Andrea Montoli y Arnau Gilabert destacaron este domingo en un Trofeo Città di San Vendimiano en el que el danés del Biesse-Carrera Anders Foldager impuso su velocidad en el grupito, veinticinco unidades, que se jugó el triunfo en la prueba. Montoli cerró el top diez con una interesante décima plaza que redondeó Gilabert tres puestos más atrás (13º).
Los prolegómenos de la prueba no invitaban al optimismo. Una caída durante el entrenamiento del día anterior salpicaba tanto a Gilabert como a Gabriele Raccagni, quien necesitó de algún punto de sutura en el pómulo izquierdo por un corte. La prueba, empero, deparó un activo EOLO-KOMETA Cycling Team sub23, con el quinteto activo a las evoluciones de una prueba en la que una fuga mandó en buena parte de la jornada.
“Es mi mejor clasificación en una carrera de casa”, dice un feliz Montoli. “Es mi primera top 10 en una prueba italiana y también internacional. Hemos procurado estar delante en las dos subidas a Ca’ del Poggio. Era importante hacerlo así, no solo por las rampas, también por la bajada posterior hacia la subida a Formiga, algo peligrosa. Y cuanto más atrás el látigo es peor. Así que acabamos contentos y está claro que tenemos que seguir trabajando, con el pico y la pala”. Arnau Gilabert, por su lado, indica: “Tras el Gran Premio Palio del Recioto empecé a ver que mostraba un punto de forma mucho mejor, noté un avance más significativo. Quizás me faltaba creérmelo un poco. Ayer tras la caída acabé un poco enfadado, pero durante el día me sentí muy bien y, a base de sufrir, he podido estar ahí”.
Volata en Valladolid. El Memorial Ángel Lozano, quinta prueba de la Copa de España, se resolvió en un apretado sprint masivo de unas sesenta unidades, previa caída en las proximidades de la llegada en la que se vio involucrado sin consecuencias Fran Muñoz (desde estas líneas, y en nombre de todo el equipo, todo el ánimo y toda la fuerza para Pau Torrent), donde el más rápido fue Aritz Urra (Telco’m). Sebastiano Minoia y Tommaso Bessega (26º, 28º) fueron los primeros corredores del equipo en cruzar la meta.
Una edición de la prueba pucelana en la que el viento no fue protagonista, en la que una fuga inicialmente de cinco corredores, nueve posteriormente, lograron encabezar la jornada durante buena parte de la jornada, con el pelotón siempre manteniéndola dentro de unos márgenes contenidos. A falta de unos veinte kilómetros se concretó la neutralización y en las subidas a Simancas y Robladillo acaecieron varias aceleraciones, entre ellas algunas protagonizas por Fran Muñoz y Sebastiano Minoia.
Sebastiano Minoia: “Las piernas han ido bien todo el día, me he sentido bien en las subidas y con ritmo durante toda la jornada, algo bueno porque venía de una semana difícil enfermo. En el penúltimo repecho habíamos hablado de intentarlo. Se movió David Domínguez y yo salté tras él, fuimos juntos cinco o seis kilómetros, pero acabamos siendo cazados. La parte final ha sido un poco peligrosa, con mucha tensión, estrechamientos y giros en los dos kilómetros finales. Gabriele estaba preparando el final y pinchó y Fran se fue al suelo en la caída del kilómetro final. Un final un poco caótico donde no pudimos hacer más”.
