al Valle de Aosta, pero mejor de vacaciones. Ese es mi más inmediato balance”, sonríe Arnau de camino al hotel. “Bromas aparte, es una carrera muy bonita en la que se ha visto cómo hemos ido de menos a más. Los dos primeros días no he estado a mi nivel y esas dos jornadas me han hecho perder todas las opciones a una mejor clasificación en la general final”. Luca Bagnara finaliza 24º, a 21’57»; Raúl López, 50º; Antonio González, 59º; y Sebastiano Minoia, 68º.